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Casa de Salvador Allende: exministra Maya Fernández declara ante fiscalía que se enteró del interés en la compra del inmueble por su tía la exsenadora Isabel Allende

A comienzos de marzo, la otrora ministra de Defensa Maya Fernández -quien posteriormente renunció al cargo- declaró ante la Fiscalía que se enteró del interés en la compra de la casa de su abuelo, el fallecido presidente Salvador Allende, en Guardia Vieja por su tía, la entonces senadora Isabel Allende, destituida por el Tribunal Constitucional a inicios de abril.

Según la ahora exsecretaria de Estado, quien prestó declaración en calidad de imputada en la investigación por eventual tráfico de influencias que dirige el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, la idea de la transacción surgió a fines de 2022 o principios de 2023, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado que derrocó al Mandatario socialista (1970-1973).

"Me comenta (Isabel Allende) que, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe militar, había una idea del Ejecutivo de adquirir la casa para convertirla en un museo", dijo Fernández, según reprodujo Emol.
De acuerdo con la publicación, la extitular de Defensa negó haber ejercido presión o influencia para agilizar la compra, y aseguró que el abogado Felipe Vio mantenía informada "indistintamente a todos en la familia" sobre los avances del proceso "a medida que el Ministerio de Bienes Nacionales requería documentación".

Participación de funcionarios

Fernández también negó haber participado en reuniones con funcionarios de los ministerios involucrados en la fallida compraventa (Bienes Nacionales y Culturas) o haber hablado con Leonardo Moreno, exasesor de Presidencia, sobre el tema de la casa.

Aseguró, además, desconocer detalles de la compraventa, como la forma de pago, ya que el abogado Vio "para eso tenía el mandato" de la familia.

Por otro lado, Fernández aseveró que no tenía conocimiento de la prohibición constitucional de celebrar contratos con el Estado siendo ministra.

"Nunca tuve conocimiento de aquello, nunca he tenido negocios públicos o privados, nunca nadie me alertó tampoco sobre esto", señaló.

"Lo único que tuve como información -añadió- fue que podía producirse un tema comunicacional por la figura de mi abuelo y que de ello se haría cargo la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno. De hecho, esta compra siempre se hizo pública y fue la propia secretaria de Comunicaciones que anunció la compra de ambas casas".

Finalmente, la otrora ministra afirmó que sólo se enteró de los problemas relacionados con la compraventa el 2 de enero de 2025, mientras se preparaba para un viaje al Polo Sur, y solicitó información a su tía de inmediato.