“Para mí, no fue fácil asumir todo lo que hemos conocido en estos años”. Así explica el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle las diferencias que existen entre él y la postura que adoptó su hermana, Carmen Frei, quien desde un inicio se convenció de la posibilidad de homicidio de su padre, el también exmandatario Eduardo Frei Montalva, fallecido en la Clínica Santa María el 22 de enero de 1982.
“Siempre he reconocido que mi hermana Carmen tuvo un rol clave en este proceso. Ella fue la primera en asumir la tesis del asesinato… cuesta y duele aceptar tanta crueldad, tanto ensañamiento y tanto odio”, dice el exmandatario en una entrevista con La Tercera. Asegura que recién el año 2000 -a propósito del caso por el crimen del líder sindical Tucapel Jiménez- “tuvimos la certeza de que el presidente Frei fue asesinado”. De ahí en adelante, él y sus hermanos decidieron querellarse en el caso y buscar a los responsables.
¿Cómo toma el fallo del juez Madrid?
Tengo sentimientos encontrados. Primero un inmenso dolor de constatar que era cierta la convicción que me formé desde hace muchos años respecto al crimen de mi padre, pero a la vez satisfacción porque se hizo justicia. Además, creo que este es un fallo histórico que le hace bien a Chile, porque el asesinato de un expresidente de la República, un magnicidio, no puede quedar en la impunidad, así como ningún otro caso de violaciones a los derechos humanos. Sabemos que este es solo un primer paso y estamos convencidos que el camino que resta va a ser muy duro. Ya en estos días estamos empezando a ver en la prensa, principalmente escrita, intentos por desacreditar el fallo y el trabajo del juez Madrid. Para nosotros no es nada nuevo. Son las mismas fuerzas que operaron durante casi veinte años para que no se investigara la muerte del presidente Frei, poniendo obstáculos para que la verdad no saliera a la luz.
Uno de los condenados es el exchofer de su padre: Luis Becerra. Ustedes jugaban a la pelota con él en La Moneda, tenía la plena confianza familiar. ¿Cómo fue para usted saber que era informante de la CNI?
Para mí, él es un traidor. Duele aceptar que una persona que gozó de la confianza y el afecto del presidente Frei y de toda nuestra familia, lo haya traicionado de una manera tan miserable, informando de sus actividades y reuniones a cambio de dinero. Nunca esperamos algo así. Incluso, una vez fallecido mi padre, mi madre, preocupada de que se quedara sin trabajo, convenció a Andrés Zaldívar para que lo contratara como su chofer. ¡Cómo no va a ser dolorosa una traición de este tipo!
El juez Madrid en su sentencia no logra establecer si hubo una orden de Pinochet para matar a su padre. ¿Qué es lo que cree usted?
En el fallo no están acreditadas las responsabilidades políticas, que, como dije el miércoles pasado, es una de las tareas pendientes que tenemos por delante. Pero, ¿alguien puede creer que este crimen es fruto del delirio de estos seis condenados? Todos sabemos que Frei era temido por la dictadura porque solo él podía unir y liderar a una oposición que comenzaba a rearticularse, y, además, gozaba de un sólido prestigio en el extranjero, donde en más de una ocasión denunció las violaciones a los derechos humanos que ocurrían en Chile. Es obvio, no tengo dudas que detrás de este crimen está la mano de las más altas autoridades de la época.
En el gobierno de Sebastián Piñera hay civiles que participaron del régimen militar. ¿Apunta a alguno de ellos?
Como lo señalé anteriormente, no me cabe la menor duda que detrás de la decisión de matar a Frei están las más altas autoridades de la dictadura. Todos sabemos quiénes son. No veo a ninguna de esas personas ocupando cargos en el actual gobierno. Sin perjuicio de eso, siempre he creído que la derecha debe hacer una profunda reflexión sobre el rol que cumplió en la dictadura. Le deben una explicación al país.
Hasta antes del fallo usted mantuvo silencio, pese a que su hermana y la mesa DC han pedido la salida del subsecretario de Salud, Luis Castillo. ¿Qué opina de que el Presidente Piñera lo mantenga en el cargo?
Yo no soy nadie para decirle al Presidente a quién debe o no pedirle la renuncia, pero a veces los reproches éticos son tan importantes como las imputaciones penales. El hecho que él, en su calidad de director de la Red de Salud UC, no nos haya informado de la existencia de diapositivas microscópicas con muestras de diversos órganos del cuerpo de Frei, es, sin duda, una falta ética muy grave.