Como ha sido constante en las últimas semanas, el Gobierno volvió a arremeter contra el proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales que propone la diputada Camilla Vallejo, y advirtió que puede provocar una eventual pérdida de cientos de miles de trabajos.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró en el Palacio de La Moneda que de aprobarse en el Congreso e implementarse la iniciativa de la parlamentaria comunista, se podrían perder 250 mil empleos.
Para contrarrestar al amplio apoyo que ha concitado esa propuesta en el Congreso, el Ejecutivo la semana pasada anunció una indicación de rebaja de la jornada de 45 a 41 horas, complementando su proyecto de adaptabilidad laboral, a la cual además le ingresó urgencia suma.
El texto de la diputada opositora también ha generado tensiones en Chile Vamos, la coalición oficialista, al concitar apoyos desde RN, de los diputados Gonzalo Fuenzalida y Francesca Muñoz y el senador Manuel José Ossandón; lo cual fue tachado como "irresponsable" desde la UDI.
En tanto, el llamado bloque Convergencia Progresista -que incluye al PS, PPD y el PRSD- se reunió luego de varios meses para tratar la contingencia.
En cuanto al proyecto por la rebaja de la jornada laboral, el presidente del PS, el senador Álvaro Elizalde, dijo que el Gobierno ha improvisado, que se vio arrinconado y no supo como reaccionar a la iniciativa de Camila Vallejo, y que por eso el Ejecutivo salió con el proyecto de flexibilidad laboral, con 41 horas semanales en promedio.
El bloque además acordó rechazar el tema de la reintegración en la reforma tributaria, insistiendo que es un mal proyecto que solo beneficia a los que tienen más.