La crisis política del oficialismo en Magallanes sigue tras la petición de renuncia al primer intendente nombrado por la administración de Piñera. La situación obligó a trasladarse a Punta Arenas a la ministra Cecilia Pérez, cuya seremi regional renunció y dejó al descubierto la punta de un iceberg cuyas aristas aún no se conocen del todo.
Lo que si queda claro es que la remoción del intendente, el nombramiento de un sucesor y la renuncia de un grupo de seremis provocaron la primera gran crsisis del oficialismo cuando comienza el cuarto mes de gobierno.
Otra que entró en la disputa es la diputada Sandra Amar, (UDI) la única representante de ese nivel en la zona más autral de Chile. Fue tajante: “Lamento la designación de la nueva intendenta regional”, dijo a El Dínamo. Y agrega que “cuando se nombra una autoridad regional se necesita un liderazgo que tenga la capacidad de lograr acuerdos y yo considero que esas capacidades no están en la persona que está instalada en estos momentos. Que haya renunciado el intendente a cuatro meses del inicio del Gobierno ya es un problema de carácter político”.
En esa línea enfatiza que “yo soy la única parlamentaria de Chile Vamos en la región, y cuando uno es diputada y elegida con una muy buena votación popular, uno no espera designar el nombre, pero sí que escuchen su opinión. Hubo una decisión muy precipitada y tengo una preocupación especial por lo que viene a futuro”
En paralelo, la legisladora apuntó a que la nueva designación estaría vinculada a una estrategia política de cara a las elecciones municipales y de gobernadores regionales de 2020.
“Es relevante que cuando se nombren a las personas se haga para poder sustentar un programa de Gobierno y que no sea en base a intereses personales. Aquí lo que yo vislumbro es que este nombramiento obedece a llevar una campaña política de personajes políticos del sector que están preparando para enfrentar las campañas de tres años más. Intendenta, gobernador y alcalde, son todos del mismo sector”,concluye.