En su editorial, el medio cuestiona que afirma que "el país ha decidido tirar por la borda la experiencia social y económica más exitosa de su historia y la de mejores resultados en todo el continente".

Así lo señala una editorial el principal diario uruguayo El País, que hace un descarnado análisis de cómo Chile pasó a ser un ejemplo de prosperidad económica, a estar inmerso en la incertidumbre social y política.

Y es que según señala, lo vivido es una “tragedia” que se refleja en el eslogan de “no son 30 pesos, son 30 años”, como una forma de explicar el descontento acumulado que se desbordó con el aumento en la tarifa del Metro.

Si bien hay una elección que definirá el próximo presidente de la República en los próximos meses, el proceso no ha hecho más que polarizar aún más el ambiente, sin reconocer las “tres décadas de mejor desempeño económico, social y político de Chile a lo largo de su historia”, puntualizan.

“¿Será un enfrentamiento de balotaje protagonizado por los extremos Boric y Kast el que termine primando?”, se pregunta en la editorial.

Analistas aseguran que "tras el estallido social, el gobierno de Piñera pasó a ser irrelevante"

A esto se suma el proceso constituyente, donde a juicio del periódico charrúa, tampoco reivindica el crecimiento económico de nuestro país. Al contrario, a su juicio “no parece querer fijar una Constitución moderna, liberal en lo político y que potencie la economía de mercado”.

“El país ha decidido tirar por la borda la experiencia social y económica más exitosa de su historia y la de mejores resultados en todo el continente”, lamenta.

¿Cómo se llegó a este punto? Según acusa la editorial, todo se reduce a una “campaña de desprestigio generada por la extrema izquierda, esa de la que forma parte el Partido Comunista chileno, y que no cree ni en las virtudes de la democracia representativa como forma de gobierno ni en la economía de mercado como mejor forma de generar riquezas”.

A su juicio, esta campaña caló en las nuevas generaciones con expectativas que se han visto frustradas, y que “calza muy bien con el dogmatismo ciego de una generación de viejos izquierdistas que siguen creyendo que hay que hacer la revolución socialista como en tiempos de Allende”.

“Hay que prestar atención a la tragedia chilena que está ocurriendo en vivo y en directo. Infelizmente, es un espejo que refleja una realidad política de la cual hay que alejarse radicalmente si queremos buscar el bienestar y la prosperidad de nuestro país”, concluye.