El presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, Carlos Soublette, afirmó textual según un medio que "no podemos matar la actividad económica por salvar vidas". Este sujeto contrapone la muerte de la actividad económica con la muerte de las personas.
Y en esa oposicion que él ve, opta por la vida de la actividad económica, aunque para ellos las personas tengan que morir con motivo u ocasión de esa misma actividad económica.
El señor Soublette tiene una confusion notable de valores morales y eticos. A él no le importa, dentro de su mente exclusivamente economicista, que con motivo y ocasion de la falta de actividad economica, mueran personas. Los valores de todos los humanismos, van radicalmente en sentido contrario de lo que esgrime este ejecutivo.
Hay un orden de los valores y principios.
El valor de la vida es prioritario y es muy superior al derecho de propiedad y al derecho a la actividad empresarial. Y si como en el presente caso, a raiz del Covid-19 o coronavirus, hay un conflicto entre la vida y la propiedad (actividad económica), moralmente, estamos obligados a optar por la vida. Sí, bien claro, por la vida y por las vidas.
El Presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, deshonrando a los comerciantes y empresarios y ofendiendo los valores y principios fundamentales, ha sostenido en sus dichos, que él pone en primer lugar, la actividad empresarial, el negocio, la explotación económica, por sobre el valor de la vida.
Bien haría la Cámara de Comercio en remover de su cargo a su actual presidente.
¿Porqué?: Por despreciar la dignidad intrínseca de las personas y transgredir manifiestamente los valores esenciales del humanismo.