Por Mario López M.

Muy malos recuerdos está dejando el paso de Sebastián Piñera por el país del norte y las Naciones Unidas.

No ha sido solo un "accidente" o una "piñericosa" como aquella de su viaje en la administración anterior en que se sentó, fuera de todo protocolo en el sillón presidencial de Barack Obama en el Salón Oval.

Esta vez han sido una serie de "escapadas de libreto" o, que en realidad  lo muestran tal cual es.

Su discurso ante una asamblea de naciones Unidas vacía, impactó, si se compara con otros dignatarios chilenos que han visitado ese organismo y han hablado ante la ONU.

Le habló a las paredes, pues las gráficas demuestran no solo la ausencia de diplomáticos, sino que además los pocos que estaban, no seguían el discurso, hablaban entre ellos o estaban más preocupados de tuitear o coinsultar sus mensajes de smathphone.

Luego vendría otro bochorno, esta vez para la seriedad del país.

Chile fue uno de los dos estados promotores del Tratado Ambiental de Escazú, que otorgaba una mejora en el acceso a la información, la participación pública y a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, asegurando la participación de las comunidades.

Nadie se explica esta voltereta que coloca a nuestro país a la altura de un país poco serio, que promueve acuerdos que luego ni el mismo suscribe.

Aquí hay bastante más de fondo, pues para Piñera y buena parte de la derecha, proteger el medioambiente es un "obstáculo" para el crecimiento económico.

"¿A cuál @sebastianpinera le creemos? al que defiende el medioambiente en la #ONU o al que autoriza tronaduras en #IslaRiesco para generar +carbón y seguir sacrificando a habitantes de Quintero y Puchuncaví y se niega a firmar acuerdo de Escazú", tuité la senadora DC Carolina Goic.

Por su parte la periodista Mirna Schindler señaló que el "Pdte. Piñera perdió una valiosa oportunidad política al no firmar Acuerdo de Escazú, más aún, siendo su primer gobierno el que lo propuso y lideró las conversaciones con los países firmantes. La cancillería tuvo 6 meses para revisar el texto final. Chile no puede darse este lujo".

Pero no era todo, la guinda de la torta vino este viernes, cuando en visita a la Casa Blanca, exhibió una foto que daba cuenta de la bandera de Estados Unidos, en la cual había insertado la bandera de Chile.

Desde luego debió modificar el orden de los colores de las barras rojo y blanca de la bandera americana y ni siquiera el número de estrellas coincidía con los Estados miembros de ese país. Desde luego ese solo hecho ya hacía parecer vergonzoso el episodio, pero había más, entre medio de la bandera de EEUU, aparecía una minúscula bandera chilena. 

Como una "torpeza", "ridícula", "aberrante", y muchísimos otros epítetos, fue considerada la "gracia" presidencial.

Los más serios señalaron que se había mancillado el emblema nacional y no faltó el que defendió la "simpatía" de Piñera, solo que esta vez fueron los menos.

"Esto es un delito", comentó a Cambio21 un destacado abogado, recordando que por situaciones menores se ha aplicado la Ley 20.537, sin perjuicio del rango constitucional que tienen los símbolos patrios, como la bandera de Chile.

La explicación, agrava la falta, reza el dicho, y Piñera lo logra en plenitud

La explicación de Piñera, AQUÏ

Y todavía quedan más de tres años en La Moneda...