Oh I'm just counting

Marta Lagos directora de Latinobarómetro y el estallido social a Cambio21: “La marcha del 25 de octubre fue como un golpe de Estado popular”

Por María Cristina Prudant
 
Marta Lagos, es socióloga,  economista de la Universidad de Heidelberg. Desde1984 se ha dedicado a trabajar en el campo de los estudios de opinión. Es así como fundó Latinobarómetro en 1995, con el objetivo de realizar encuestas de opinión pública que representa opiniones, actitudes, comportamiento y valores de los países de la región. Ha realizado consultorías en 23 países sobre el tema de las encuestas y los procesos electorales en transición. Su padre, Gustavo Lagos Matus fue ministro de Justicia del Presidente Eduardo Frei Montalva.

¿Cuándo han trascurrido más de 40 días de movilizaciones cómo analiza usted este estallido social en el país?
Creo que esto es la consecuencia de algo que se veía venir, había mucha información al respecto de que había un malestar muy profundo y explotó por distintos motivos. Creo que empieza a concretarse este estallido en el año 2015 con los abusos, la malversación, la corrupción en el tema de las campañas electorales y el caso Caval, que tuvo un impacto muy fuerte en el sentido de desacreditar a  la élite. Creo que el hecho que ningún senador, político, presidente de partido, empresario haya terminado, efectivamente en la cárcel, ha tenido un impacto muy fuerte sobre el descrédito de la política que viven hoy día los políticos, que siguen actuando como si a ellos no les hubiera pasado nada y como si todo fuera un  problema del Presidente de la República.

¿Pero el Presidente tiene problemas?
Qué duda cabe que el Presidente tiene muchos problemas, pero reducir la problemática política a los problemas del Presidente de la República, me parece que es una miopía gigante porque  todo el parlamento y todos los partidos están metidos en el mismo saco del Presidente y tienen el mismo nivel de rechazo. Entonces, da la sensación de que la  política sigue igual, discuten sobre quién es el político que tiene más apoyo, en circunstancias que no existe.
¿En su opinión se está afectando a la economía también?
Creo que se produce un estancamiento de la economía con una pérdida sucesiva del poder adquisitivo de la gente que está en posición más vulnerable, la que se ubica en la clase baja que es el 60% del país, y eso además del descrédito de la política terminan de conformar este cuadro que explota con los 30 pesos que son la gota que rebalsa en vaso de un problema  que ya existía. Ahora, este problema tiene elementos que vienen desde la época del gobierno de Ricardo Lagos, de Eduardo Frei, pero en su mayor parte se empezaron a cocinar a partir de los últimos cuatro gobiernos más fuertemente que los anteriores.
 
Creo  que aquí otro de los temas centrales es esta cosa de estar todavía sometidos a esta época pos dictadura, de la cual no logramos salir que es como una piedra que nos hunde. Por lo tanto, el cambio a la Constitución es una especie de piso base sobre el cual empezar a conversar porque esto es como estar teñida con una pintura que nos produce irritación, Entonces, son muchos los elementos y no solamente el tema de las pensiones, salario mínimo, el maltrato en el trabajo.
 
¿Y qué le parece el maltrato social, clasista?
El tema de la estratificación social de esta sociedad de clasismo y de toda  esta problemática, de cómo nos tratamos el uno al otro, ese es un tema cultural que requiere de grandes liderazgos y de grandes cambios en la relación de uno con otro, que obviamente no obedecen a  ninguna política pública. Hasta el momento ningún `político chileno se ha atrevido a abordar. En parte, el descrédito de la política tiene que ver con eso, con el hecho que de alguna manera el haber dejado esto en el tintero con una cosa que molesta, pero que nadie menciona también está siendo hoy día culpado a quienes dirigen el país, a los actores políticos y sociales que, en general, deberían ser los que se hacen cargo de esta problemática. Entonces, toda esta cosa de el ninguneo, el roteo, perdón, viene de la época de la colonia, o sea, no empecemos a decir que esto es un problema del neoliberalismo porque eso sería no comprender lo que ha pasado. Ahora, que a lo mejor el neoliberalismo ayudó a que se mantuviera eso es otra cosa.

La gente marcha, se moviliza buscando soluciones a sus problemas. ¿Usted cree que el gobierno ha escuchado a la ciudadanía?
Creo que la marcha multitudinaria fue un golpe de Estado, un golpe popular, no existe la figura de lo que es un golpe popular en el sentido de que un acontecimiento social puede significar un hito de tal naturaleza que cambie la condición de la gente en una sociedad.
 
Entonces, ¿qué pasó a partir de ese día?
A partir de ese día hubo una ponderación, un peso, una importancia distinta de cada cual adentro de la sociedad chilena. Se produjo una suerte de horizontalidad. Ese día la gente supo  que tenía más poder que la política, la economía, los millonarios, los medios, o  sea, ellos se tomaron el poder, en ese sentido es un golpe de Estado, y desgraciadamente para el Estado chileno no supo recuperar el poder después de eso.
 
Lo que hemos visto es en el fondo desmembramiento del poder del Estado, que también significa la pérdida de poder de los partidos, del Ejecutivo, de los empresarios que a regañadientes han ido cediendo. Yo te diría que aquí los que menos han cedido son los parlamentarios y los partidos. Ellos no han cedido absolutamente en nada del poder que tienen. Por último Piñera hizo un gesto que, para él seguramente tiene que haber sido gigante que es anunciar  que aumenta el sueldo mínimo en 50 mil pesos.
 
Creo que las cosas hay que medirlas a la medida de lo que la gente es. Ahora, que eso sea completamente insuficiente y no sirvió para nada es otro punto, pero del punto de vista de él, él estaba haciendo una cosa absolutamente impensable. Entonces, es cosa impensable no la han hecho los parlamentarios, tampoco los empresarios. Entonces, estamos con un déficit en el sentido que los que tienen el poder, los actores políticos y sociales, no comprendieron el golpe que significó la marcha del millón 200 y deben haber salido en todo Chile unos tres millones de personas a la calle.
¿Una gran cantidad comparada con la votación que sacó Piñera para ser elegido Presidente?
Piñera sacó tres millones de votos. Entonces, es muy factible pensar que la gente que salió a la calle son más personas que las que votaron por el Presidente de la República. Entonces, tenemos que mirar la cosa desde esa perspectiva. Eso fue un golpe de poder, se empoderó de tal manera a la gente,  se autoempoderó de tal manera que después de eso no se ha podido desequilibrar.

¿Y cuál es la manera de equilibrarlo?
Bueno, retomando el poder político, pero haciendo justicia, justicia social, política, económica, eso no ha sucedido entonces, aquí de nuevo – yo no quiero defender al Presidente de la  República como si él fuera un héroe- pero me parece que descansar la conciencia en que echándole la culpa al Presidente de la República, es una cuestión simplota, fácil y equivocada porque  en realidad aquí la ciudadanía espera tanta respuesta del Presidente como del sistema parlamentario y de los partidos políticos.
 
Votaron esta ley donde se bajan el sueldo un 50%, después de 41 días, y todavía la ley no ha pasado. Entonces, aquí no ha sucedido lo que tiene que suceder para nada porque los actores políticos y sociales todavía no entendieron que el poder lo tiene la gente, que hasta ese día el poder no lo tenía la gente y que era una democracia semi soberana, que el poder estaba en la clase política. El poder dejó de estar en la clase política y ahora  se requiere que el poder sea representado, pero estando en el pueblo, que es la lógica normal de una democracia; el poder lo tiene la soberanía del pueblo y los representantes hacen lo que el poder del pueblo dice. Eso es lo que no ha sucedido.

¿Qué es lo que no ha sucedido?
No ha sucedido que se dé, por ejemplo, que podría suceder que fuera una señal lo suficientemente potente; que el parlamento se disolviera y llamara a elecciones anticipadas. Ahí habría una actitud de humildad de los políticos actuales diciendo: ustedes dicen que nosotros no somos válidos, elíjannos de nuevo. Por supuesto con reglas que signifiquen que no pueden reelegirse, etcétera. Pero eso no lo van a hacer. Entonces, hay que acusar constitucionalmente a Piñera para qué sirve eso, a quién le sirve que acusen a Piñera, en qué soluciona el problema que lo acusen. Yo por eso acusaría a los senadores y diputados por notable abandono de deberes, que es ejercer el poder en favor de la gente. Ahora están sacando la ley de saqueo cuando hace mucho rato que hay saqueo en Chile, esta no es la primera vez y la están sacando ahora, eso se llama notable abandono de deberes ¿o no?

“Hay que ponerle impuestos a los que ganan más dinero”

¿Usted cree que Chile está en condiciones de pedir un préstamo para solucionar los problemas sociales?
Hay una actitud demasiado rígida que no corresponde con la realidad del país, que está perfectamente en condiciones de  pedir un préstamo para un período corto de tiempo y después retomar  la vida normal con una reforma tributaria que empiece a partir de un período determinado a recaudar lo necesario para poder seguir sustentando ese gasto público.
 
Este impuesto que le están poniendo a la gente a los que tienen casas. Aquí hay que ponerle el impuesto a los que ganan más dinero y uno puede decir hagamos la lista de los que ganan dinero, pero no se tiren contra los chicos porque ponerle impuesto a la gente que tienen  casas que valen más de 400 millones, así no vamos a recaudar nada.
 
Yo no me opongo a ese impuesto, me parece que está bien, pero es como decir tengo 1.000 invitados y te traigo 50 empanadas, está bien muchas gracias por las empanadas, pero por donde empiezo a alimentar a los 1.000 invitados. No hay una proposición entre lo que se ha ofrecido y lo que se demanda, que es un cambio de folio y la derecha todavía no quiere aceptar que es así. Entonces, van a quemar el país antes de aceptarlo y eso no lo puedo creer, me parece inverosímil.