Oh I'm just counting

Expresidente de la Cámara de Diputados Iván Flores a Cambio21: “Sin el estallido social nadie estaría celebrando el cambio constitucional"

Por Alfredo Peña
 
El ex presidente de la Cámara, Iván Flores estaba más que feliz con el triunfo del Apruebo: "Contundente!!,contundentisimo!!!!....contundetisiiiisiiimo!!!!!.. Bravo!! Por Chile, por todas y todos.¡Convención Constitucional !!,ahora a elegir a las y los mejores dirigentes,expertos, especialistas,ciudadanos, empresarios,pueblos originarios, regiones. A construir Nuevo Chile!" escribió en tuiter. Y de inmediato se dió la tarea de tomar contacto con varias organizaciones y con reuniones en su zona de Valdivia, donde –al igual que en el resto del país- las opciones Apruebo y Convención Constitucional lograron un amplio respaldo ciudadano. El análisis de la elección ya quedó atrás y ahora viene elegir a los y las mejores Constituyentes.
 
“No dejo de sentir que este ha sido un proceso histórico y que marca sin duda un antes y un después, al igual que lo ocurrido el año pasado con el despertar social. Chile despertó y de eso no hay duda alguna”, señala Flores.
Si bien ha señalado públicamente que aspira a ser senador por la región de Los Ríos y ha recibido peticiones para que se presente a las primarias presidenciales de su partido –la Democracia Cristiana- , responde con claridad a Cambio21: “Hoy es tiempo de hacer todo lo posible para que podamos asegurar que en la Convención Constitucional estén representados todos los sectores de nuestra ciudadanía, para escribir una Constitución legítima, donde como ya he señalado muchas veces, podamos avanzar hacia una patria justa y buena. Esta será, además, la primera Convención paritaria en el mundo, incorporando la mirada y la sabiduría de las mujeres, lo que me alegra profundamente”.
Asegura, además, que los partidos políticos no tienen otro camino que “ponerse al servicio de la ciudadanía, sin pequeñeces, con generosidad y real empatía; no hay otro sendero que ese”.
Diputado, cuál es la lectura que hace del triunfo del apruebo y de la Convención Constitucional en el plebiscito ?
En primer lugar, esta es una gran lección que el pueblo de Chile nos ha dado a todos. La celebración del domingo en la noche con toque de queda, en medio de una pandemia, desbordó esas limitaciones como una reacción espontánea de una alegría profunda que como ciudadanía hemos tenido ante un hito histórico en el país.
Hoy los ciudadanos, de lugares apartados, los que no alcanzan a llegar a plaza La Dignidad, los que se quedan en su casa o los que salieron a su plaza del barrio, de la pequeña comuna, del mundo rural, de la población humilde, el trabajador de la empresa, todos estábamos celebrando por una mayor dignidad y la lectura que hago, es que nuevamente fue el pueblo de Chile el que indicó el camino a los gobernantes, a las autoridades de los tres poderes del Estado, el país que necesitamos construir de una convención constitucional que nos empiece a regir con más detalle, precisión, alcance altura y generosidad el Chile de los próximos años.
 
Y cuál cree usted que es el mensaje que la ciudadanía ha enviado a la clase política? Cuáles deben ser hoy los desafíos y compromisos de los partidos?
La ciudadanía ha dicho que ellos son la mayoría del estado y por lo tanto, al ser la ciudadanía el Estado de Chile, porque los que estamos en política somos quienes de alguna forma administramos ese estado, pero la ciudadanía es el estado de un territorio que nos enorgullece y cruje producto de abusos cometidos a nuestros bosques, nuestras aguas, a nuestro sistema de producción y a la vida de la ciudadanía. Por lo tanto, lo que ha hecho la comunidad es tomar la batuta y colocar los temas que a la ciudadanía le interesan, y la clase política no puede hacer sino lo que la gente les exige como una urgencia, pero esto dentro de lo que la constitución debería reflejar y esas son cosas que hoy no están ni resueltas y ni siquiera planteadas.
Me pregunto, ¿Qué país queremos construir?, ¿Cuál es la visión del Chile de los próximos años?, ¿Cuáles son las metas que queremos alcanzar?, ¿Cuáles son los desafíos más inmediatos o de largo plazo?, ¿A qué Chile queremos conducir a nuestra ciudadanía?, son las preguntas que debemos plantear en el inicio del debate constitucional, porque va a ser la carta fundamental la que estructurará este piso de la casa común. Son las preguntas que debe hacerse la ciudadanía al momento de elegir a las candidatas y candidatos a la convención constitucional, y los electos el 11 de abril deben tener muy claro que no pueden sino dar respuesta a la visión de país que la ciudadanía quiere, por lo tanto, esos son los desafíos. Los partidos políticos solamente deben entrar en sintonía honesta con ellos, no en la conveniencia, sino a través de los valores y doctrinas que sean humanos que coloquen toda su capacidad al servicio del diseño de país que queremos construir.
¿Qué rol cree usted que ha tenido la ciudadanía en empujar el proceso constituyente?
Todo, porque mientras muchos de nosotros pensábamos que había que dejar de parchar la constitución y los gobiernos de turno no eran capaces de avanzar, fue finalmente la ciudadanía común y corriente, la mujer y hombre de pie, el feriante, el campesino, el pequeño comerciante, el estudiante que a veces le ha tocado patear piedras - mucho más sabios y experimentados que muchos de nosotros los políticos que hemos tenido oportunidades en la vida- quienes empujaron este gran cambio.
La sabiduría popular a punto de porrazos tiene muy claro lo que son los límites que una sociedad desequilibrada les condiciona, y por lo tanto esa ciudadanía fue relevante. Sin el estallido social, nadie estaría priorizando y celebrando el cambio constitucional, todo lo contrario, habría algunos horrorizados y aterrorizados que Chile se desarmaría si se hace una nueva constitución y que más decir si fuera a través de una Convención Constitucional, no era prioridad. Sin duda alguna, fue la ciudadanía la que coloco este tema y a eso no hay tenerle miedo, porque todos estarán representados.
 
¿Cuáles deben ser, a su juicio, los principales temas que deberán debatirse en la Convención Constituyente?
Hay cuestiones básicas y fundamentales que tienen que quedar clara y permanentemente establecidas en la Carta Fundamental y en base al Chile que queremos, a la visión de país que buscamos, al Chile por el cual todos y todas tenemos que ponernos a disposición en sintonía, comunidad y unión.
No hay que ser demasiado creativo en esto, las preguntas y los principales temas que debe resolver la convención constituyente, son los temas que la propia ciudadanía los ha relevado, porque les duele las pensiones, el sistema injusto con arbitrariedades y que ha sido un muy buen negocio, ni siquiera para las empresas nacionales, sino que para los controladores de las AFP que terminan siendo empresas extranjeras donde se invierte.
 
Nos ha dolido como ciudadanía la salud pública que tiene calidad humana, desde el punto de vista del esfuerzo que hacen los funcionarios, especialmente en pandemia, donde han hecho un esfuerzo gigantesco, pese a la precariedad de la condición de trabajo de muchos de ellos, en términos de infraestructura y equipamiento, pero el concepto de salud pública universal y garantizada que sea un seguro de salud para todo el mundo, donde en otros países la salud pública es un orgullo, deberíamos tenerla nosotros, porque lo que está ocurriendo hoy día es que el presupuesto se transfiere hacia el mundo privado y mientras las clínicas privadas engordan en lo financiero y pueden concentrar a una cantidad de especialistas y equipamiento que algunas veces no la tiene el mundo público, esos recursos tienen que ir a la respuesta publica de salud y así cama por medio, da lo mismo el nivel económico que tenga el ciudadano, porque la respuesta será pareja para todos.
No puede seguir habiendo en nuestro país, gente que se salva por tener dinero e ir a las mejores clínicas y gente que se muere porque no alcanzan las horas de especialistas para ser atendidos oportunamente. La mortalidad que tenemos muchas veces tiene que ver con los recursos y como se accede, como el GES que es un tremendo programa, el problema es la oportunidad, la gente se atiende y gratis, pero se demoran tres años, a no ser qué sea derivado con un costo exorbitante al mundo privado, eso hay que resolver y tiene que quedar en claro en la constitución el tipo de salud pública que debemos garantizar a todas las ciudadanas y ciudadanos.
Lo otro es la calidad de la educación, ya comenzamos a terminar con el lucro, cuestión que no está resuelta del todo, tenemos que ir terminando el negocio de las esperanzas y expectativas de las familias humildes, porque las familias ricas seguirán estando en las mejores universidades de Chile o en el extranjero, pero el chico poblador, el joven de las comunas pequeñas o del mundo rural no tienen ninguna posibilidad de entrar al mundo superior, porque el nivel de calidad de la educación básica y media que recibe es malo, ni siquiera alcanza para cubrir las expectativas de tener un buen resultado en las pruebas de ingreso, mucho menos para que puedan desplegar su capacidad, sus sueños.
La educación pública no da el ancho para esos jóvenes y muchos de los centros de educación superior tampoco, puesto que se han transformado en un negocio y en la manera de financiar a el mundo académico que se preocupa de hacer su carrera académica mediante publicaciones estandarizadas que le dan prestigio a los investigadores de muchas universidades, hacen que muchos profesores se olviden del propósito fundamental de la educación superior: crear, fortalecer, permitir que la capacidad humana de los estudiantes se despliegue.
 
Los chilenos dijeron basta al maquillaje, de andar parchando la Constitución
 
¿Los cambios deben ser estructurales como usted ha señalado?
Sin ninguna duda, la gran referencia que hubo entre los creíamos que debíamos tener una nueva constitución más legitima, más ciudadana y que dé cuenta de los problemas que como país veníamos acumulando y teníamos que resolver para el Chile del futuro, fueron señalados por la propia comunidad que dijo basta!
Basta al maquillaje, a la respuesta particular de un asunto que nos convoca y que en definitiva se convierte en soluciones que van parchando un Chile disparejo. Lo que la ciudadanía dijo basta a respuestas coyunturales e incompletas, necesitamos propuestas de cambio estructural en la manera de relacionar la economía, instituciones y el funcionamiento del aparato del estado con los ciudadanos, además de las funciones que deben cumplir el rol social del mundo privado y la empresa.
Todos estos cambios estructurales y la estructura jurídica nacen de una institución firme, por lo tanto, no hay ninguna duda, que es sólo la constitución la que puede asegurar si es más explícita que se empiecen a hacer los cambios.
 
Que transitemos por un Chile a escala humana, donde se pueda dar “rienda suelta” a todo lo que podamos producir con valor agregado con manos chilenas, con gente que está llegando a nuestro país a colaborar, que seamos nosotros los que generemos el empleo sin sustituir la producción nacional de bienes y servicios por artículos importados donde otros países están resolviendo sus problemas de empleo y eso se hace protegiendo el empleo nacional, pero también necesitamos que en la Constitución hayan derechos garantizados de acceso a servicios que son fundamentales como una salud publica fuerte y que no siga engordando a cuesta de la salud publica la privada y también otros derechos que tienen que ver con nuestro patrimonio, por ejemplo el agua, algunos minerales, los efectos del cambio climático sobre nuestro sistema de producción, generación energética, entre otros. Por esa razón he venido diciendo hace mucho tiempo que Chile necesita cambios estructurales.