Por Alejandra García S.
Mauricio Rojas, (foto) quien fue nombrado por Piñera como ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y duró 94 horas en el cargo, presentó un libro basado en esa experiencia, cómo enfrentó la ola de críticas luego de calificar de "montaje" el Museo de la Memoria de los derechos humanos en otro de sus escritos. En el lanzamiento del libro, se tomó varias licencias, total el papel aguanta todo, entre ellas disparar contra los medios de comunicación.
Al presentarlo Mauricio Rojas dijo: “Este libro es la crónica de una infamia y de una persecución sin cuartel, de una turba enfurecida que se lanza a una cacería despiadada de un ser humano demonizado”.
También manifiestó que "es una denuncia de quienes se permiten usar la mentira, la calumnia, la infamia para destruir a una persona". Y el ex supuesto militante del MIR, y ex ministro de las 94 horas reiteró una frase que impactó: “hay una gran cantidad de medios que son máquinas de destrucción de las personas”.
Y, singularmente su libro fue editado y financiado por El Libero, medio de comunicación de ultra derecha cuyos dueños son, entre otros, los fanáticos pinochetistas como Hernán Buchi, José Antonio Guzmán y Gabriel Ruiz Tagle, éste último empresario que participó durante 10 años en la colusión del papel higiénico y que fue ministro en el primer Gobierno de Piñera. El Libero es dirigido por el periodista de extrema derecha Eduardo Sepúlveda Múñoz que saltó del "templo de la libertad de expresión" El Mercurio a ese medio de la ultra derecha.
Usando la frase de Mauricio Rojas, que los "medios son máquinas de destrucción de personas", este pasquín digital de la ultra derecha, se dedicó los cuatro años del Gobierno de Michelle Bachelet a inventar historias de la Mandataria y de sus ministros.
Tal como dicen los tuiter, luego del lanzamiento del libro del nuevo ideólogo de la derecha, El Líbero "inventó" historias como que Bachelet estaba alcohólica, que estaba enferma. E incluso escribieron que era la ideóloga del caso Caval, cuando se conoció hace poco que la casi totalidad de los involucrados son militantes de la UDI, cercanos a ese diario digital.