Los partidos del Frente Amplio no pierden el tiempo. Por lo mismo, ya están pensando en lo que será el próximo desafío político: las elecciones municipales y gobernadores regionales (intendentes) que se realizarán en octubre de 2020.

 

En tal sentido, la Mesa Política del conglomerado acordó -para después de marzo- la presentación de una reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades que incluye la realización de la segunda vuelta para la competencia de alcaldes, en caso que ningún candidato supere el 50% de los votos, tal como sucede en el ítem presidencial.

 

El motivo no es antojadizo. A través de un documento de trabajo que elaboró la coalición, se señala que si los partidos de la nueva oposición llegan con más de una lista a los comicios de dos años más Chile Vamos podría obtener entre el 55,4 y el 79% de las jefaturas edilicias del país y la centroizquierda solo optaría a quedarse entre el 16 y el 38% de los municipios.

 

 

Al revés, con un inusual coyuntura de segunda vuelta alcaldicia el FA y la Nueva Mayoría (con la DC y el PC) alcanzarían 174 plazas (de 345) y la derecha al menos 170.

 

 

Dos alcaldes consultados por Cambio21, el DC Felipe Delpín y el RN Andrés Zarhi, quienes fueron elegidos por amplio margen en la elección de 2016, manifestaron su rechazo a la idea enunciada por el Frente Amplio.

 

“Esto es como el fútbol: gana el que hace más goles y punto”, dice el periodista y edil de Ñuñoa, quien añadió que “todas las elecciones las financian los municipios, las de alcaldes, concejales y consejeros regionales. ¿Se imagina una nueva elección de segunda vuelta? Más caro sería”.

 

“Si un candidato sacó el 49% y el que salió segundo el 42%, ¿hay que hacer segunda vuelta? No es lógico. Tampoco es lógico que haya parlamentarios arrastrados que lograron apenas el 1% de los votos, de acuerdo al nuevo sistema proporcional. Es mucho más simple que el que gane por un voto resulte triunfador”, alegó.

 

Delpín, por su parte, considera “cómodo” que “se quiera hacer ingeniería electoral para poder ganar elecciones. No me parece”.

 

 

“Si hay que revisar la forma para potenciar y fomentar la participación, mirando la alta abstención que tenemos en la actualidad, ningún problema. Pero de ahí a inventar una segunda vuelta, creo es que poco viable. De hecho, no existe esa discusión al interior de la Nueva Mayoría sobre el tema municipal”, declaró el jefe municipal de La Granja.

 

 

Eugenio Guzmán, experto electoral de la Universidad del Desarrollo, agrega otro tipo de cuestionamiento: “se podría generar cierto tipo de binominalismo, lo que generaría problemas en el corto plazo”.

 

 

“¿Qué razón hay para tener un sistema distinto al que existe hoy? ¿Participa poca gente? No. Sabemos que cualquiera que sea el sistema la participación será baja. Por ende, no tenemos evidencia. ¿Qué los candidatos tendrían más legitimidad? Entonces, los sistemas de elección presidencial con primera vuelta no serían legítimos. No se sostiene. ¿Sacar menos del 50% es poco representativo? Es la misma respuesta que la anterior. Nadie está obligado a estar en una coalición”, explicó a este medio.

 

El académico también descartó que en un balotaje edilicio las fuerzas contrarias a la derecha se unan y logren más victorias.

 

“No es verdad a priori, si no pregunten por qué salió Piñera. Lo otro, quienes se repostulan como alcaldes, que son los incumbentes, tienen más posibilidades de ser reelectos. Es un dato. Y lo último, si creen que en una segunda vuelta se pueden coordinar, ahora sí, la pregunta es por qué no se ordenan en la primera vuelta al tiro y arman una coalición”, concluyó.