Un desorientado Sebastián Piñera no supo cómo reaccionar frente a la interrupción de su discurso al pasar un cortejo fúnebre haciendo sonar sus bocinas: "Alcalde, ¿este es un atentado, organizado por la Municipalidad?" preguntó en voz alta al edil de Santiago.

Al percatarse del paso de la carroza y los vehículos que la acompañaban, levantó de manera ostentosa sus brazos al cielo agregando junto a una inapropiada sonrisa: "ah... oiga ... es un .... ehhh bueno... pidámosle a Dios que acoja en su santo seno... (sigue sonriendo)... ya..."...  

Carabineros tuvo que redirigir un cortejo fúnebre que en ese mismo instante pasaba por los alrededores de la plaza y que circulaba realizando bocinazos.

Además recordó acerca de la vida: "No es simplemente, como decía Arjona, agregarle años a la vida, también queremos agregarle vida a los años”, en relación al programa “Tiene que ver con vivir más y además con vivir mejor. 

La actividad, que pretendía dar a conocer este beneficio, se transformó en una accidentada jornada llena de situaciones que generaron la risa, la molestia o el desconcierto entre los asistentes a la pauta a la desarrollada en la plaza Yarur de la comuna de Santiago.