El expresidente Sebastián Piñera declaró ante la fiscal Ximena Chong por más de 10 horas el pasado 12 de abril, en el marco de la indagatoria que busca determinar responsabilidades por presuntas violaciones a los derechos humanos durante el estallido social.

“Carabineros depende administrativamente del gobierno a través del Ministerio del Interior, pero operativamente tiene autonomía. La relación con el gobierno era a través del Ministerio del Interior”, señaló Piñera en su declaración.

En el documento, al que tuvo acceso Radio Biobío, el exmandatario explicó que el Ejecutivo “planteaba estas instrucciones, pero la forma en que se implementaban era decisión de Carabineros. El gobierno no intervenía en la parte operativa, como en la forma en que se realizaban los sumarios o la forma de entrega de antecedentes a la justicia”.

“Esta distinción es fundamental porque ni el presidente, ni el ministro, ni los subsecretarios daban instrucciones operativas. Solo instrucciones generales de como poner antecedentes en mano de la justicia, practicar la transparencia y realizar sumarios”, agregó.

Vulneración de derechos humanos

En ese sentido, puntualizó en que “cuando teníamos información respecto de abusos de derechos humanos, de lesiones oculares, de lesiones por perdigones o por uso de bombas lacrimógenas no dejaba indiferente al gobierno, era tema de preocupación y acción central del gobierno y también mía como presidente”.

“No hubo informes de inteligencia de otra naturaleza que permitieran anticipar con precisión la explosión de violencia que ocurrió el 18 de octubre”, dijo Piñera.

Además, descartó que se haya aplicado una política generalizada de violación de derechos humanos. “Yo me reuní con mucha gente para hablar estos temas, la mayoría de los expertos en dichas materias se pronunciaron, por ejemplo, el director del INDH Sergio Micco, que dijo que no había políticas intencionadas de causar violaciones de los derechos humanos”.

“José Miguel Vivanco, director de HRW, dijo que si bien se han cometido violaciones a los DD.HH., no hay ataque generalizado o sistemático contra la población civil”, citó en su testimonio el expresidente.

Por otro lado, reconoció que hubo víctimas de violaciones a los derechos humanos, entre ellos, Gustavo Gatica y la actual senadora, Fabiola Campillai. “Por supuesto que reconozco la calidad de víctima de la violencia de ambos, pero corresponde a la justicia calificar la existencia de delitos de DD.HH.“.

“Se me dio información respecto de posible participación extranjera”

Por último, el exjefe de Estado se refirió a la polémica frase “estamos en guerra contra un enemigo poderoso” que pronunció en octubre de 2019.

En ese contexto, mencionó que “la frase fue muy espontánea y obedeció al contexto que estábamos viviendo. Ese día concurrí a las oficinas del estado mayor donde tuve una reunión con el ministro de Defensa, Alberto Espina, el general Martínez, el general Iturriaga y otros”.

“Posteriormente, tuve una reunión más privada en que participó el ministro de Defensa, el director de inteligencia del Ejército general Paiva y otros, donde se me dio información respecto de la posible participación extranjera en los hechos de violencia”, detalló.

Por último, dijo utilizar “con frecuencia la palabra guerra para referirme a enemigos poderosos, por ejemplo, muchas veces he dicho que estamos en guerra contra la pobreza, contra la ignorancia, contra la corrupción (…) nunca dije que estaba en guerra contra los ciudadanos. Todo lo contrario, estaba protegiendo a los ciudadanos”.

“La referencia al crimen organizado se refiere a nuestra convicción de que, en algunos casos, como por ejemplo la quema simultánea de 7 estaciones de metro, existió una organización criminal“, puntualizó.