Oh I'm just counting

Iván Flores, presidente de la Cámara de Diputados y su dura crítica: “Pareciera que el Gobierno está en otro planeta"

Por María Cristina Prudant

Iván Flores, presidente saliente de la Cámara de Diputados viene llegando de una reunión con el ministro Gonzalo Blumel sobre proceso constituyente. Según relató a Cambio21 este encuentro fue “por lo que nosotros le hemos dicho ya casi hasta el cansancio al gobierno que no les da el tiempo ninguna parte para instalar el proceso después del plebiscito. No porque el gobierno de rige por compras públicas, estatuto administrativo, no tiene elástico a no ser que sean emergencias y aquí no cabe un decreto de emergencia. Entonces, la pregunta es: después del 26 de abril donde nosotros suponemos que ganamos la opción de Apruebo hay cuatro a cinco meses estirando mucho, para instalar  infraestructura, sistema, más personal. Si esto es como una tercera Cámara y más grande porque nosotros somos 155, pero esa puede ser de 172 no se sabe”.  
 
“Entonces, aquí hay que prepararse para eso y bueno, el gobierno se inmoviliza  porque su sistema no le permite. Nosotros le hemos dicho que tenemos el know how (conocimiento), tenemos la tecnología, todo y podemos entrar en economía a escala, pero no lo dicen. Hay una razón que me parece que es razonable. Ellos no pueden decir sí vamos a hacer un convenio con  la Cámara para que preparen todo para tener todo listo y además administrar esa tercera Cámara porque eso es reconocer  que va a ganar el Apruebo y se les va a armar un kilombo al interior de la derecha. Eso lo entiendo, pero a lo menos den señales porque nosotros ya vamos a empezar  a gastar plata y después no sabemos si vamos a recuperar parte de eso. Entonces, le fuimos a decir nosotros estamos llegando ya casi hasta aquí. Hemos hecho toda la pega, tenemos los proyectos, pero hay que empezar a ver especialidades. No hubo respuesta, no la van a dar hasta el 27 de abril y eso nos complica. Nosotros sabemos que el gobierno no va a tener de otra. No hay otra posibilidad que no sea llegar  a un acuerdo con el Congreso Nacional, no hay y de eso estamos convencidos Jaime Quintana y yo” 
 
¿Qué le pareció a usted la ceremonia que se hizo en La Moneda para celebrar 30 años de democracia y los dos años de gobierno de Piñera?  
En primer lugar, 30 años de la recuperación de la democracia con toda las luces que hemos tenido en estos 30 años, que no hay que desconocer porque si bien es cierto hoy la economía del abuso mostró las heridas que sus colmillos han dejado en parte importante de la ciudadanía, y cuando hablo de parte importante estoy hablando principalmente de algunos segmentos que con claridad se evidencian como son los adultos mayores pensionados, o como son jóvenes que han venido perdiendo la esperanza de tener un futuro que diga relación con lo que sueñan o con lo que han estudiado porque al final de cuentas trabajan en lo que pueden, por un lado. Y luego tenemos a la familia chilena que se enfrenta a  una condición laboral que tiene retribución escasa, con un  ajo sueldo que no les permite en primer lugar, salir de las deudas, de toda la exigencia que hoy tienen los tiempos tecnológicos o lo que en definitiva significa la expectativa de la familia. El nivel de endeudamiento que tiene hoy día la familia chilena es brutal, por lejos la más alta de América. El estrés de la familia trabajadora es enorme y esto le rebota a todo su entorno. 
 
¿Entonces, no había mucho que celebrar? 
Todos podemos celebrar que aún seguimos teniendo un país donde la libre expresión y la libertad para decir lo que pensamos, o decidir qué hacer con nuestras vidas, es un capital que aún se mantiene. Aun cuando el concepto de libertad  yo lo entiendo muchísimo más amplio de lo que, efectivamente  gozamos, pero la verdad es que en estos 30 años también hemos tenidos sombras que son lo que hoy día genera un estallido social que nos está doliendo a todos por distintas razones. Algunos porque lo entendemos y a otros  porque les molesta en el bolsillo o en el efecto político. Y en ese escenario, no había mucho que celebrar en definitiva. Nosotros lo hicimos en el Congreso Nacional, las dos Cámaras en la biblioteca y en donde aprovechamos de reconocer al primer presidente de la Cámara, José Antonio Viera Gallo y saludamos a la primera presidenta mujer que ahora va a ser la presidenta del Senado. Pero esto mezclado con dos años de gobiernos difíciles y que no vemos con claridad que vaya a tener en el corto plazo una salida digna, la verdad que preferí no asistir. 
 
La violencia tan criticada por la derecha también apareció de parte de un grupo de manifestantes del Rechazo que además tienen como centro de operaciones una sede de la UDI. ¿Qué le parece a usted?  
Esta semana tuvimos una reunión con todos los presidentes de partidos políticos y llegaron casi todos y las dos Cámaras del Congreso Nacional y uno de los cuatro puntos que acordamos decirle sin ambigüedad es que todos condenamos la violencia, tanto la de quienes han saqueado y han quemado como del tipo distinto de violencia, que es meramente política que tiene que ver con el Rechazo al proceso constituyente porque además ahí, digamos las cosas como son las personas que a lo menos se veían los videos tiene la preparación que no es la de un ciudadano común y corriente. Y ese escenario coloca a estos grupos violentos, de los grupos anárquicos, ultraderecha en una condición de cercanía, más a un tris de provocar  enfrentamientos callejeros en donde todos sabemos en qué cosa termina, con heridos  y muertos y eso es algo que tenemos que evitar como sea y en ese escenario yo veo que a eta altura a nivel institucional no hay quien pudiera entender que el camino de la violencia es la salida porque a mi manera de ver aquí no puede haber salida sin darle con claridad y en conjunto un rumbo al país. Ya el pacto constitucional como sustento jurídico de un acuerdo político, marcó un hito político importante y que empezó a generar una suerte de un nuevo rumbo que permitió, a mi manera de ver, tranquilizar un poco la movilización social.  
 
¿Pero usted ve una salida a las demandas del movimiento social? 
A lo menos, una de sus demandas principales que era la de construir un  piso común o una casa común ya estaba en vías, pero no habrá salida posible al movimiento social en general o a la movilización en general, sino emprendemos soluciones estructurales y eso requiere otro pacto. Ya hicimos el pacto constitucional, hoy tenemos que hacer un pacto en favor de la equidad y que termine con el abuso económico, colusión, mega utilidades, el abuso que hacen empresas que no tiene por qué tener utilidades por sobre los servicios que prestan sino para devolvérselos a sus propios afiliados como son las AFP y las Isapres.  
 
Entonces, si no resolvemos eso, la verdad es que la contundencia y el vigor de la movilización social no va a generar una salida para volver – y aquí quiero generar un punto – no a la normalidad porque hay que entender  y el que no está entendiendo lo que está pasando, no vamos a volver a la normalidad que teníamos, vamos a lograr una  nueva normalidad con un acuerdo político distinto que permita una relación distinta entelas instituciones, el mundo privado, el público y la ciudadanía. Entonces, ya no volveremos a esa normalidad que teníamos porque ya no la queremos porque entendemos que quienes la sufrieron o quienes no la entendíamos hoy día entendemos que fue justamente lo que generó la desigualdad e inequidad, por lo tanto no hay ninguna otra posibilidad sino salir con cambios estructurales que permitan efectivamente  evitar los abusos y un sistema económico menos descarnado. Al final de esto yo lo que sostengo, es que el gobierno debe asumir que su tarea no es contener el estallido es superar la crisis y esta se contiene con el cambio estructural que lo que hace es terminar con la economía del abuso e institucionalizado porque aquí uno sale a la calle y alguien te friega.  
 
¿Y qué ha hecho el Congreso en todo esto? 
El Congreso Nacional ha tratado de estar a la altura de esto y presionando al gobierno que, efectivamente trabajemos sobre aquellos proyectos que le hacen sentido y dar respuesta a lo que la gente reclama y por eso es que apoyamos con mucho entusiasmo y lo mejoramos el proyecto que le daba a Cenabas la atribución de intervenir toda la cadena de producción y además, de la farmacia. Apoyamos una serie de otros proyectos que tenían que ver con esa misma línea. Hemos logrado hartas cosas y esto mejorando algunas iniciativas del gobierno, apoyando otras que eran bastante adecuadas o sencillamente haciendo nosotros nuestras propias normas y poniéndole la pata encima, si esta cuestión es así porque nosotros entendemos claramente que lo que aquí hay que hacer es superar la crisis y en este escenario hemos sostenido que el papel del Congreso Nacional, no es sustituible. Aquí no pueden haber cosas por fuera, ni pirquineos, no, si para eso está todo el trabajo pre legislativo que se tiene que hacer en el Congreso y en ese escenario el Congreso no le ha fallado a Chile, podrán criticarnos, podremos ser impopulares los políticos, pero creo que el Congreso ha sido en buena parte quien ha contenido respuestas inadecuadas  o más bien ha generado respuestas más adecuadas y lo que hemos logrado, hasta el momento, en la reforma previsional es seis o siete veces más y mejor que lo que el gobierno había propuesto en un  principio. Nosotros no somos un buzón de trámite rápido. 
 
¿Cómo analiza usted la actitud del gobierno frente a la situación que vive el país en estos momentos? 
Si el gobierno se autocomplace como lo escuchamos al Presidente de la República en una entrevista en televisión y que está todo bien y con el máximo esfuerzo que ellos dicen hacer vamos por el buen camino, la verdad es que me a mí me asusta porque yo no veo con claridad que la ciudadanía esté conforme. Entonces, si bien es cierto han disminuido los actos de violencia, si bien es cierto las marchas también se han espaciado, esto no puede ser una señal de conformidad de que ya lo arreglamos todo porque la verdad, y con franqueza, como dicen algunos memes que nos llegan a cada rato, han pasado más de 150 días y el sueldo sigue igual, la salud igual, las pensiones siguen en trámite, a la gente no le interesa el trámite, le interesa la solución puesta en práctica  y hasta el momento no ha sido así, salvo la Pensión Básica Solidaria que empezó ahora. Entonces, en este contexto, pareciera que el gobierno está en otro planeta, no solo la mejor salud de la galaxia sino que además, estamos funcionando en la galaxia, pero no estamos aterrizando en el hogar chileno, ese que todavía tiene que arreglárselas con 300 lucas y que seguimos pagando los remedios más caros de América y del mundo.  
 
Entonces, el segundo acuerdo político que tomamos todos los partidos políticos más las dos cámaras fue que íbamos a apurar la agenda legislativa en esos tres temas que son los que más le duelen a Chile, que son pensiones, salud y salario mínimo o ingreso mínimo garantizado.  Nosotros podemos discutir los proyectos y mejorarlos, pero la gente ligada al área económica saltan diciendo que hay ser responsables, no se trata de estar haciendo ofertones. No estamos hablando de ofertones, sino de darle un contenido posible de hacer y con el máximo de esfuerzo. Los 24mil millones de los fondos soberanos o del fondo de emergencia previsional son para emergencia y estamos en una emergencia aun cuando haya algunos que crean que esto ya pasó. No ha pasado nada.   
 
¿Y ahora el tema del coronavirus? 
A mí me preocupa porque además, tenemos otro elemento que entró a batallar que es el famoso coronavirus y no es para tomarlo a la chacota que nos separa el mundo y un Chile en dos: los que tienen recursos y los que no tienen y eso se va a notar. Los que no tienen recursos están fregados por eso nosotros tenemos que cuidar nuestras conductas como lo han hecho otros países y han logrado aplanar la curva de casos. Es lo que tiene que hacer el ministerio de Salud, apelar a la responsabilidad ciudadana y enfocar la campaña hacia allá, a evitar el contacto entre personas.  
 
La ONU denunció que Chile no está cumpliendo con lo que se le pidió cambiar ante las violaciones a los derechos humanos. ¿Qué le parece? 
 Eso es así. Se lo hemos hecho saber al gobierno y es una responsabilidad exclusivamente suya. Y eso, creo que empieza a tener plazos, o sea el gobierno tiene que empezar a actuar con mayor firmeza respecto  lo que significa el adoctrinamiento de las policías, o más bien, de la fuerza policial para cumplir  estrictamente la obligación del respeto a los derechos humanos.

Me voy orgulloso de la Presidencia de la Cámara

Usted termina su período como presidente  de la Cámara. ¿Cuál es su sensación? 

Es imposible de resumirlo. La verdad que me voy muy orgulloso de lo que pudimos lograr hacer  en la Cámara de Diputados y mucho antes del estallido porque mucho de lo que empezó a ocurrir – yo no voy a ser un general después de la batalla- porque está escrito en mi discurso cuando hablé de las pensiones, salud, ingreso mínimo, desesperanza de los jóvenes. Todo eso está en mi cuenta pública de julio pasado. O cuando asumí, en mi discurso dije que el Congreso Nacional no se debe baypasear con mesas por aquí y por allá y que el tiempo apremia porque la molestia social es tal que no podemos perder ni un segundo y yo dije – y algunos medios lo tomaron - que las vueltas largas no le sirven a los gobiernos cortos y cuando hablo de gobiernos cortos hablo del gobierno de la República, pero también de quienes conducimos otro poder del Estado, como son la Cámara y el Senado, o sea hay que ponerse en el sentido de urgencia que la ciudadanía necesita.  
 
Yo me voy con la satisfacción, a lo menos, de haber advertido a tiempo y haber generado algunos cambios de rumbos en el Congreso. Cuando tomamos el acuerdo, todos entendieron que lo que podemos decir en 10 minutos lo podemos acortar a cinco y cuando cortamos los debates, lo que hicimos fue duplicar el resultado legislativo, duplicamos la productividad legislativa y eso fue antes del estallido y durante el estallido lo que hicimos fue alinear la agenda legislativa y nos concentramos en los de la demanda ciudadana, por tanto yo me siento orgulloso de todos los colegas que entendimos que teníamos que hacer como prioridad. Así es que me voy con la frente en alto  y por la puerta amcha, no sin antes reconocer que también he cometido errores y que hay muchas cosas que resolver todavía.