Oh I'm just counting

Exministro y ex senador Sergio Bitar a Cambio21: "La violencia favorece al rechazo"

Por María Cristina Prudant

El ex ministro Sergio Bitar pese a su larga trayectoria política con distintas vicisitudes no pierde el optimismo que es, a su juicio, esencial para la vida de un político. En estos momentos está enfocado en aportar para que el próximo plebiscito de Abril sea un éxito sobre todo para la izquierda y que ojalá-dice-sea un buen camino para apuntar en una nueva dirección en Chile.      

A cuatro meses del estallido social se nota en el ambiente preocupación por lo que puede traer marzo que se supone será muy movilizado. ¿Qué le parece a usted?
Mi convicción es que el plebiscito es una forma muy importante de canalizar las energías sociales por la vía institucional y que ese plebiscito va a generar dos efectos; uno, es focalizar las energías en el debate sobre la nueva Constitución. El estudio de la nueva Constitución, las redes sociales informarán y desinformarán, pero capturarán la energía disponible para provocar esta transformación por una vía ordenada. Eso va a disminuir, no va a eliminar, pero va a disminuir los grados de incertidumbre, conflictividad. Lo segundo, es que creo que el plebiscito tiene otra ventaja para reducir y morigerar los riesgos que tenemos entre marzo y abril que es que la gente que está por el Apruebo, se va a alejar crecientemente de aquellos que provocan violencia.

La violencia está favoreciendo al rechazo y por lo tanto, eso puede provocar una mayor separación, diferenciación, distinción entre lo que es movilización social por un cambio político institucional y violencia destructiva.  Y lo tercero, es que si Piñera se diera cuenta y entendiera lo que pasa en Chile, debiera ser un activo promotor del plebiscito porque si no lo hubiera esa energía se desataría a favor de su renuncia en lugar de desatarse a favor de una nueva Constitución, por lo tanto por todas esas tres razones yo creo que el camino de un plebiscito puede ser el que favorezca a toda la gente que tiene realmente un espíritu democrático en Chile. Significa eso que va a disminuir la violencia o que no va a haber grupos que van a generar conflictos, incertidumbre, no, pero creo que es un factor ordenador, catalizador.

Piñera se tomó vacaciones. ¿Cree usted que reflexionó y ahora entiende el fondo de este estallido social y actuará de otra forma?
Ojalá, ojalá fuera así, pero hay dos factores más de fondo que a uno lo hacen pensar que cualquier comprensión más amplia está limitada. Primero, por una visión de cómo funciona la sociedad en torno al mercado y a los negocios y eficiencia que no se condice con  la complejidad de las sociedades actuales, ni la chilena ni ninguna otra. Y la segunda, es que está también aprisionado por sectores políticos de la derecha, como la UDI, que apresa, contiene, retiene, presiona y ese también puede ser un factor. Por esas dos razones yo soy bastante escéptico de esa posibilidad y por lo tanto, debe radicar en el grueso de las fuerzas sociales y políticas chilenas la responsabilidad  de conducir este plebiscito ahora y después  a afirmar un poco la institucionalidad con un gobierno débil para que demos curso a los procesos electorales que vienen el 2020 y 2021 y demos plazo para constituir coaliciones con programas fuertes que permitan, una vez terminado este gobierno, acelerar cambios de otra magnitud.

Este gobierno puede hacer algunos, pero moderados, limitados, no está en su naturaleza. Los cambios que ya ha hecho son positivos, de alguna manera, comparado con lo que eran, pero no dan el ancho.    

La UDI,  no quiere nueva Constitución, está involucrada en una red de corrupción en el MOP de la Araucanía y le crea al gobierno conflictos ¿Qué le parece a usted?
La UDI es la defensora del modelo obsoleto, no creo que eso tampoco le ayude al gobierno, y pensar que la UDI es un pilar del gobierno también puede ser una piedra en el cuello del gobierno. Veo más inteligencia en gente como Desbordes o como la gente de Evópoli. Veo más inteligencia en el alcalde de Santiago, en el propio Lavín y en Bellolio, que ha tenido el coraje de descolgarse, hay que reconocerlo. Es decir, aquí no podemos negarnos a lo que viene y a lo que hay, el negativismo de la derecha de ver la realidad, un sector de la UDI, es un peso muerto para el gobierno.

El Estado, en general, está debilitado, sin capacidad de operación y eso es muy preocupante para lo que va a venir, no solo en materia de seguridad, inteligencia, económica, en materia de enfrentar los problemas del agua, se ve sin innovación, sin energía, sin voluntad. Es como una mera administración en decadencia y eso es problemático para Chile, ya no es problema del gobierno. Yo no me siento satisfecho porque eso ocurra, me siento profundamente insatisfecho porque me preocupa Chile, ante la situación en que estamos.

Ahora, la UDI, tiene problemas hoy día por el rayado del GAM, se pelea con el ministro subrogante de  Cultura, tiene este enredo con un  diputado que involucra  a otro diputado por hacer mención a coimas para conseguir obras en La Araucanía y eso hay que investigarlo muy a fondo porque el Ministerio de obras Públicas tiene que tener regulaciones y controles superiores a cualquier otro ministerio por los volúmenes de recursos públicos que ahí se juegan, tener sistema de transparencia y de control por lo tanto lo que uno sostiene, es porque he sido ministro de Obras Públicas si eso lo conozco bien. Tiene que proceder con la mano muy fuerte, mucha supervisión, cambios de gente en La Araucanía y mostrar ejemplarizadoramente sanciones a los que hayan cometido algún delito para que esto no se extienda a otras partes.

Entonces, tenemos a un gobierno débil, tenemos a sus partidos divididos y eso es muy preocupante para Chile porque también tenemos que ser francos y ver que por el lado de la oposición, a la cual yo pertenezco, también ha divisiones y apenitas nos ha costado ponernos de acuerdo en una franja por el Apruebo. Entonces, estamos viviendo un momento delicado de la vida nacional y por lo tanto, cada uno de nosotros tiene que tomar una responsabilidad mayor y esta tiene que volcarse hoy en una gran tarea: máximo porcentaje de chilenos votando el 26 de abril, votar Apruebo y votar constituyente. Si eso lo logramos con un  porcentaje razonablemente alto creo que va a ser un buen camino para apuntar en una nueva dirección en Chile.

La violencia continúa que hemos visto, que la derecha lo destaca mucho y lo usa para poner en peligro el plebiscito o inclinar la balanza al Rechazo. ¿Qué opinión tiene al respecto?    
Salió una encuesta, recién en estas horas, que demuestra  que el 70% de la ciudadanía se inclina por el Apruebo y el 70% de la ciudadanía rechaza la violencia. Esa combinación es correcta, el Apruebo tiene que ir de la mano con el rechazo a la violencia, que le ayuda al Rechazo. Lo que yo veo ahí es que la derecha cuando habla del desorden y de la falta de condiciones para llevar a cabo un plebiscito debiera mirar hacia el gobierno. ¿Quién es el responsable de poner orden? ¿Qué es lo que está haciendo? Ellos mismos reconocen su incapacidad y que la quieran transformar en una virtud para justificar el Rechazo y llevarnos a un barranco es la política más estúpida que uno se puede imaginar, desde ese punto de vista. Entonces, yo veo, primero, que aquí hay un fenómeno nuevo que ninguno de nosotros tiene claro. La violencia que se ha suscitado en Chile yo no la he visto en ningún otro país con altas movilizaciones sociales.
 
He estado revisando la situación en El Líbano y no es así. Hay grandes protestas sin la violencia destructiva de los bienes públicos. Lo hemos visto en Ecuador, Cataluña, Francia donde hay choques con los chalecos amarillos, pero una violencia destructiva que daña, justamente a la gente más vulnerable, que aperra, que ayuda al Rechazo, es un fenómeno nuevo. Y ese fenómeno no lo hemos podido entender bien, el gobierno no tiene ni siquiera la capacidad de explicarlo a la ciudadanía. Tenemos todas las policías, la ANI, inteligencia pobre, pero algo de otros lados y creo que ayudaría mucho a tranquilizar a los chilenos si nos sacan de esta situación de tanta incertidumbre por no saber las causas de esta violencia. Hay algunas hipótesis de que se trata de grupos anarquistas o grupos de delincuentes o narcotraficantes, o de gente fuera del comportamiento de un ciudadano normal también convendría explicarlo. Yo creo que es una mezcla de fenómenos y lo que tenemos que hacer en este momento es rechazarlos.


El Gobierno es incapaz de poner orden

El gobierno siempre le echa la culpa a los mismos por la violencia y trata de una forma u otra de incriminarlos como al PC, Frente Amplio, la izquierda y la centroizquierda porque no condena enérgicamente la violencia. ¿Qué opina?
Me parece una gran paradoja que creo que el grueso de la gente se da cuenta, el responsable de la falta de orden público, el responsable de esta crisis por falta de empatía con la ciudadanía es la derecha y el gobierno principalmente. Y por lo tanto, son ellos los que tienen que responderle al país de por qué no están en condiciones de garantizar y asegurar. Al menos la centroizquierda, de la cual yo me siento parte, ha sido enfática en condenar  todos los hechos de violencia y el resto de la izquierda aun cuando puede tener una actitud menos clara va a votar a favor del Apruebo, va a encontrar y está apoyando una forma institucional.

De manera que, a todo el mundo le debe quedar claro de que esta cuestión está originada esencialmente en la incapacidad del gobierno de conducir y poner orden. No está en la oposición, ahora, dicho eso, sería bueno también que el gobierno cuando encuentra un AK47, que hay gente de derecha metida en esa operación, tenga por lo menos la misma firmeza para iniciar una denuncia por seguridad interior del Estado, que cuando hay una persona que va a presentar un libro como el caso de Castillo.

Yo no comparto para nada lo que dice Castillo, pero si vamos a enfrentar ese punto extremo por un lado enfrentemos el punto extremo por el otro que todavía es más grave porque el otro está trabajando con  armas. Entonces, yo creo que aquí tenemos que evitar la polarización y la actitud de un liderazgo responsable de los sectores de oposición o de aquellos sectores del gobierno que se dan cuenta para dónde va Chile, es buscar el control de la polarización  y entendimientos básicos que conduzcan con la mayor normalidad posible o con la menor anormalidad posible  al plebiscito de abril.