Oh I'm just counting

Ex presidente del Senado Andrés Zaldívar a Cambio21: Carabineros requiere una reestructuración, hay que idear dos tipos de policías: el del tránsito y el que controla el orden público

Por María Cristina Prudant
 
El ex senador y también ex ministro Andrés Zaldívar, actual presidente del Consejo de Asignaciones Parlamentarias lleva un tiempo alejado de la política contingente, el último cargo público fue como Senador de la República, pero se mantiene muy atento a todo lo que ocurre en el país sobre todo en política, justamente sobre esta materia Cambio21 conversó con el ex legislador democratacristiano.
 
¿Usted fue uno de los encargados del Plebiscito del 88 cómo compara esa experiencia con lo que está pasando hoy en el país a la espera de un hecho similar el 25 de octubre próximo?
Son dos tiempos distintos. Los dos tienen mucha importancia, pero el primer plebiscito, el año 88, fue un desafío para quienes creían que era algo imposible de cumplir, porque era derrotar la dictadura en su propia cancha, sobre todo tratar que la gente se incorporara y perdiera el temor a la represión y el control que poseía totalmente Pinochet de todo. Porque la gente que se constituía en las mesas era controlada desde el gobierno y además, hubo que hacer una campaña de inscribir a la gente en el registro electoral y lograr que se estableciera también la posibilidad de una justicia electoral que no existía, que había sido suprimida por la dictadura.
 
Ese plebiscito tuvo un gran mérito que fue la épica. Yo diría el compromiso de la gente casi heroica de muchas de ellas participando en la campaña y donde la limitación nuestra en los medios de comunicación era bastante fuerte, pero logramos imponernos a través de la franja de televisión y la gente trabajó y una cosa es que mucho material de difusión era creado por la propia gente, las chapitas, que los folletos y esas cosas. Nosotros éramos miembros del triunvirato que dirigía la campaña donde estaba Ricardo Lagos, Enrique Silva Cimma y yo. Después se incorporó también el mundo socialista a través de Guillermo del Valle, después Luis Maira. Fue realmente una cosa que, además el mundo no miraba como ingenuos. Cuando uno hablaba con dirigentes de los partidos europeos creían que era imposible derrotar a un dictador en un plebiscito. Pero, bueno, yo creo que hubo mucha mística y mucha fuerza.
¿El plebiscito del 25 de octubre es distinto?
El plebiscito este es diferente, si bien no estamos con todas las libertades, tenemos registros electorales y tenemos toda la institucionalidad del Servel como para hacer las cosas. Tenemos la dificultad primero, que la pandemia nos limita, hay cosas bien delicadas porque la cuarentena si se mantiene, yo creo que se va a limitar mucho la participación de la gente porque puede haber mucho temor. Entonces, la gran tarea hoy día es potenciar la participación de la gente para que concurra al plebiscito y se logre el mayor respaldo posible y luego eso va a ser el primer paso para poder ir luego a elegir la asamblea constituyente una vez que se aprueba –como yo espero que sea así- va a haber una asamblea constituyente yo creo que elegida también por el cien por ciento, sin perjuicio que haya otra opción también.
 
¿Cómo encuentra la campaña que se está haciendo sobre el plebiscito?
Yo creo que falta todavía mucha difusión, la campaña es muy limitada, recién se establecieron las condiciones del financiamiento que podía tener esta campaña, está muy limitada en los medios que hay, también por la pandemia y la crisis económica por la cual atravesamos, lo cual exige sobre todo a los dirigentes , la gente que tiene mayor presencia en la opinión pública en las redes sociales de difundir y entusiasmar a la gente para que concurra la gente a votar a los lugares que nos señale el Servicio Electoral, pero no es una tarea fácil y creo que la gente no puede quedarse dormida en los laureles que esto es una carrera corrida, no. Yo creo que va a ganar el Apruebo por amplia mayoría y espero que así sea. Y no con eso descalifico a la gente que pueda estar en otra posición. Yo creo que falta más fuerza para poder que la gente se sienta entusiasmada. Aquí no van a haber concentraciones, seguramente o grandes reuniones porque eso no es posible, Entonces, eso requiere de mucha fuerza y voluntad y la actitud de cada uno de nosotros. Aquí nadie debiera restarse y ojalá que el día que haya que votar vaya la mayor cantidad de gente posible. Eso no quiere decir que yo estoy cuestionando la legitimidad del resultado, el resultado va a ser el que se dé de acuerdo con la participación que haya.
 
¿Usted cómo analiza el rol que está cumpliendo la derecha frente al plebiscito?
Yo creo que hay una derecha que uno la ha visto en una posición más realista con lo que la ciudadanía está pidiendo. Hay una derecha más abierta a buscar una fórmula para que el plebliscito se dé. Pero hay dos derechas; una más conservadora, negativa y por ellos ojalá no se hubiera hecho el plebiscito y que tampoco hubiera reforma constitucional, una nueva Constitución sino que más bien que continuáramos con la Constitución actual y que siguiéramos parchándola, pero yo creo que es una posición errada. Yo creo que este caso alguna posición de alguna parte de la derecha que ha llamado al Apruebo, me parece mucho más real con lo que ha sido la tradición republicana acá en Chile. Creo que la derecha está en una posición muy negativa y va a aparecer derrotada y en ese sentido no es que yo sea partidario de Longueira, creo que Longueira tiene la razón y si la derecha se hubiera puesto a la cabeza de la reforma y el gobierno y Piñera se hubiera transformado en el Arturo Alessandri de este tiempo, con la realidad actual, hubiera encabezado el tema yo creo que le habría ido mucho mejor que el día de mañana cuando en el plebiscito tengan una derrota contundente.
Justamente le iba a preguntar ¿qué le parece el regreso de Longueira a la política?
Yo creo que Longueira tiene una tesis que es correcta, que es decir no nos embarquemos en un rechazo sino que vamos al Apruebo y luego dediquémonos y veamos como elegimos una buena representación en la Asamblea Constituyente. Yo creo que esa tesis es concordante con lo que decía antes. Hubiera sido más lógica, no por subirse al carro de la victoria en el resultado, sino porque creo que es la realidad. Alessandri el año 25, él presidió la comisión constituyente y el encabezó la reforma, en otras condiciones, por supuesto, aquí el gobierno pudo haber encabezado el hecho de decir mire vamos con el plebiscito, aprobémoslo, elijamos una buena Asamblea Constituyente, etc.
Por eso que he dicho que Longueira en ese sentido su tesis tiene un valor y creo que tiene más visión estratégica que la que ha tomado la derecha que está por el rechazo. Creo que el gobierno está en una situación bien compleja porque eso de tener neutralidad es bastante relativo porque un día sale un ministro diciendo que está por el Apruebo, después sale otro que está por el Rechazo y empiezan las especulaciones cuantos están por el Rechazo y cuántos por el Apruebo y el Presidente de la República en el medio como el jamón del sándwich. Tampoco le da al gobierno una cara de participar activamente. Ahora podrá hacer campaña para que la gente concurra a votar, eso está bien. Pero creo que el gobierno está desubicado.
¿Qué le parece a usted que el gobierno decida postergar la elección de gobernadores?
Yo fui miembro de la Comisión de Gobierno y estuve en todo el trabajo de la elaboración y aprobación de la ley que determinó la elección de gobernadores, de atribuciones para los gobiernos regionales. Creo que la Ley tiene algunos errores que hay que corregirlos. Yo fui muy partidario de aprobar la ley para obligar realmente a este país a avanzar hacia una descentralización y una regionalización efectiva y creo que fue lo que primó en el espíritu que hubo en el Parlamento, de votar por aprobar porque es necesario avanzar y que le perdamos el miedo a lo que es instalar una nueva institucionalidad de carácter regional para que haya realmente una descentralización, más aun con lo que ha quedado demostrado en la pandemia el de fortalecer aun mucho más lo que es el gobierno municipal, que es el que está más cercano de la gente. Por ningún motivo hay que suspender la elección de gobernadores, creo que el gobierno se equivoca al tomar esa decisión. Yo fui partidario de que la elección de gobernadores se hiciera en conjunto con la de Presidente y había otro sector que prefería hacerlo coincidir con las elecciones territoriales que son las municipales y primó esta actitud y estuve de acuerdo porque había una mayoría y yo lo que quería era que de todas maneras hubiera elección de gobernadores. Es malo que el gobierno la suspenda y no le interesa que las mayorías no estén de acuerdo. Entonces, todas las semanas vemos que el gobierno es derrotado en un sentido u otro y eso creo que es un error para un gobierno. Hay que arreglar la carga en el camino porque no todo es perfecto porque si esperamos eso no se va a hacer nunca nada.
 
¿Qué le parece los problemas para concretar una ley de migraciones?
Ahí hay un tema bien delicado. Yo soy de las personas que creo que las migraciones le hacen bien a los países. Los inmigrantes siempre tienen gran capacidad de superación y lo vemos aquí en el país. ¿Qué es lo que pasó en Estados Unidos con la inmigración cubana a La Florida? Ahí está, el desarrollo de ese sector ha sido muy importante y lo han hecho los migrantes. Entonces, hay que mirar esto como algo positivo.
La migración no puede ser sin control. Tiene que tener determinada reglamentación y control y en ese sentido, he escuchado a varios senadores sobre las indicaciones que se han hecho. Yo no soy partidario de que se permita la migración irregular porque es contra de ellos mismos. No se pueden tener gethos de pobreza con los inmigrantes por eso hay que regularla. Lo que hay que hacer es regularizar al inmigrante que está hoy en Chile. Hay que darles una salida y una solución.
¿Cómo analiza usted la actuación de carabineros, el general Mario Rozas debe renunciar?
Soy un gran admirador de la institución de carabineros, por lo que ha entregado al país desde que fue fundada. Hasta hace un tiempo sentíamos orgullo por la institución porque era gente proba, que no estaban vinculados a actos irregulares. Por desgracia, y por culpa de algunos miembros de carabineros, incurrieron en actos grave, malversación de recursos y eso empezó con el pacogate y de por sí fue un golpe muy duro para la institución. Luego viene el tema de que carabineros tiene que adecuarse a un país democrático. Carabineros viene de una estructura que fue muy influenciada durante la dictadura, que fue comprometida en la represión y las violaciones a los derechos humanos. Después tampoco se reguló lo que es materia de orden público, el respeto a las personas y eso quedó al descubierto en las protestas del estallido social en que actuaron de acuerdo a las instrucciones que tenían y usaron elementos disuasivos que no correspondían, provocando mucho daño a la gente que sufrió daño ocular, caos dramáticos como el de Fabiola Campillai. Carabineros requiere una estructuración diferente y habría que pensar en dos tipos de carabineros, el que está en el tránsito que es distinto al que controla el orden público y cómo practica el ejercicio de la fuerza. Creo que hay que hacer una reflexión respecto a carabineros.
 
¿Cuál es su opinión respecto a la oposición del país?
Tiene dos mundos, uno que más bien busca un gobierno de centro izquierda, progresista de cambio, pero hay un sector que tiende más a la radicalización y quiere correrse más a la izquierda, aislar la izquierda de centro, y tratar de derrotar a la derecha desde la izquierda y dejar al centro aislado. Eso es un error. Hoy día la oposición tiene mirar claramente y separar lo que es electoral de lo que puede ser un acuerdo programático para ser gobierno y ojalá que se dé como consecuencia un resultado que le dé la representación que quiera entregarle la ciudadanía a cada partido.
Ahora, si nos vamos por separado en tres o cuatro bloques en la oposición y Chile Vamos en un solo bloque, acuérdate, que Chile Vamos va a tener un premio en la representación mayor que la que le corresponde, que va a lograr en la constituyente, municipal, presidencial.
 
Piñera y ¿el pato cojo?
 
Piñera viene desde el estallido social con problemas y se dice que no hay liderazgo y que su gobierno se acabó. ¿Qué opina usted?
Yo creo que el gobierno perdió el rumbo. Efectivamente, lo que pasó con la explosión social del año pasado, ahora le rebotó el tema de la pandemia, que le da un cierto protagonismo que debe mantenerlo y asumirlo porque el gobierno es responsable hasta el término de su período. Es el fenómeno del pato cojo, pero en el caso de Piñera se da el pato sin patas porque la verdad que perdió protagonismo, que lo tienen otros. De acuerdo a su personalidad él está tratando de buscar cierta presencia mediante cosas, incluso, de menor interés en que él aparece como vocero y claro, está un poco dentro de su personalidad que es estar presente en todo, una de las críticas que siempre se le ha hecho.
A los ojos de la ciudadanía el gobierno sigue cometiendo errores como apoyar el paro de los camioneros, lo que ha sido muy criticado.
 
El gobierno mostró una imagen de indecisión en un tema que todo el mundo creía que podía haber tenido un manejo más directo porque nadie puede creer que los dirigentes del mundo de los camioneros podrían haber tenido más simpatía o cercanía con el gobierno y con la oposición, pero la verdad de las cosas que fue un movimiento absolutamente insólito porque creo que no tenía justificación de llevarlo a cabo. Yo estoy de acuerdo que hay que controlar la violencia, nadie puede estar a favor de lo que sucede cuando los camioneros dicen que están afectados en la seguridad, sufren, asaltos y muerte. Eso hay que tomar nota y hay que tomar las decisiones, pero no tenían para qué ir a un paro.
 
Yo intervine cuando fui parlamentario y fui presidente del Senado en dos paros de camioneros y logré que depusieran sus posiciones y buscar más bien una solución por la vía del diálogo. En este caso se vio un gobierno tironeado, muy puesto contra la pared donde hubo dudas de por qué no se tomaban medidas más estrictas para poner término al paro o haber tenido una actitud más activa para impedir el paro. Indiscutiblemente, que el paro provocó efecto aunque no fue general, pero siempre es difícil, complejo.