Por 101 votos a favor, 30 en contra y dos abstenciones, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó este martes el proyecto de ley de matrimonio igualitario, el que ahora pasará a tercer trámite constitucional en el Senado, quedando así a un paso de convertirse en ley.
Más temprano, mientras se iniciaba el debate y votación parlamentaria, Daniela Andrade, vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) señaló estar “muy expectantes (dado que) será la penúltima votación. De aprobarse en la Cámara, faltaría solo una votación en la sala del Senado. Felices de estar cada vez más cerca de la igualdad para todas las parejas y familias”.
De acuerdo a lo consignado por el Movilh en la comisión de Hacienda de la misma Cámara baja, la propuesta de matrimonio igualitario asciende a $334,8 millones por una sola vez, más $94 millones por prestaciones sociales y previsionales para pareja del mismo sexo.
La misma organización estuvo recogiendo los argumentos esgrimidos por los parlamentarios. Así, por ejemplo, destacaron que el parlamentario oficialista Diego Schalper se opuso por “la preservación de la especie”; el diputado Miguel Mellado dijo que “es un gustito de la elite burguesa” y que “el matrimonio es por naturaleza entre un hombre y una mujer”; mientras que el diputado Cristobal Urruticoechea es “inmoral. No igualemos los heterosexuales con los homosexuales, son distintos. Es la naturaleza la que niega derechos a homosexuales”.
En la otra vereda, la de los defensores, el diputado Marcelo Díaz destacó que la propuesta surgió de un acuerdo de solución amistosa firmado por la expresidenta Michelle Bachelet: “estamos haciendo un acto de justicia, de igualdad. Si es igualitario, el proyecto debe ser con los mismos derechos y deberes de la actual ley de matrimonio Es un acto de reparación y civilización”, agregó Díaz.
Mientras, la también oficialista, Érika Olivera, puntualizó que se trata de un tema de “libertad; no se trata solo de las parejas, sino también de los hijos, niños, niñas y adolescentes que forman parte de esa familia”; mientras que el también oficialista Sebastián Keitel precisó: “quiero que mi hijo y toda la sociedad chilena tengan las mismas posibilidades de armar y formar familia. El matrimonio igualitario no destruye a la familia, la fortalece”.