El ex fiscal Carlos Gajardo, quien alcanzó notoriedad nacional como investigador de los casos Penta, SQM y Corpesca, lamentó que el juez brasileño Sergio Moro haya aceptado ser ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro.
Gajardo alabó en múltiples ocasiones la labor de Moro, quien también logró fama en causas ligadas al combate de la corrupción, especialmente liderando la investigación del caso Lava Jato, que desenmascaró una millonaria red de corrupción entre políticos y empresas constructoras.
Moro fue artífice del procesamiento y encarcelación -por corrupción pasiva y lavado de dinero- del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo que le impidió competir en las últimas elecciones presidenciales, donde lideraba las encuestas de intención de voto.
Gajardo hizo públicos sus reparos en declaraciones a Las Últimas Noticias y también en tuiter.
"Yo tenía una opinión muy positiva del trabajo que Sergio Moro había hecho en Brasil. Creo que había sido muy profundo, pero al aceptar esta propuesta de parte de Bolsonaro genera legítimas dudas de las motivaciones que tuvo para actuar", comentó Gajardo a LUN.
A juicio del abogado, "la designación le genera un grave daño al combate en Brasil -y en Latinoamérica- a la corrupción, porque lo que más requiere un Estado es confianza y credibilidad en sus instituciones, y este hecho innegablemente se ve como una retribución al juez Moro por el trabajo que hizo, especialmente al encarcelar a Lula.
En abstracto, "yo no veo problemas en que pueda haber un tránsito desde una función a otra, pero creo que en este caso estéticamente no se ve bien, porque justamente la actuación del juez Moro tuvo una influencia decisiva en el resultado electoral".
"Hace pocos meses condenó a Lula, lo que me parece -según los antecedentes conocidos- un correcta decisión, pero al haberlo hecho lo sacó de la carrera presi-dencial, permitió que ganara Bolsonaro y luego el ser nombrado por él se ve como una retribución por su actuación, y eso lo toma impresentable", razonó.
"Creo que es un error y tampoco creo que sea una relación que perdure. En general las formas de la política y la justicia son distintas, y si el juez Moro ha sido tan implacable en el combate contra la corrupción, probablemente se va a encontrar con fenómenos semejantes en el Gobierno de Bolsonaro, que le van a ser difíciles de explicar y de sobrellevar. No le veo buen fin a esa relación", concluyó.