Oh I'm just counting

La compleja situación que aqueja al trío DC-PS-PPD tras la derrota presidencial de diciembre

Por Equipo Cambio21
 
 
Antes de ejercer el rol opositor en lo que será el segundo gobierno de Sebastián Piñera, tres de los partidos más emblemáticos de la centroizquierda tienen que resolver sus propios problemas internos.
 
La derrota de Alejandro Guillier a manos de la derecha caló hondo en el sector. A tanto, que los respectivos procesos de reordenamiento de fuerzas prometen dejar a más de algún herido en el camino.
 
Veamos.
 
Antes y después de Mariana
 
De lo único que se habla en la Democracia Cristiana es sobre la situación de la exministra, exparlamentaria e hija del fallecido expresidente Patricio Aylwin, Mariana Aylwin, quien renunció el pasado viernes a la colectividad.
 
En su contra había una petición de expulsión, liderada por un grupo de militantes, generada por su opción de no apoyar a Guillier en la pasada elección presidencial, lo que se suma a una declaración de prensa donde dijo sentirse más cómoda con Chile Vamos y no con la Nueva Mayoría.
 
 
El telón de fondo es el proceso de izquierdización que vive la falange, factor que provocó las renuncias previas de los exministros Pedro García y Eduardo Aninat y que se acentuó con las salidas del exministro Hugo Lavados, del exsubsecretario Clemente Pérez y del exsuperintendente Álvaro Clarke, además de otros 30 dirigentes.
 
Respecto a los costos políticos, se comenta al interior de la tienda que la facción que lidera la exdiputada, “Progresismo con Progreso”, no tiene presencia masiva en las bases, por lo que su ida de la DC no traería una fuga masiva de electores.
 
Sin embargo, desde la colectividad de Alameda 1460 los históricos como el senador Andrés Zaldívar piden que el partido se tome un tiempo de “transitar en el desierto” antes de volver a ponerse en circulación. Acá la pugna enfrenta a la directiva, que puso de emergencia a Miriam Verdugo como timonel tras el alejamiento de Carolina Goic, la disidencia y los grupos “colorines”, “chascones” y “guatones”.
 
Este lunes se efectuará una nueva sesión del consejo nacional, donde el “tema Aylwin” estará dentro de los puntos principales a tratar.
 
Ni laguistas ni girardistas
 
En el PPD las cosas no están mejores. Después de la pérdida de votos y cupos parlamentarios que se registró en la pasada elección de noviembre, la discusión sobre el futuro del partido de divide en tres puntos.
 
El primero: mirar hacia la izquierda, léase el PC y el Frente Amplio, lo que es rechazado por el expresidente Ricardo Lagos y el diputado Daniel Farcas. Dos: producir acuerdos en torno a temas y proyectos de ley precisos que se debatirán en el Congreso con todas las fuerzas progresistas, elemento que es apoyado por algunos legisladores electos. Y tres: recrear una coalición que se parezca lo más posible a la socialdemocracia concertacionista, donde nuevamente emerge Lagos y los históricos de la agrupación.
 
Desde su fundación, la tienda oscila entre dos polos: “laguismo” y “girardismo”, los que son liderados por el exmandatario y el senador Guido Girardi, aunque a juicio del exministro Francisco Vidal el laguismo como tal no está estructurado en lotes o grupos de poder.
 
 
Por otro lado, han existido otros “sub lotes” que responden a figuras internas, como por ejemplo, la “G-90” que en su momento comandó el exministro Rodrigo Peñailillo antes del estallido del “caso SQM”.
 
¿Nombres para presidir el PPD? El número uno de la lista es Heraldo Muñoz, canciller y cercano de Lagos. Después se mencionan a los salientes diputados Marco Antonio Núñez y Jorge Tarud y al senador Felipe Harboe, pero todo dentro de la nebulosa en torno al futuro del partido.
 
Rebelión PS
 
En el socialismo, a pesar de su buen resultado a nivel parlamentario, existe un manto de crítica sobre el papel que tuvo la directiva que lidera el senador electo Álvaro Elizalde en la reciente derrota ante la derecha.
 
Fernando Atria, abogado constitucionalista y diputado electo, expresó que la no realización de primarias y consultas internas para elegir el presidenciable dentro del PS, lo que conlleva a la rápida nominación de Guillier, es responsabilidad directa de la mesa.
 
 
El profesional -junto a otros dirigentes- clama por acuerdos con el Frente Amplio y otras fuerzas de izquierda en materia de fines comunes y proyectos de ley acotados, aunque el senador electo José Miguel Insulza aseguró que al FA no hay que darle “más concesiones”.
 
Marcelo Díaz, exvocero de Gobierno y diputado electo, llamó a ampliar esos mismos entendimientos desde la DC al PC, pero admitiendo, de paso, que hubo "errores" que ocasionaron la victoria de Chile Vamos en diciembre. 
 
En la misma senda, el comité central que la señera colectividad realizó el pasado sábado reiteró su apoyo al gobierno de Michelle Bachelet "hasta el último día", como asimismo deslizó la decisión de transformarse en una "pieza fundamental de la oposición" a la gestión de Piñera.