Los fríos números de las encuestas indican que Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, candidatos presidenciales de Chile Vamos y del bloque de izquierda de la Nueva Mayoría, son los principales favoritos para pasar a la segunda vuelta el próximo 19 de noviembre.

 

Por lo mismo, no sorprendió que un grupo de diputados de la Democracia Cristiana (Yasna Provoste, Aldo Cornejo, Fuad Chahín, Víctor Torres y Gabriel Silber) propusiera que inmediatamente después de la primera vuelta le entreguen el apoyo al senador por Antofagasta de cara al balotaje, por cierto, sin esperar que la falange discuta en el consejo nacional o en una junta nacional extraordinaria, máximos órganos resolutivos de la colectividad, lo que hará para la elección de diciembre.

 

Si bien se trató de una conversación privada que fue filtrada a la prensa sin autorización, es un hecho que a nivel interno el debate sobre el comportamiento que tendrá el partido en nueve días más tiene comprimido el ambiente.

 

Por un lado, están los que suscriben la hipótesis de los diputados “guillieristas” y de hacer lo que sea con tal que no gane Piñera Y por el otro, quienes proponen un análisis profundo respecto a la relación con la centroizquierda y cómo el ideario DC se mantendría en pié, sea con el empresario o con quien milagrosamente dé el golpe en las urnas, no descartando tampoco llamados a la “libertad de acción” para toda la militancia.

 

Por de pronto, el lunes 20 de noviembre, y a solo horas de la elección, el consejo nacional tendrá una sesión que promete ser tensa.

 

Sin rodeos, y tal como lo comentó en TVN la directora del centro de estudios Mori Marta Magos después del debate de Anatel, suena la palabra “quiebre” en Alameda 1460.

 

 

 

Luego de que Goic señalara que “no me voy a distraer” con llamados como los efectuados por el citado grupo de diputados de su partido, otro miembro de la bancada DC, el diputado Mario Venegas, declaró a Cambio21 que “ponerse en determinados escenarios, después de lo que nos pidió la directiva que preside Marías Walker, consiste en no hablar a nombre del partido, sino que opinar a título personal, que fue el acuerdo al que llegamos”.

 

“No hay más lecturas que la que tiene que hacer un sujeto responsable mirando una acción política, viniendo de nosotros que somos parlamentarios, donde sin duda que con los resultados en la mano nos van a preguntar. Es un hecho. La hipótesis es que si nos consultan, la respuesta será que solo puedo hablar de forma individual”, insistió.

 

“Por mi lado, me gustaría imaginar a la Carola triunfando (la noche del 19) y pasando a la segunda vuelta, de manera que el dilema sería que nosotros tendríamos que salir a pedir los apoyos”, enfatizó el legislador.

 

 

 

Mauricio Morales, director del centro de estudios de la Universidad de Talca, es claro al respecto de la problemática que afecta a la DC.

 

“Primero se cuentan los votos y después se ven los apoyos de segunda vuelta. La Democracia Cristiana, si es que llega a realizar su apoyo explícito a Guillier la misma noche del 19 de noviembre, faltaría el respeto a todas las bases del partido que votaron por Goic y a quienes no les han consultado aún si es que quieren votar por Guillier o no en el balotaje. Para eso debiese existir una junta nacional que defina la posición que va a tomar la DC. Entregar esos apoyos anticipados es una señal de falta de seriedad y de compromiso con la militancia”, explicó a este medio.

 

“Además -agregó-, va a generar de manera inmediata una fractura en el partido, porque desde el momento en el que algunos diputados de la DC vayan donde Guillier, otro grupo se va a restar de la campaña. Y con eso el perjudicado será el propio Guillier”.

 

Según el analista, “a Guillier le conviene más que la DC tome una decisión con calma y que él reciba al apoyo total del partido y no a cuentagotas. Si el respaldo viene a cuentagotas, se está cavando su propia tumba para la segunda vuelta”.

 

“Por lo mismo, Guillier no debiese aceptar este tipo de apoyos individuales, sino que los apoyos institucionales”, enfatizó.