Tal como se esperaba, la reforma constitucional de oposición para retirar un segundo 10% de las AFP fue rechazada por el Senado, ya que la oposición no logró conseguir los tres votos oficialistas que necesitaba para lograr el quórum de 3/5 de los parlamentarios en ejercicio que requería para ser aprobada.
Lo anterior, considerando que hubo 23 votos a favor de la idea de legislar esta iniciativa, por lo que no logró llegar a los 26 votos que se necesitaba para su aprobación. En tanto, hubo 10 votos en contra y 8 abstenciones, todos de la derecha, entre ellos el senador Iván Moreira que había asegurado que votaba a favor.
De todas maneras, acá no termina totalmente la tramitación de la reforma, ya que deberá ir a probar suerte a una Comisión Mixta, que es una instancia que estará compuesta por diputados y senadores de la Comisión de Constitución, y que tiene como objetivo solucionar las diferencias producidas entre el Senado (que rechazó el proyecto) y la Cámara (que lo aprobó). Eso sí, esta es su última oportunidad.
El rechazo de esta reforma ocurre porque el gobierno logró alinear a toda la derecha, incluido al senador Manuel José Ossandón que también había dicho que iba a votar a favor. Ayer los senadores díscolos del oficialismo que votaron a favor del primer retiro del 10% confirmaron que se abstendrían hoy en la votación de la reforma de oposición y que votarían a favor del proyecto del gobierno.
Ahora falta que se vote en la sala del Senado el proyecto del Ejecutivo que también busca el retiro de un 10%, pero con dos diferencias principales: los retiros tributan, y los políticos no pueden retirar fondos. El resultado de esta votación se debería saber este mismo jueves.
Para su aprobación, el gobierno necesita mayoría simple (la mitad de los senadores más uno), esto significa que se requieren tres votos de oposición para que el proyecto siga adelante.
En todo caso, esta iniciativa está recién en su primer trámite constitucional, por lo que en caso de ser aprobada, deberá pasar a la Cámara de Diputados, para lo cual corre contra el tiempo para que los pagos alcancen a llegar antes de Navidad.