Oh I'm just counting

Diputado Miguel Ángel Calisto a Cambio21: El Gobierno debe abrirse a retirar los platas de las AFP

Por Alejandra García
 
Parlamentario DC por la región de Aysén pide medidas más audaces por parte del Gobierno para enfrentar “la profunda desigualdad que ha quedado en evidencia tanto después del estallido social como ahora con la pandemia”.
Pide cerrar Aysén para proteger la región del Covid-19; zona que sólo tiene 35 casos; y critica la estrategia del Gobierno de enfrentar la pandemia de manera uniforme , sin considerar la diversidad territorial
 
En Aysén no hay cuarentena; hay muy pocos casos, pero los habitantes de cada comuna se mantienen en alerta y piden cerrar la región;: petición que el diputado Miguel Angel Calisto ha hecho pública, esperando que ello contribuya para proteger a esta zona donde hoy la nieve lo cubre todo.
 
Es uno de los diputados más jóvenes de la Cámara; cree en la necesidad de renovar liderazgos y espera que, pasada la pandemia, “podamos atender las innumerables demandas sociales que hoy han quedado en evidencia”.
Conversamos con él sobre la pandemia, su presidencia en la Comisión de Seguridad y las demandas sociales que forman parte de la agenda pública. 
 
Diputado, usted ha señalado que en la región de Aysén hay que tomar medidas drásticas para evitar contagios y está pidiendo el cierre de la región. ¿Qué le pide en concreto a la autoridad?
"Aysén es la región con menos casos del país. A fines de esta semana teníamos 35 casos, de los cuales 10 estaban activos. La mayoría de estos casos son provenientes de otras regiones y han llegado a Aysén principalmente a través del aeropuerto de Balmaceda en vuelos comerciales.
 
Lo que estoy pidiendo en concreto es que aprovechemos nuestro histórico aislamiento para cerrar el acceso terrestre, aéreo y marítimo por las semanas de mayor peak en Chile, de modo de garantizar que no sigamos importando el virus. Aysén tiene un sistema de salud frágil, con pocos equipamientos médicos y equipos humano, no tenemos uci pediátrica, y solo hay 14 camas críticas para toda la región, por lo que un brote de Covid-19 sería desastroso y grave, tomando en cuenta además que todos los servicios de salud de Chile están saturados.
 
Si Aysén cierra su acceso, sumado a una estrategia que permita controlar la trazabilidad de los casos, es perfectamente posible que en un mes logremos cero casos activos, lo que nos permitiría abrir comercio, restaurantes y cafeterías. Incluso, los niños podrían retornar los jardines y escuelas. Lo que planteo no es un descubrimiento, es algo que ya aplicó Nueva Zelanda e Isla de Pascua, y que en zonas que aun no tienen altos niveles de contagio ha dado resultado"
Si bien la zona que representa no tiene las cifras de contagios y fallecidos que el resto del país, ¿cómo evalúa usted la estrategia del Gobierno al respecto? No sólo la sanitaria sino la respuesta económica y social.
"Creo que el gran pecado del Gobierno es creer en la uniformidad de Chile, que todas las regiones somos igual que Santiago. El Gobierno toma decisiones de acuerdo a lo que ve en su entorno. Este brote se desató en la Capital y más que cuarentenas en las regiones, una medida hubiese sido cerrar el acceso a las regiones de modo de aislarlas del virus.
Otro error es el poco control y fiscalización en las cuarentenas, además de la autorización prácticamente universal de los salvoconductos. En estos casos se requiere disciplina de la población, pero también una drástica Fiscalización y quizás una campaña comunicacional más potente, que genere consciencia.
 
Ahora en materia económico-social, creo que uno debe ser muy responsable porque está en juego la estabilidad del país. En eso Chile siempre ha sido muy conservador, tanto los gobiernos de concertación y del Presidente Piñera siempre han sido responsables. Pero hay momentos excepcionales donde los ahorros hay que gastarlos, y si es necesario endeudarse, hay que hacerlo.
 
Este es el momento de abrir la billetera para ayudar a quienes lo están pasando muy mal con esta pandemia. Incluso me parece necesario del punto de la estabilidad social y política tomar medidas más audaces para sostener la crisis. Hoy existe una justificación razonable para aumentar el gasto fiscal"
 
Hay algunos proyectos que el Gobierno no está apoyando y que incluso busca frenar, como el post natal de emergencia, la ley de servicios básicos y el retiro de parte de los fondos de las AFPs. ¿Cuál es su opinión?
De partida, pensar en un veto al proyecto de servicios básicos es impresentable. Aquí no hay gasto fiscal, y tampoco atenta contra la libertad empresarial. Solo es un proyecto que busca dar respiro a muchas familias al no cobrar en 3 meses. Nadie le está regalando nada a las familias, solo les entrega el beneficio de repactar y prorratear la deuda. El Gobierno debería promulgar esta ley lo antes posible, mientras más se demora, más afecta a muchas familias.
Respecto al retiro de fondos previsionales, evidentemente estamos hablando de nuestros ahorros. Todos sabemos que no debemos sacarlos, porque afecta nuestra pensión futura. Tomando en cuenta esa afectación, es que soy partidario de manera muy responsable la posibilidad de sacar hasta 1 millón de pesos con el respaldo del Estado, de modo que no afecte la pensión futura.
 
Lo mismo sucede con el post natal de emergencia. Estamos viviendo una crisis que no tenía precedentes en el mundo, entonces es el momento que el Estado se haga presente con fuerza y pueda ayudar a las familias que peor lo están pasando. Todo esto está dejando al descubierto cierta insensibilidad de parte del Gobierno, lo que a futuro nos puede salir mucho más caro.
¿Qué significa ser capaz de liderar en estos momentos, considerando el sentido de urgencia?
Creo que en estos momentos es muy importante actuar con mucha responsabilidad, pero también con conciencia, sensibilidad y empatía frente a la situación actual de muchas familias. Estamos ante dos crisis, la sanitaria y la económica, entonces creo que todos los esfuerzos deben apuntar a esas dos líneas de acción.
Un liderazgo eficiente ante una crisis de este tipo debe dar seguridad a la población, pero no en base a la coerción o al totalitarismo, sino en base a habilidades blandas, como la adaptabilidad, empatía y por sobre todo, la capacidad de diálogo. Un liderazgo eficaz debe, por sobre todo, ser capaz de dialogar con todos los sectores, mostrar una faceta negociadora y conciliadora, sin perder por su puesto el sentido de urgencia que necesitamos.
En ese sentido, creo que los últimos cambios realizados por el Presidente Piñera en el área de la salud han ido en el sentido correcto, porque se ha notado una intención de diálogo, de escuchar a la otra parte. Esperemos que eso no se quede sólo en una intención y se materialice en acuerdos importantes que nos permitan dar pelea a estas dos crisis que estamos viviendo.
 
Como presidente de la comisión de seguridad usted ha seguido tramitando proyectos que de alguna forma tienen impacto en un tema sensible como es la seguridad pública. Después de los hechos conocidos con el estallido social y con los fraudes en las policías, ¿qué relevancia le otorga al que moderniza a las policías?
Es importante recordar que el proyecto que Moderniza la labor de las policías fue presentado por el Gobierno antes del estallido social, por lo que estaba enfocado principalmente en perfeccionar aspectos relacionados a la probidad y la transparencia en estas instituciones.
Después del 18 de octubre, y luego de muchos meses de tramitación en el Senado, como Comisión de Seguridad Ciudadana quisimos plasmar en este proyecto otros elementos que la iniciativa no consideraba, como por ejemplo algunas indicaciones que van en la línea del respeto irrestricto a los Derechos Humanos que debiera tener una institución como Carabineros de Chile.
 
En este sentido, presenté una indicación que restringe el uso de la fuerza por parte de Carabineros, que va en línea con la necesidad del irrestricto respeto por los derechos humanos que debiera tener la institución. Además, establece que el uso excesivo de la fuerza no solo conllevará responsabilidades individuales, sino también al mando que debe supervisar.
También presentamos otra indicación que establece la obligatoriedad del uso de equipamiento audiovisual que permita grabar los procedimientos policiales. Es fundamental que carabineros porte este tipo de elementos para así velar por la transparencia al momento de realizar cualquier procedimiento. Esto sirve como un resguardo, tanto para una posible víctima de abuso policial, como también para los propios carabineros en el caso que sean acusados injustamente.
Con este tipo de cambios que realizamos en la Comisión de Seguridad Ciudadana, el proyecto adquiere más relevancia, porque en cierto sentido lo actualizamos a los nuevos estándares que debieran tener Carabineros de Chile luego de todo lo que vimos durante el estallido social.
Sin embargo, este proyecto no es suficiente, necesitamos que le Gobierno vaya un paso más allá y proponga una reforma más profunda a las policías, para que la gente vuelva a recuperar la confianza en Carabineros de Chile.
Si el Gobierno no cambia su actitud, el costo puede muy caro
 
Desde el punto de vista político y ciudadano, cuáles cree usted que son y seguirán siendo las grandes demandas en lo que queda de pandemia y el periodo post pandemia donde ya se habla de un despertar social 2.0?
Tal como lo plantee, si el Gobierno no se abre a realizar propuestas más audaces en lo económico y no se hace parte de proyectos que estamos presentando desde la oposición, como el postnatal de emergencia, o la posibilidad de retirar algo de los fondos previsionales, nos saldrá muy caro como sociedad.
Si algo ha demostrado el estallido social y esta pandemia es la tremenda desigualdad que se vive en nuestro país, y es ahí donde el gobierno debe poner el foco, en la gente que más lo necesita. Necesitamos un Estado más robusto en salud y educación, con mayor presencia en los barrios bulnerables, para así dar la batalla al narcotráfico que tiene infectado a gran parte de las poblaciones de nuestro país.
Si el Gobierno no cambia su actitud y no empieza a escuchar un poco más a la gente y a los otros actores políticos, el costo puede muy caro.
 
¿Cree usted que la ley que pone fin a la reelección contribuye a dar espacios a nuevos liderazgos?
Me parece que sí. Creo que eternizarse en un cargo termina haciéndole mal a la política, por eso aprobamos este proyecto sin letra chica, para que haya un límite a la reelección inmediato y aquellos que llevan, 25, 30 años o incluso más en cargos de elección popular den un paso al costado.
En estos momentos, tanto el Senado como la Cámara de diputados están muy mal evaluados por la ciudadanía. Para poder revertir esta situación necesitamos caras nuevas y nuevos liderazgos. Eso es lo que estamos haciendo con este proyecto, darle espacio a los nuevos liderazgos para intentar recuperar la confianza de la gente.