El ministro de Justicia, Hernán Larraín, realizó una serie de ácidos comentarios el fin de semana durante una exposición en la jornada de clausura del cónclave programático de la UDI en Punta de Tralca.
Larraín analizó y enjuició lo que definió como el “amiguismo” en el nombramiento de notarios y fiscales.
“Afortunadamente los errores del gobierno pasado nos ayudan a poner este tema en la palestra, porque cuando empezó el lío de los nombramientos, cuando nombraron en San Fernando un notario y después lo echaron para abajo y era el fiscal que había visto el caso de la Presidencia, se les armó un enredo. Porque lo que pasa con el sistema de nombramiento de notarios es que, ustedes lo saben, es la fuente del amiguismo. Los nombres los propone la Corte de Apelaciones en una terna y lo resuelve un ministro de Justicia. No he visto un sistema más discrecional”, dijo Larraín.
Agregó que desde que asumió en la cartera le ha tocado nombrar a varios ministros. “Claro, mandan algunos antecedentes, pero al final hay mucha discrecionalidad. Y como hay mucha discrecionalidad lo que pasa es que aquí hay mucha presión política, religiosa, de amistades para nombrar a notarios, y eso no es sano. Por lo tanto, estamos cambiando el sistema notarial, cambiando el sistema registral, haciéndolo más expedito, más moderno, más tecnológico y evitando todo lo que pueda ser la presencia física en las notarías”, complementó.
Uno de los comentarios del ministro Larraín cayó mal principalmente en los fiscales, luego que el encargado de la cartera de Justicia relacionara al grueso de los fiscales con la izquierda política.
“Si miran y analizan la estructura de los jueces se van a dar cuenta de que la mayoría de los jueces son de izquierda. ¿Y por qué? Porque en los últimos años, cuatro años hemos tenido gobierno de derecha y 24 años de gobiernos de izquierda. Y como los ministros de Justicia son los que nombran a los jueces, el resultado es dos más dos”, afirmó.
“Entonces, cómo cambiamos esto. Bueno, vamos a seguir teniendo jueces, así que ahora algo ‘netearemos’, pero más que eso vamos a nombrar buenos jueces”, agregó en tono distendido durante la exposición, que si bien fue abierta a la prensa, el ministro pensó que era restringida a los militantes gremialistas.
“Lo que hay que hacer es tener un mecanismo de designación de jueces público, transparente y fundando en el mérito. Y no en el amiguismo, ni en la cuña, ni en que fui amigo del ministro de la Corte Suprema. Vamos a ser limpios y transparentes”, enfatizó.
¿Verdad o prejuicio?
Varios salieron a responder los dichos del ministro Larraín, uno de ellos fue la del ministro y expresidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, quien afirmó que “cada uno tendrá su opinión, pero los jueces estamos exentos de política. No participamos en asuntos políticos. Hay tendencias, pero una cosa organizada jamás”, indicó a La Tercera.
Para Álvaro Flores, presidente de la Asociación de Magistrados, lo dicho por Larraín “es desafortunado”, aunque aclaró entender “la lógica bipolar con que el ministro y su sector pueden ver la realidad, pero no la compartimos”.
“Creo que sus declaraciones le hacen daño a la magistratura, porque intenta estigmatizar a un conjunto de jueces que en rigor disponen de la imparcialidad y la independencia como un capital fundamental para el ejercicio de la función. Utiliza (Larraín) un recurso muy reduccionista de la realidad”, aseguró Flores.
Incluso, el exfiscal Carlos Gajardo, se manifestó en relación con las palabras del secretario de Estado. En declaraciones hechas ayer en una entrevista con Canal 13, el abogado coincidió con la posición del Poder Judicial asegurando que “todas las grandes instituciones han estado binominalizadas. Hablar de que la mayoría de los jueces son de izquierda no cumple la realidad. En las instituciones se nombran de un lado político y la otra mitad del otro. Mi experiencia dice que la política es algo que pasa bastante por el costado. Ignoro la posición política que puede tener la mayoría de los jueces y los fiscales, no es el tema”, aseveró.
Para el diputado comunista Hugo Gutiérrez la situación generada por el ministro de Justicia evidencia “sus más profundas convicciones de que tenemos un Poder Judicial que ha emitido fallos, en materia de Derechos Humanos, contrarios a personas que él cree son inocentes”, asegura el diputado.
Para el parlamentario los dichos de Hernán Larraín ponen en entredicho el trabajo judicial relativizando los fallos y posicionando un aura de “ficción frente al trabajo de la fiscalía”. Es más, estima que “se establecerá sin dudas una presión contra el trabajo investigativo al interior del Poder Judicial”, reflexiona el diputado Gutiérrez.
“Todos los jueces tienen considerado ascender en su labor, pero este tipo de comentarios deja una sensación gris frente al buen trabajo, porque se entiende que las directrices del ministro de Justicia serán las que organicen los ascensos”, acusa el parlamentario comunista.
Luego fue el turno del vocero de la Corte Suprema, Milton Juica, quien comenzó diciendo que los dichos del ministro Larraín son una "amenaza".
El vocero del máximo tribunal del país aseveró que "la falta de transparencia no ocurre dentro del Poder Judicial, porque todas las actuaciones de nombramiento del Poder Judicial están claramente establecidas en la ley y si uno pudiera buscar dónde podría haber una zona gris en el nombramiento, están precisamente en el Ministerio de Justicia", le respondió Juica.
Por último, fue el senador socialista Carlos Montes quien criticó particularmente la frase de Larraín de que "vamos a seguir teniendo jueces, así que ahora algo 'netearemos', pero más que eso vamos a nombrar buenos jueces”.
El senador manifestó que "él (Larraín) lo dijo en una instancia privada, pero lo dijo, lo pensó, y después dijo 'vamos a netear'. O sea, en este Gobierno vamos a meter jueces de derecha para que queden más equilibrados".
"No me pareció que es propio de Hernán Larraín, que en general es muy bien ponderado y sensato en sus declaraciones y creo que esto no ayuda en nada. Lo ideal sería que borrara esta frase, porque induce a una visión equivocada de las instituciones y los desafíos con la Justicia", aseveró.