Por Alfredo Peña R.

Este jueves, "ganó" Giorgio Jackson en la cámara de Diputados.

Pero perdió, ganando.

No hubo ninguna defensa elogiando al ministro acusado constitucionalmente. Todas eran por la falta de juricidad de la acusación. Ninguna defendiendo a la persona, a la personalidad del ministro creador de la famosa y tan manida frase de los "30 años, 30 pesos" para criticar duramente a la Concertación, a Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y un poquito a Piñera.

Singularmente quienes lo "salvaron" este jueves eran en un 75 por ciento exdiputados o exparlamentarios de la antigua Concertación, entre ellos 5 DC y cinco exDC a quiénes Jackson les ha prodigado toda su artillería en tiempos recientes.

La mayoría de las intervenciones de los parlamentarios hablaron de un Giorgio Jackson "prepotente, arrogante y dueño de la autoridad moral" de su sector político, frase que indignó a senadores y senadoras de su actual propia coalición gubernamental, el socialismo democrático.

Fueron 68 votos a favor de la admisibilidad de la acusación constitucional, 76 en contra y seis abstenciones.
Así se rechazó la acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, ex Segpres, Giorgio Jackson.

El libelo contra el secretario de Estado había sido impulsado por parlamentarios del Partido Republicano, de extrema derecha.

En total, fueron 68 votos a favor de la admisibilidad de la acusación constitucional, 76 en contra y seis abstenciones.

Se requerían 75 votos a favor para que avanzara el proceso al Senado, donde como dijo el senador PS, Fidel Esinoza, "estaba pedido".

De parte de la oposición, Eduardo Durán (RN), Joaquín Lavín (UDI) y Ximena Ossandón (RN) se abstuvieron. Mientras que Karen Medina (PDG) no participó de la votación, lo mismo que Andrés Celis (RN).

A la vez, los Joanna Pérez (ex DC) y Miguel Ángel Calisto (ex DC) se abstuvieron, al igual que Francisco Pulgar (ex PDG).

Por otra parte, Erika Olivera (ex RN) votó en contra del libelo.

Mientras que todos los miembros de la Democracia Cristiana encabezados por su presidente Alberto Undurraga, no respaldaron la acusación constitucional y "salvaron" al poco apreciado Jackson.