Por Alfredo Peña R.
En exactos 40 días más, los chilenos y chilenas, estaremos enfrentando un desafío que no habíamos tomado nunca en la historia: Votar por una nueva Constitución de manera libre, informada y con registros electorales.
La última vez que votamos por una Constitución fue en 1980 en la dictadura cívico-militar que encabezaba Augusto Pinochet y cuya redacción estuvo a cargo del exsenador Jaime Guzmán y de varios dirigentes y parlamentarios de la UDI, que integraban las pomposas Comisiones Legislativas, entre ellos, el actual senador Juan Antonio Coloma: el ex ministro Andrés Chadwick; el ex director de La Segunda y ex diputado Hermógenes Pérez de Arce Ibieta; el actual jefe de los asesores de Piñera, Cristián Larroulet Vignau; el ex senador y ex ministro del Interior de la propia dictadura, Sergio Fernández Fernández, entre otros.
Estas singulares Comisiones Legislativas, que reemplazaban al parlamento, donde sus integrantes eran elegidos a dedo por la dictadura y por el dictador, fueron quiénes redactaron la Constitución que nos rige actualmente. En ese año, en 1980, no existían los registros electorales, no había prensa libre, no habían partidos políticos, no se podía debatir ni menos decir que se estaba en contra de una nueva Constitución. Y la DINA-CNI, la policía política del régimen, campeaba por las calles del país, cometiendo los más atroces crímenes que se conocen en Chile, por solo pensar distinto. Varios dirigentes políticos, especialmente DC, fueron relegados a inhóspitos lugares y otros expulsados del país por manifestar su opinión.
El entonces principal opositor a la dictadura, el ex presidente Eduardo Frei Montalva, que organizó un acto contra la Constitución de Pinochet en el Teatro Caupolicán, se granjeó el odio del dictador y el día del acto se marcó una sentencia de su muerte. Fue envenenado luego de una sencilla operación, un año y medio después de ese evento en el Caupolicán.
El debate que se abrió: la mayoría está por aplazar el plebiscito
Un debate intenso se está viviendo en todos los partidos políticos, especialmente los que están por el Apruebo por una nueva Constitución debido a la actual grave situación sanitaria y de salud en el país, por la votación del plebiscito del 26 de abril próximo.
Y ese debate se intensificó en las últimas horas debido a las drásticas medidas tomadas por la autoridad de salud y por parte del Gobierno donde se prohiben reuniones de más de 250 personas.
Y este domingo se llevaron a cabo las elecciones municipales en Francia donde sólo votó el 40 por ciento de los franceses.
La primera vuelta de las municipales en Francia, en plena epidemia, se convirtió este domingo en un experimento político y social único: cómo llamar a más 40 millones de ciudadanos a las urnas al mismo tiempo que se les recomendaba recluirse en sus casas. Lo mismo podría ocurrir en Chile, donde en la última elección presidencial, Piñera ganó con un escuálido 27 por ciento de los chilenos inscritos.
Información obtenida por Cambio21 de distintos dirigentes políticos, tanto de Gobierno como de oposición, indican que en las próximas horas se tomará la decisión de aplazar la fecha de votación del plebiscito debido a la pandemia que nos agobia y la cifra de enfermos que va a ir en aumento en los próximos días.
Los presidentes de los partidos le pedirán al Ejecutivo y al Servel el aplazamiento de la fecha que podría ser a fines de mayo o principios de junio, cuando estemos en otoño y el virus esté más controlado en Chile y en el mundo.
Reunión de sensibilización pública
Este lunes, los principales dirigentes políticos del país se juntarán con la presidenta del Colegio Médico Izkia Siches para discutir el desafío sanitario que representa el Covid-19.
Los presidentes que ya han señalado que irán a la reunión son Mario Desbordes (RN), Hernán Larraín Matte (Evópoli), Álvaro Elizalde (PS), Fuad Chahin (DC), Heraldo Muñoz (PPD), Carlos Maldonado (PR), Gael Yeomans (CS) y Catalina Pérez (RD).
Uno de los temas que se abordarán en la cita son las medidas preventivas de cara al plebiscito del 26 de abril. Y, pese a que hasta el sábado el gobierno insistió en la voluntad de llevar adelante el proceso que definirá la elaboración de una nueva Constitución, este domingo en distintos sectores políticos se abrieron a la posibilidad de aplazar la fecha, según señala La Tercera.
“El plebiscito debe realizarse sí o sí. Pero la salud de las personas es lo más importante. Por tanto, debemos trabajar para que se realice el 26 de abril, pero sin descartar alternativas si así lo exigen las condiciones sanitarias”, dijo Álvaro Elizalde.
El presidente del PPD Heraldo Muñoz planteó que “habrá que hacer lo que se requiera, basado en la opinión experta, con calma y oportunamente. Obviamente que lo primero es la salud, pero yo llamo al gobierno a actuar a tiempo, porque si lo hacemos podemos estar en una situación de mayor control y no en el peak de la crisis en el momento del plebiscito”.
“Necesitamos escuchar a los gremios, a los colegios de profesionales, a la comunidad a académica para así tomar las medidas que corresponden”, añadió la presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans. La timonel, no obstante, agregó que son necesarias todas las medidas que se requieran para así garantizar la realización del plebiscito.
A través de redes sociales el diputado PS Juan Santana fue aún más enfático: “El plebiscito del 26 de abril tendrá que aplazarse. La responsabilidad con la salud de miles de compatriotas siempre será prioridad”.
Desde la derecha, Desbordes aseguró, en tanto, que “hay que hacer todos los esfuerzos por realizar el plebiscito, pero hay que estar preparados para todos los escenarios y no descartar a priori ninguna posibilidad”.
La presidenta del Colegio Médico Izkia aseguró que "esperamos que los partidos se pongan de acuerdo en la medida que ellos estimen conveniente. Tiene que haber una respuesta muy clara desde el mundo político para que nadie sienta que está siendo perjudicado. Y que si eventualmente se define diferir la realización del plebiscito, que se tome con la mayor seriedad posible de todos los sectores”.
El senador del PPD Felipe Harboe advirtió que la determinación de aplazar el plebiscito solo debe tomarse una vez que la evidencia epidemiológica muestre que es necesario.
“Es tan grave la crisis política que una suspensión mal explicada puede significar la caída del gobierno. No puede parecer que es la decisión de un ministro”.
Harboe dijo que el gobierno cometió un error al dejar el manejo público de la crissis por coronavirus en el ministro Mañalich. “Esta crisis debió quedar bajo el manejo de un técnico y no de una figura controvertida como el ministro”, añadió.
El diputado Matías Walker coincidió en que la determinación de cambiar la fecha del plebiscito “tendría que tener un gran respaldo de la comunidad científica y generar consenso”.