Oh I'm just counting

Diputada Cariola a Cambio21 repasa a Piñera y dice que es "un Presidente mediocre". Y le envia un mensaje: "Las 40 horas dejaron de ser de los comunistas, es de la ciudadanía"

Por María Cristina Prudant
 
La diputada Karol Cariola es matrona de la Universidad de Concepción. Actualmente representa al distrito 9 de la Región Metropolitana. Fue presidenta de la Federación de Estudiantes de esa universidad. Está muy comprometida con su labor legislativa con proyectos como las 40 horas de jornada de trabajo, la Ley Gabriela y Sin consentimiento es violación, en los que ha participado como autora y coautora. Es optimista frente a la posibilidad de que sea aprobado el proyecto de las 40 horas por el gran apoyo ciudadano que tiene. Cree que mientras más oposición hace el gobierno para que el proyecto de las 40 horas no avance, este toma más fuerza. Cuenta que irá a la reelección porque el compromiso de su parte era de tres períodos y aún quedan muchas cosas por hacer.
 
¿Cómo analiza usted toda la expectación que ha creado el proyecto de las 40 horas y la actitud del gobierno?
Primero decir que nos sentimos muy orgullosas y orgullosos, especialmente Camila y yo de haber impulsado este proyecto que sin lugar a dudas que tiene un tremendo respaldo ciudadano que ha ido creciendo. Nosotros hemos tenido la posibilidad de reunirnos con distintas organizaciones y desde todos los sectores el respaldo crece significativamente. Cuando nosotros desarrollamos esta propuesta hace dos años, la hicimos pensando en la necesidad de tomar las recomendaciones que hace la OIT de reducir la jornada laboral en nuestro país en función de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y eso es considerando el aumento hoy de los problemas de salud mental que generan gastos que merman el producto interno bruto de los países incluso puede llegar al 4% total del producto interno bruto de los países, en promedio, y que para nosotros hoy ha sido un problema que queremos enfrentar mejorando la calidad de vida de los trabajadores.
 
Es evidente que el gobierno frente a esa situación lo que ha terminado haciendo es dar vueltas en círculos frente al tremendo apoyo ciudadano. Ellos no han sido capaces de confrontar lo que a todas luces se ha transformado en un clamor popular con una campaña del terror que, a pesar de que se sustenta en falacias, en mentiras, en afirmaciones que ellos mismos han salido a contradecir, lo que buscan es hacer retroceder este proyecto, pero donde han sido ellos mismos y el propio Presidente quien ha tenido que salir a reconocer la necesidad de que nuestro país, de una vez por todas, tengamos que avanzar en un proceso de reducción en este caso dela jornada laboral.
Lo último que el gobierno ha puesto sobre la mesa es una gradualidad de 8 años para llegar a las 41 horas. ¿Qué opinión tiene usted al respecto?
Lo que pasa es que han hecho es un tremendo esfuerzo por tratar de mezclar dos debates. El gobierno presentó un proyecto a principios de este año que es completamente distinto al proyecto de las 40 horas, que es el de “modernización” laboral y como no tuvo ningún respaldo ni ciudadano ni político, ellos han estado intentando colgarse del proyecto de las 40 horas para viabilizar la tramitación de ese proyecto. Y por eso es que mezclan las cosas porque el gobierno nunca tuvo intenciones de generar una rebaja a la jornada laboral, nunca.
 
De hecho, la propuesta de ellos de “modernización” lo que hacía era generar modificaciones a los mecanismos de partes de jornada y eso tenía que ver con cómo pactar la jornada en distintas fórmulas como ejemplo el 4x3 o establecer mecanismos de negociación individual dentro de los pactos de negociación que hoy son primordialmente colectivos, es decir, lo que busca el gobierno con su proyecto, que está en el Senado, es quitarle poder de negociación colectiva a los trabajadores para reemplazarlos por la negociación individual.
 
Entonces, ellos a última hora están incorporando una supuesta reducción de jornada que por lo demás no es real porque es un promedio que ellos sacan a tres meses que, supuestamente llegaría a 41 horas pero que no deja de ser un promedio. Es decir no establecen un límite máximo de trabajo semanal y esa es la gran diferencia con la propuesta nuestra, que nosotros establecemos un límite máximo de horas de trabajo a la semana. Lo de ellos es una farsa, el gobierno no tiene ningún interés de rebajar la jornada laboral y cuando ellos además, lo dicen como en un plazo de aplicación a 8 años, con eso terminan de demostrar que en realidad no tienen ninguna intención de abrir de manera real este debate.
 
¿Cómo está el ambiente en el Congreso en este tema? ¿Hubo parlamentarios de RN que apoyaron las 40 horas pero el partido los llamó al orden?
El gobierno ha mentido descaradamente después del apoyo tremendo que ha tenido el proyecto de 40 horas porque tiene un objetivo noble y un respaldo político transversal. Sebastián Piñera sigue dando vueltas en círculo y dando instrucciones a todos su sector político incluso poniendo una mordaza a los parlamentarios de Chile Vamos para que no levanten su respaldo al proyecto de 40 horas. De hecho, los parlamentarios de RN que salieron a expresar de forma honesta y con convicción su apoyo, rápidamente les bajaron la línea para que le quitaran el respaldo y eso habla de un gobierno que, evidentemente está desesperado ante el respaldo transversal de las 40 horas. El proyecto que ellos tienen lo que hace es precarizar derechos de los trabajadores al ponerlos a negociar individualmente con su empleador.
 
La UDI no apoya las 40 horas y la presidenta Jacqueline van Ryselberge dijo que el gobierno no tiene por qué arrodillarse ante los comunistas. ¿Qué le parece?
Creo que la senadora y presidenta de la UDI es una legisladora con tan poco sentido común que la verdad que sus palabras hablan por sí solas. Cuando ella pone el foco en las autoras del proyecto más que en la necesidad de los trabajadores trabajadoras, eso da cuenta de no entender, finalmente qué es lo que está ocurriendo en el debate ciudadano. Este proyecto hace mucho rato que dejó de ser de los comunistas, es un proyecto de los trabajadores y de la ciudadanía con apoyo transversal. Tratar de reducirlo a eso no solo es una miopía sino que además, demuestra la falta de sintonía que tiene la presidenta de la UDI con los trabajadores del país.
 
Usted también está preocupada de otros proyectos como por ejemplo “Sin consentimiento es violación”.
Es un proyecto de ley muy importante para nosotros y sobre todo para las mujeres porque un porcentaje del 80% de las violaciones que se denuncian en nuestro país son mujeres. Hoy en Chile la violación no contempla entre el tipo penal del delito de violación el consentimiento como un elemento fundamental. Por eso es importante discutirlo porque muchos violadores quedan en la impunidad en los juicios porque no se logra probar la falta de consentimiento de la víctima No queremos que siga ocurriendo. Cuando la mujer dice No es No.
Esta ley ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y ahora está en la Comisión de Constitución del Senado y esperamos que a la brevedad pueda ser ley de la República.

¿Y la ley Gabriela?
También busca hacer justicia en el caso de aquellas mujeres que están siendo asesinadas. Hay mujeres que son asesinadas por el solo hecho de ser mujeres y eso también es femicidio. En el caso de Gabriela Alcaíno ella fue asesinada por su pololo junto a su madre y no fue considerado femicidio. Nosotros queremos que con esta ley todo crimen de odio considerado contra una mujer por el hecho de ser mujer sea considerado femicidio.

La ley Gabriela ahora está en tramitación en el Senado, en su segundo trámite. Está a punto de ser Ley de la República con el patrocinio del Ejecutivo lo que nos ha ayudado mucho porque hemos logrado convencer al gobierno que esta debe ser una ley.

¿Qué balance hace usted del período que lleva gobernando Piñera?
Sebastián Piñera es un Presidente que hizo grandes promesas al país y que se han ido desmoronando progresivamente. Su principal promesa fue “Tiempos Mejores” pero que se ha visto transformado en tiempos difíciles. Un Presidente mediocre que no ha sido capaz de hacerse cargo de sus propios compromisos. Ni siquiera del crecimiento económico porque el país no ha crecido con la proyección que se tenía. Las expectativas eran las que no está viviendo el país. Un Presidente que, a mi parecer, demuestra que gobierna para los empresarios.
 
Ellos gobiernan muy apegados a las encuestas y son un reflejo también de lo que ha ido ocurriendo y es evidente que la desaprobación, al menos la que le da la Cadem, que trata con más cariño al gobierno, que le esté dando un 53% de desaprobación habla de un problema de gestión del mandatario. Es un Presidente poco dialogante, más bien soberbio, patrón de fundo y que no ha cumplido con las grandes expectativas que le prometió al país.

Entonces, ¿cuál es el camino que debe tomar la oposición?
Ese es uno de los principales problemas que tenemos en estos momentos y es que si bien tenemos un muy mal gobierno de derecha una de sus principales fortaleza es lograr mantener al oficialismo unificado. A diferencia de eso una oposición muy dispersa con un proceso de recomposición que no será fácil de llevar adelante y que ha sido mucho más lento de lo que todos quisiéramos. La aparición de nuevas fuerzas también tiene algunas consecuencias políticas desde el punto de vista de la reconfiguración de las fuerzas de la que tenemos que hacernos cargo. Vamos a tener que conversar entre nosotros y ver en qué podemos volver a converger.

En el Partido Comunista hicimos ya una apuesta que es “La Unidad por el Cambio” y donde nuestra principal alianza es con los regionalistas verdes y el Partido Progresista. Hemos calculado ser una fuerza de cerca del 10% en la elección municipal, eso no es malo y creemos que vamos a ser también desequilibrantes en cualquier proceso electoral.

Nosotros no queremos que la derecha siga gobernando nuestro país, pero tampoco queramos ser sobornados permanentemente por un sector que está dispuesto a negociar cualquier cosa.