Por María Cristina Prudant

El diputado socialista Fidel Espinoza está viviendo un momento muy importante en su vida,  el juicio contra los carabineros que asesinaron a su padre,  el entonces diputado Luis Espinoza, el 2 de diciembre de 1973 está llegando a su fin y los culpables fueron condenados. Ahora solo espera que comiencen a cumplir su condena en Punta Peuco.
 

¿Diputado le hace sentido la frase “la justicia tarda, pero llega”?
Absolutamente, los violadores a los derechos humanos, estos criminales creyeron que nunca iban a llegar la mano de la justicia donde ellos. Y lo que está ocurriendo hoy día que estamos llegando casi a medio siglo de búsqueda de justicia  y estamos alcanzándola a pesar de la cantidad de décadas que han pasado, Chile, le está diciendo a los violadores de los derechos humanos que no tienen cabida en este país porque si cometen atrocidades, como las que cometieron, la justicia los va a perseguir.

Nosotros como familia luchamos desde pequeños por llegar a alcanzar et momento que estamos viviendo hoy día, que nos está abriendo las puertas para que los criminales que asesinaron a mi papá y al dirigente campesino Abraham Oliva, ingresen a cumplir  las penas por los delitos atroces que cometieron. Así es que eso, por lo menos, nos deja con la satisfacción de que estamos llegando a una etapa muy importante de nuestras vidas como familia.

¿Cómo ocurrieron los hechos relacionados con la muerte de su papá?
Mi mamá tenía 33 años, quedó viuda a esa edad, mi papá tenía la misma edad de ella, cuatro hijos; Luis de 13 años, Ramón de 11, mi hermana Patricia  de 9 y yo de 3 años. Mi papá apareció en el bando militar de El Mercurio el 12 de septiembre donde buscaban a los 20 personajes que el régimen militar quería presos al otro día del golpe. Encabezaba el listado Clodomiro Almeyda y todos los líderes del Partido Socialista y  la animadversión que tenían por mi papá, en el sur de Chile, era justamente que, él había sido un luchador muy importante en lo que fue  Pampa Irigoin, que fue la matanza de pobladores en Puerto Montt que hubo en el  gobierno de Frei Montalva. Allí mi papá se enfrentó mucho a la Democracia Cristiana y a los sectores oligárquicos de la derecha, por lo tanto era un nombre tremendamente apetecido por la derecha para eliminarlo, esa esa es la verdad.

¿Dónde tuvieron detenido a su papá?
A mi papá lo tuvieron detenido entre la cárcel de Valdivia y la de Puerto Montt, lo trasladaron muchas veces y ese dos de diciembre fue cuando montaron toda la estrategia para eliminarlo, esa es la verdad.

Cuentan sus compañeros de celda que la noche previa al 2 de diciembre, eso está en los expedientes judiciales que hoy soy  tres mil fojas, que esa noche del recinto de Investigaciones de Puerto Montt, donde lo fueron a buscar, a ellos les dieron somníferos en la comida porque nadie sintió nada, porque ellos cualquier golpe o ruido, si se abría una puerta en la noche todos despertaban porque estaban torturados durante meses. Y la noche que sacaron a mi papá nadie se dio cuenta que lo habían ido a buscar, de manera inexplicable. Por lo tanto ellos señalan que les dieron algo para que no despertaran.

¿Y se llevaron a su papá para matarlo?
Se lo llevaron a mi papá camino a Fresia, en una camioneta del Servicio Agrícola y Ganadero, que había sido confiscada por el Ejército. En esa camioneta iban 4 carabineros, el conductor y dos carabineros más y un carabinero que iba atrás del vehículo en una camioneta Chevrolet C10 de una cabina. Todo esto fue planificado. Paralelamente en Fresia habían detenido a un dirigente campesino que era cercano a mi papá. Lo llevaron al lugar donde pretendían hacer un montaje como un enfrentamiento, como que a mi papá lo llevaban a Valdivia  y un grupo de marxistas, extremistas salió a rescatarlo. Ese fue el plan que idearon, pero les falló. Esto que estoy contando es muy clave, el plan les falló por culpa de René Villarroel que es el principal inculpado en la muerte de mi papá, que está vivo y le han dado 15 años de condena efectiva.  

¿Quién es René Villarroel?
René Villarroel, alias Juan metralla, era un teniente joven de unos 25 años. Era muy terrible porque violentaba sexualmente a las detenidas en tenencia de Fresia, torturó, era el más macabro y siniestro de aquellos años. Él fue encargado de llevar a Abraham Oliva al cruce de Fresia con Frutillar a la carretera para provocar el enfrentamiento falso, pero algo pasó en el camino que René Villarroel llegó con Oliva muerto, tal vez por una golpiza. Y cuando llegan con mi papá  al sitio donde iban a hacer el enfrentamiento se dan cuenta que el otro viene muerto, todo esto que cuento es parte del expediente, y ahí se genera una gresca entre los carabineros que increpaban a René Villarroel por lo que hizo porque, de una u otra manera, les alteraba los planes.

¿Y cómo lograron matar a su papá?
Entonces, a mi papá lo bajaron del vehículo, le dijeron que se fuera, mi papá yo creo que les creyó, esto fue en la madrugada, y cuando se iba le dispararon a mansalva 16 balazos por la espalda y todo eso quedó acreditado, obviamente  en el juicio, que duró 14 años.

¿Qué pasó con los otros inculpados por la muerte de su padre?
En el transcurso dos inculpados, que iban en la camioneta donde llevaban a mi papá, se suicidaron cuando empezaron a ser investigados. Este caso fue muy terrible porque se fueron muriendo los que podían inculparse unos a otros. Pero, hubo un carabinero que el peso de su conciencia lo hizo delatar a todo el resto y él contó toda la verdad. Él está vivo y es uno de los que va a cumplir condena. Colaboró. René Villarroel nunca quiso colaborar, siempre se negó a entregar la verdad de los hechos.

¿Van a cumplir la condena en Punta Peuco?
Debiesen entrar a cumplir condena en Punta Peuco. Nosotros creemos que todavía tienen tiempo para presentar un recurso de casación con lo cual lo único que pretenden es ganar tiempo para no ir tan luego a Punta Peuco porque ambos fallos de la Corte de Temuco, en primera instancia fueron muy contundentes, para determinar la responsabilidad  de esas personas en la muerte de mi papá.

Todos los abogados  de Derechos Humanos tienen la plena convicción de que es imposible poder modificar el fallo, pero nosotros tenemos ciertos temores y no es el fallo porque es tan contundente que es irreversible, sino que ellos pueden huir del país.

¿No tienen medidas cautelares?
Tienen orden de arraigo nacional, pero por un paso no habilitado pueden hacerlo. René Villarroel está complicado porque se le viene otra acusación que es por un falso Consejo de Guerra que hicieron y mataron a 9 campesinos en Fresia. Y esa condena le viene muy fuerte, al menos 20 años así es que no tendría ninguna posibilidad de no morir en la cárcel. Por lo tanto, nosotros tenemos ese temor de que el tipo pretenda escapar y por eso le hemos pedido al abogado que estudie la posibilidad de solicitar la posibilidad de que puedan desde ya empezar a cumplir condena, estar en prisión preventiva porque son un peligro para la sociedad.

¿Su mamá está viva?
Mi mamá está viva, tiene 80 años y está enferma. Ella nos educó con mucho esfuerzo porque quedó sola. A mi papá le encantaba el campo y el año 1972 compró con un crédito hipotecario un campo de 100 hectáreas en Puerto Montt, obviamente cuando a mi papá lo mataron, mi mamá no iba a poder pagar eso porque era dueña de casa, campesina. A mi papá lo mataron el 2 de diciembre del 73 y en marzo del 74 la sociedad ganadera Aysén que le vendió el campo a mi papá pidió la restitución del campo para echarnos a la calle, a mi mamá con sus 4 hijos.

¿Y qué hicieron?
En plena dictadura, con puros jueces de la dictadura ella defendió el campo y trabajó 13 años solo para defenderlo porque nos daba de comer, nos podía educar y el año 1984 en un fallo unánime de la Corte Suprema determinó que el campo nos pertenecía, ganamos el juicio. Cuento esto porque es muy extraño, se hizo justicia, pero  nos podían haber mandado a la calle. Solo Dios sabe por qué eso no ocurrió.

A mi mamá nunca le gustó que nosotros estuviéramos en la política, mi hermano Ramón, mi hermana Patricia y yo estamos en política. Mi hermano mayor tiene un grado de discapacidad porque tuvo un accidente cuando chiquitito y  él vive con mi mamá. Ella hace más de un año tuvo un infarto cerebro vascular que le provocó daño cognitivo, que se ha ido lenta pero, progresivamente recuperando.

Una vez, cuando yo tenía como 7 años, venía llegando del colegio y pregunté dónde estaba mi mamá, que siempre fue una mujer muy fuerte y mi hermano me dice que está haciendo la huerta. Ella hacía sus quesos y los vendía, iba a vender sus productos a Angelmó, Puerto Montt. Así nos educó. Y yo llego ese día, nunca me voy a olvidar, la fui a ver y estaba llorando y le pregunté por qué lloraba y me abraza y me dice que es porque los mismos compañeros que ella atendía el día domingo cuando mi papá los llevaba a la casa a comer un asado, esos mismos compañeros en Puerto Montt atravesaban la calle para no saludarla, para que no los vincularan con ella.

Fue la primera vez que me dijo que ella nos iba a educar pero que lo único que quería era que lucháramos por la justicia en la muerte de mi papá, sin odio y sin rencores. Siempre nos dijo eso y eso fue lo que hicimos.

¿Han cumplido con lo que ella les pidió?
Yo he sido duro en la búsqueda de justicia, pero jamás con revanchismo, con odio. Hicimos lo que ella nos pidió, nos inculcó y repito que esta etapa que estamos viviendo para nosotros también, del punto de vista humano, es muy fuerte porque ella no está cien por ciento bien, pero captó absolutamente todo lo que está pasando judicialmente. Ella es la mujer más importante que nosotros tuvimos, ella no vivió para nadie más que sus hijos, no se preocupó de ella, nunca volvió a tener otra persona. Luchó por nosotros y hoy la cuidamos y su recuperación nos llena de satisfacción. De alguna manera ella luchó siempre y soñó con que los que le mataron a la persona que ella amaba iban a pagar en la cárcel y estamos más cerca que nunca de lograrlo.

En cuanto a la contingencia política ¿luego de la acusación contra Cubillos que falló, que sensación tiene?
Muchas veces se dice que hay muchos que son generales después de la batalla y 18 compañeros de bancada son testigos que yo fui de los que me opuse a la acusación. No porque no tuviera mérito. Yo les dije en 15 días antes en un almuerzo de la bancada, vamos en el peor momento del gobierno; vamos a lograr unirlos porque la acusación la vamos a perder porque van  a haber tres o cuatro vendidos que van a votar con el gobierno. Y eso fue lo que pasó y lo reconocieron. Más allá de eso la sensación que queda es que del Parlamento el gobierno ha logrado pesar a los parlamentarios y sabe perfectamente con quienes puede dialogar, con quienes puede llegar a estos acuerdos espúreos algunos y con quienes  nunca van a poder acercarse siquiera a negociar. Y la sensación que queda es que el instrumento, si bien tenía mérito, fue utilizado en un mal momento porque permitió la unión de la derecha en un momento que estaban desarmados, en una guerra interna entre ellos brutal, que se desarrolla  nivel nacional, con lo de Salaberry, tantas otras cosas. Entonces, la acusación al final fue un respiro, un alivio para el gobierno, cuando las encuestas estaban diciendo que el gobierno iba a la debacle.