Campaña presidencial de Donald Trump en los Estados Unidos: cierre de las fronteras a los inmigrantes, postulados ultraconservadores en materia valórica y religiosa, y defensa pública de la Segunda Enmienda de la Constitución que establece la tenencia y uso de armas de fuego.

 

Campaña presidencial de José Antonio Kast en Chile: rechazo al ingreso de extranjeros con antecedentes policiales, los que a su juicio regularizan la estadía con “contratos falsos”, y oposición a que “entre cualquier persona a salvar su vida, como ocurre con los llegan desde Haití”. Además, promoción de discursos ultraconservadores en temas valóricos y de género y justificación del uso de armas de fuego para combatir la delincuencia.

 

Sin lugar a dudas, el parecido entre el hoy mandatario norteamericano y el aspirante a La Moneda es asombroso, aunque cuando Kast fue militante de la UDI y se presentó como postulante a la testera de ese partido se ganó un singular apodo: “Obama rubio”, líder demócrata y expresidente de los EE.UU. que se sitúa en las antípodas de ambos políticos más allá de las diferencias en el color de la piel.

 

 

Esteban Silva, sociólogo y exjefe de la campaña presidencial de Alberto Mayol, aseguró a Cambio21 que “en el trazo de lo que dice Kast hay una copia con lo que prometió Trump”.

 

 

“En concreto, se mostró muy duro en la lucha contra la delincuencia y en el uso de frases grandilocuentes, las que buscaron generar los sentimientos más primarios de los sectores más conservadores de Estados Unidos. En el caso se Kast, cuando afirma que usaría su arma para combatir la delincuencia, aún si se trata de un menor de edad, también busca explotar los temores primarios que sostiene el asertivo discurso de Trump”, explicó.

 

Según el profesional, el objetivo del abanderado independiente chileno es “llegar al electorado de derecha que no se atreve a decir lo que piensa. Por ende, verbaliza sus deseos. Estamos hablando del voto pinochetista que se inhibe de decir lo que piensa respecto a prácticas antidemocráticas”.

 

“Por lo general, es un grupo de la población que posee un bajo nivel educacional y que tiene reacciones primarias ante todo lo que provenga de la política”, remató.

 

 

Alejandra Bravo, presidenta del PRI y candidata a diputada por Maipú y Pudahuel, descartó que haya una similitud entre Trump y Kast, dado que “se trata de dos países distintos con electorados distintos y procesos distintos”.

 

“Kast busca el voto duro pinochetista y en eso se muestra de forma coherente de acuerdo a lo que son sus orígenes políticos y se presenta de una manera muy genuina ante la gente. Él no pretende ser una imitación de nadie”, comentó a este medio.

 

Consultada por la reacción que tuvo el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, respecto a si le aplicaría un aborto a su hija o nieta si fuera violada (“agarro un martillo y se lo quiebro en la cabeza”), Bravo contestó apelando al “historial político” del exmandatario.

 

 

“Demostró que es alguien de centro, que gobernó para el centro y que tiene una trayectoria distinta a la de Kast, cuyos seguidores apoyan lo que fue la dictadura militar. La defensa de los hijos es una reacción humana y no tiene nada que ver con llamar a usar la justicia por mano propia. Para eso está el rol del Estado, que debe garantizar un ambiente libre de delincuencia para todos los ciudadanos”, manifestó.