Por Alfredo Peña R.

Fue una campaña intensa para Sebastián Sichel para ser alcalde en Ñuñoa. Y esta elección para el Gobierno es icónica. Ha puesto todas sus fichas.

Analistas políticos indican que si el Gobierno pierde Ñuñoa y Santiago, el próximo lunes comienza el "año del pato cojo", donde todos saben que perderán el poder del gobierno central el 2025.

Sebastián Sichel tiene experiencia en campañas políticas. Fue candidato a diputado dos veces por la DC y ganó la primaria presidencial de la derecha. Y en 2021 fue el candidato presidencial de Chile Vamos, elección que la ganó Gabriel Boric. 
Trabajó en distintos cargos en uno de los Gobiernos de Bachelet y luego apoyó a Sebastián Piñera.

La campaña ha sido intensa hasta este último día de campaña: en las últimas horas se conoció que Sebastián Sichel presentó una querella por injurias en contra de la presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez tras una campaña en redes sociales en su contra, por parte del partido al que pertenece la actual alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos.

El también exministro del último Gobierno de Piñera fue entrevistado por Cambio21.

Se acabó la campaña. ¿Qué le dejó todo este contacto con los ñuñoinos/as?

Una tremenda esperanza de que se pueden hacer las cosas mejor. Y que la lucha de las personas por salir adelante requiere un municipio a la altura. Que la mala gestión ha dejado solos a muchos vecinos: y que se necesita un municipio cercano, eficiente y preocupado de los vecinos. Ñuñoa representa el alma de Chile. Y esa alma debe alejarse de la violencia y recuperar la unidad. 

Usted tiene experiencia en campañas. Fue candidato a diputado, a una primaria y luego a una candidatura presidencial. ¿Qué grandes diferencias vio en esta campaña en Ñuñoa?

Primero, el nivel de violencia de quienes tienen miedo a perder el municipio. Es increíble como algunos han hecho de la política un arte del descrédito y la injuria. Nunca había visto tanta violencia como en esta campaña. Segundo, la ausencia de un proyecto en el mundo del Frente Amplio.

Como toda su épica se basa en el odio al otro y en su propia superioridad moral, no aceptan debates técnicos o serios sobre cómo mejorar la gestión. Hay un debate mediocre sobre buenos y malos que tratan de liderar. Ñuñoa tiene uno de los municipios más ricos de Chile y no merece estar pasando la crisis de seguridad que está viviendo, o la ausencia de un proyecto de protección social para sus vecinos.

Los municipios antiguamente eran puntos de encuentro de la ciudadanía. Hoy en esta campaña me enfrenté más bien a un batallón que lo ve como un trofeo más que como una herramienta de cambio social. Una última cosa, en otras elecciones las campañas se basaban en cómo hacer una sociedad más justa a través del sector publico: pero me di cuenta que en el debate local, el Frente Amplio y su agenda, extirpó palabras como pobreza, comunidad, colaboración y un largo etcétera.

Añoro volver a cuando las campañas se trataban de proyectos de sociedad y no que se gestionaban como debates de malas federaciones universitarias en que todo se trata de desacreditar al otro. 

Usted fue DC, luego estuvo en la centro derecha...Usted está siendo apoyado por muchos exministros, exsubsecretarios, incluso un exalcalde DC va en su lista y otros de la antigua Concertación. ¿Cree que estos apoyos son una idea de su gestión si es que es electo alcalde?

Siempre me he considerado orgullosamente una persona de centro. Pero Ñuñoa -y Chile- requiere garantizar orden y gobernabilidad. Y eso claramente lo dan pactos amplios y con acuerdos. El Frente Amplio satanizo el encuentro y los acuerdos y exacerbó los conflictos. Estoy muy contento que nuestra campaña permita el reencuentro de demócratas de centroderecha y centroizquierda que están preocupados de que Ñuñoa esté mejor y saben que pueden garantizar orden, justicia y libertad. Es un orgullo tener apoyos que van desde Jorge Alessandri hasta Jorge Burgos o desde la doctora Cordero hasta Patty Hidalgo y del exalcalde DC Jaime Castillo. El forma parte de los candidatos a Concejales y será de un gran aporte su experiencia en la gestión municipal. Sera fundamental en el programa de recuperación comunal. 

Quizás es una señal para lo que debería ser el Chile del futuro: un lugar en que no se acepta la violencia, el autoritarismo y se privilegia la gestión, la colaboración y la preocupación por el bien común. Ñuñoa puede estar a la vanguardia en este nuevo camino político y creo que esta campaña ha logrado esa unidad: todos los colores contra la mala gestión y el desorden. 

Usted ha recibido ataques físicos y acusaciones en esta campaña. ¿ A que se debe, según su análisis?

A la radicalización en el debate político que ha impulsado el Frente Amplio con el PC. Siento que en esos sectores que se robaron las demandas de octubre hay síntomas peligroso de autoritarismo: primero moral -se sienten superiores- después políticos -solo aceptan sus opiniones- y sobre todo de poder -usan los municipios para contratarse a sí mismos. En ellos además hay varios que dejaron de creer en la democracia, lo vi en las calles con adeptos a la actual alcaldesa que decían: Ñuñoa es nuestra, este es nuestro barrio o usted no debe estar aquí. Y de ahí nace la violencia anti democrática: si alguien se siente dueño de la opinión de otros, es obvio que no quiere que esto se resuelva en las urnas, sino con golpes y gritos.

El correlato de esto es que la agenda, la roban los que más gritan y no los más que necesitan. Esto es un riesgo que ya enfrentó la izquierda en los 60: volverse anti democrática y elitista. Ya no hablan de pobreza sino de minorías, ya no hablan de democracia sino de propiedad de territorios. Y obvio que están enrabiados cuando ven que en democracia pueden perder algo que consideran “propio”. Quizás esa es la maravilla de Ñuñoa: no se deja dominar. Es libre. Y decide democráticamente. Y quizás eso es lo que más odian, no haber podido imponer autoritariamente una visión.

Siempre me he opuesto a todo autoritarismo de derecha o izquierda, porque siempre esconde una validación de la violencia. En el fondo los golpes recibidos e insultos, son productos de esta visión autoritaria que tienen de la política los frenteamplistas y PC. Y por lo mismo que las culturas socialdemócratas, socialcristianas, conservadoras y liberales se oponen a esa violencia. Quizás esa es la razón por la cual nos están apoyando: repudio a esa forma de ver la política. 

Usted dijo que una de sus primeras medidas será despedir a decenas de operadores políticos del Frente Amplio....

Exacto. Devolver el municipio a los ñuñoinos. Buscar a los mejores para los cargos. Gastarse los recursos del municipio en seguridad, infraestructura y apoyo social. Mejorar la gestión. Los años de experiencia público y privada me han llevado a una conclusión: no hay buenos políticos donde hay malas gestiones. En un municipio en que crece este año un 22% el delito. O que haya un permanentemente desorden, es obvio que hay que cambiar el eje: menos burocracia, más gestión. 

En lo que incumbe a la calidad de vida de los ñuñoinos.   ¿Cúal será su primera medida?

Un plan de shock en seguridad. 7 centros de seguridad en los barrios. Monitoreo aéreo. Y estrategia global de limpieza. En mediano plazo dejar grandes obras de infraestructura: nuevo edificio de servicios, remodelación de Irarrazábal y reconstrucción del polideportivo. Que estas obras queden para siempre.