El Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar no concuerda en que el discurso realizado el 9 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile por Carlos Altamirano -quien falleció el domingo a la edad de 96 años- gatillara el golpe de Estado.

El ex secretario general del PS realizó una polémica intervención en el actual Estadio Víctor Jara, donde aseguró tener información sobre movimientos subversivos -contra la Unidad Popular- al interior de la Armada, y advirtió que Chile se iba a transformar en un "nuevo Vietnam si la sedición" pretendía "enseñorearse".

Su discurso que fue tomado como una provocación por diversos sectores políticos e incluso como una supuesta prueba de que Salvador Allende pretendía dar un autogolpe.

"El golpe ya estaba en marcha"

"Se ha exagerado enormemente la importancia del discurso del 9 de septiembre", comentó Salazar a El Mercurio.

"Ese discurso no hizo más que reflejar lo que estaba ocurriendo de hecho en el país. El golpe de Estado ya estaba en marcha; estaba el rol de la CIA, estaba funcionando en la Armada y él recibe información de los marineros", el académico de la Universidad de Chile.

Altamirano "simplemente tradujo lo que estaba ocurriendo, lo anuncia al país y, claro, plantea cómo la izquierda va a reaccionar frente a eso, tenía que oponerse de alguna manera a ese golpe mediante algún tipo de acción drástica también", agregó Salazar, autor de un libro de conversaciones con el fallecido dirigente PS.

"¿Quiénes convirtieron ese discurso en la razón principal del golpe de Estado? Más que nada la derecha, que tenía que justificar de alguna manera ese golpe", sugirió.

Altamirano fue culpado también por la Democracia Cristiana y la derecha de perjudicar el Gobierno de Salvador Allende, debido a que permitió el crecimiento de movimientos radicales al interior de la UP.

En este contexto, el historiador Joaquín Fermandois, académico del Instituto de Historia de la Universidad Católica, señaló a El Mercurio: "No creo que su discurso (del 9 de septiembre) haya cambiado las cosas, pero sí sus posturas radicalizaron las cosas, y ponían un veto a cualquier posibilidad de un acuerdo con la oposición en que ésta quedara como fuerte. Los comunistas estaban en una posición ambigua, eran tácticamente más flexibles".

También apuntó que "no hay ninguna prueba real de que Allende haya tratado de parar la carrera de Altamirano, y viceversa. Quizás en 1973 tenían visiones distintas, pero es discutible qué tan distintas eran", agregó Fermandois.

En tanto, Gabriel Salazar señaló que una de las posibles razones que tuvo Altamirano para alejarse del socialismo chileno se debió a que el PS se acercó demasiado al modelo neoliberal.

"Cuando (Altamirano) llega a Chile, y vive la experiencia del PS en Chile", ve que "no era estrictamente socialista, sino que tenía aceptación del modelo neoliberal. Eso explica por qué él se aparta del socialismo chileno, porque no estaba de acuerdo con el neoliberalismo de la Concertación", sostuvo Salazar.