Cada día que transcurre de la campaña electoral, el candidato presidencial independiente, José Antonio Kast, se gana el rótulo de ultraderechista o ultraconservador.

 

Lo último fueron sus intervenciones en el primer debate (organizado por la ANP) que reunió a los ocho aspirantes a La Moneda el pasado jueves 28 de septiembre.

 

Respecto a la dictadura militar, el diputado y exmilitante de la UDI dijo que “las Fuerzas Armadas no usaron la fuerza para tomarse el poder, sino para recuperar Chile”. Sobre el “caso quemados” (Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas Denegri), expresó que “lamento mucho el tema de los jóvenes, pero hasta el momento nadie ha sido condenado por eso”. Y en relación con el conflicto en La Araucanía, sostuvo que “si yo pido colaboración a las Fuerzas Armadas es para alcanzar paz en una zona en la que no hay paz”.

 

 

 

Javiera Arce, socióloga de la Universidad de Valparaíso, aseguró que existe un piso social y cultural que hace posible que una “doctrina” de ultraderecha liderada por José Antonio Kast crezca en el país.

 

“En general, los chilenos son súper racistas, discriminadores y muy conservadores y tienen un supuesto planteamiento facial que no es tal. Y con la gran inmigración de afrodescendientes de Haití, Colombia y Venezuela que se está produciendo, resulta que se asumen blancos y se creen arios, cuando en realidad somos morenos, cero positivos (sólo unos pocos son A positivos) y no existe mucha diferencia con la población indígena que vive acá”, comentó a Cambio21

 

En opinión de la académica, “no me parece tan descabellado que nazca un ultraderechismo, dado que se van a exacerbar los nacionalismos como método de campaña y aglutinación política, lo que de todas formas me parece muy grave”.

 

Tanto avance pronostica Arce, que Kast “incluso podría sacar más votos que Carolina Goic (presidenciable DC)”.

 

“Es cosa de leer los comentarios de las redes sociales luego de sus entrevistas en televisión y sus opiniones en los debates, donde dice cosas que son para tener miedo”, insistió.

 

 

Por su parte, Pablo Rodríguez, investigador del Instituto Libertad, descarta tal perfilamiento de Kast, que es tío del exabanderado presidencial de Evópoli, Felipe Kast.

 

 

“Todavía no logro entender su candidatura. Hacer tres años era muy crítico del actuar de la directiva de la UDI. Era visto como un díscolo y en algún momento sintió o creyó que el mundo que tenía que representar era el de los militares en retiro. Pero si uno se fija en los discursos que decía en un principio, hace dos meses, esa conexión entre ese sector y él no era tan clara y tampoco se asumía como su representante”, expresó a este diario.

 

“Kast mantiene un discurso errático en algunas cosas, muy conservador en lo valórico, pero no creo que logre ser una alternativa. No tuvo discursos coherentes en el tiempo como para establecerse como líder o vocero de algunos grupos”, criticó.

 

Para terminar, Rodríguez acusa “sobreestimación” sobre “lo que puede significar el mundo militar en cuanto a sus capacidades”.

 

“Me imagino que los que quieren representar a ese grupo tratarán de mostrarlos como un sector grande, homogéneo y que podría incidir en las cosas. Pero la verdad es que no hay ningún dato que permita decir que en realidad son una facción fuerte. Más bien es un grupo de interés cuyo impacto solo es acotado”, concluyó.