La encuesta La Cosa Nostra (LCN) que dirige el sociólogo y exprecandidato presidencial Alberto Mayol, correspondiente a julio, sitúa a Jeanette Jara como favorita en primera vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre, con 38% de las preferencias, seguida por José Antonio Kast (23,3%) y Evelyn Matthei (18,7%).
En hipotéticos escenarios de balotaje, Jara pierde ante los dos candidatos de "las derechas": contra Kast obtendría 45,8%, frente a 54,2% de su rival; y ante Matthei alcanzaría 41,5% versus 58,5%.
Evelyn Matthei destaca como la figura con menor percepción de riesgo entre los candidatos competitivos. Según el sondeo, “el índice de peligrosidad muestra a Matthei como la candidatura menos peligrosa”, con una media de 4,3 en una escala de 10 puntos, frente a los 5,7 de Jara y 6,0 de Kast.
Este factor explica parcialmente su ventaja en segunda vuelta: el 45,2% votaría “seguro” por ella frente a Jara, mientras solo 36% lo haría por la candidata oficialista.
Al priorizar valores para la sociedad, el 31,7% elige “Progreso“, seguido por “Igualdad” (28%) y “Orden” (20,8%).
Destaca la visión sobre la riqueza: un 63,3% cree que “se llega a ser rico fundamentalmente como resultado del mérito“, contra un 28,5% que lo atribuye a abusos.
En un ejercicio anónimo de ofertas programáticas, el 45,3% eligió al candidato que priorizaba “seguridad, control migratorio y crecimiento económico”. El dato confirma que “la tesis del comando de Kast sobre la primacía de seguridad es cierta hasta cierto punto”, según precisa LCN.
Las propuestas sociales como educación o salud solo captaron 18,7%, mientras que temas ambientales apenas alcanzaron 0,3%.
El análisis de consistencia revela alta polarización: Jara y Kast concentran sobre 50% de notas 1-3 (mínimo aporte) en sus evaluaciones individuales. No obstante, Matthei muestra mayor capacidad de atracción transversal.
Quienes apoyan a Matthei en primera vuelta, pero optarían por Jara en el balotaje, evalúan a esta última con nota 4,3 en aporte, pero le asignan 4,5 en peligrosidad (frente a 3,9 de Matthei). El dato refuerza que la percepción de riesgo opera como factor decisivo en etapas definitorias.