Oh I'm just counting

Candidatos presidenciales Jeannette Jara y José Antonio Kast aseguraron que renunciarán a sus partidos en caso de de ser elegidos

Durante el debate presidencial de Anatel, los candidatos José Antonio Kast y Jeannette Jara aseguraron que, de resultar electos, dejarán sus militancias en el Partido Republicano y el Partido Comunista, siguiendo el precedente de expresidentes que optaron por independencia política desde el cargo.

Los presidenciables coincidieron en un punto clave durante el debate televisado de Anatel: ambos afirmaron que renunciarían a sus militancias si llegan a la Presidencia. La respuesta, que tomó por sorpresa a parte del panel y la audiencia, se dio en el bloque dedicado a gobernabilidad y relación con los partidos.

La pregunta surgió a partir de los roces que Jara enfrentó con el PC durante su gestión como ministra, especialmente cuando la colectividad votó contra iniciativas como la Ley Naín-Retamal. El periodista Iván Valenzuela planteó si esos episodios anticipaban tensiones internas para un eventual gobierno.

Jara: “La Presidenta debe estar por sobre los partidos”

Consultada por sus vínculos con el PC y la disciplina partidaria, Jeannette Jara aseguró que su propuesta de gobierno busca una base política amplia, más allá de una sola colectividad. “La política es un ejercicio que merece mucha convicción y capacidad de diálogo. Lo importante es que mi futuro Gobierno va a tener una base política y social amplia”, dijo.

La candidata explicó que tras ganar la primaria presidencial, su programa incorporó cambios que reflejan su liderazgo en la centroizquierda. Ante la pregunta directa sobre si renunciaría al Partido Comunista en caso de asumir la Presidencia, respondió:
“Sí, porque la Presidenta de Chile debe estar por sobre los partidos políticos. Me parece un buen gesto, como lo hicieron Sebastián Piñera y Patricio Aylwin en su momento”, señaló.

Kast replica y confirma su salida del Partido Republicano

Tras la respuesta de Jara, el panel consultó lo mismo a José Antonio Kast. En un inicio, el candidato sostuvo que “no tiene ninguna relevancia ser o no ser del Partido Republicano” al momento de gobernar. Sin embargo, luego confirmó que dejará su militancia si es electo.

“Lo dije hace cuatro años atrás, entregué la chapita republicana. Cuando pasé de la primera a la segunda vuelta les dije: aquí dejo la chapita, porque hoy día voy a representar a Chile entero, sea militante de mi partido o incluso del Partido Comunista”, afirmó, marcando distancia entre su liderazgo presidencial y su estructura partidaria.

Kast remarcó que su objetivo es representar a todo el país, incluso a quienes no comparten su posición ideológica. “Porque a diferencia de ellos, nosotros sí los queremos en Chile”, cerró.

El anuncio de ambos candidatos abre un eje de análisis sobre gobernabilidad y autonomía en un eventual primer año de administración. En un sistema político con fragmentación parlamentaria y alta tensión entre bloques, la decisión de prescindir de militancia equivale a asumir la jefatura del Estado sin depender orgánicamente de sus partidos.

Los precedentes citados por Jara —Aylwin y Piñera— reflejan momentos distintos de la historia política reciente, pero coinciden en la búsqueda de una figura presidencial que opere como garante institucional más que como líder partidario, una idea que vuelve a tomar fuerza en el ciclo electoral actual.

Analistas anticipan que el gesto, más simbólico que práctico, apunta a reforzar la imagen de independencia frente a los partidos y atraer votos de electores moderados o indecisos. De todos modos, ambos candidatos mantienen el respaldo formal de sus colectividades durante la campaña.