La ministra de Energía, Susana Jiménez, llegó hasta el Congreso para exponer sobre los beneficios del cambio de los medidores, oportunidad en que aclaró que quienes se nieguen a cambiar su medidor igual deberán pagar el prorrateo del costo de todos los aparatos. Además anunció una nueva alza de tarifas.
"El dólar subió significativamente, por lo tanto nosotros ahí sí vemos una alta probabilidad de que veamos un alza de tarifas producto de este componente de la tarifa, eso todavía está en Contraloría", confirmó Jiménez.
El alza será del orden del 10 por ciento de efecto y el 80 por ciento de ese aumento es debido al alza del dólar.
En tanto, respecto a los medidores, la ministra explicó que el cambio responde a la implementación de una norma técnica para la calidad de servicio del año 2017 y que es un proceso gradual de siete años. La incorporación de los aparatos se traduce en una inversión de mil millones de dólares, y que no será asumida por las empresas, sino que por los usuarios.
"Hay que considerar que el hecho de cambiar de medidores y de propiedad va a significar que ya no hay cobros por arriendo de medidor, no deben haber cobros asociados a temáticas que ahora se ahorran, como el costo y reposición, como las cuadrillas", afirmó la secretaria de Estado.
Al ser consultada si a quienes se nieguen a cambiar los medidores se les aplicará el prorrateo del costo de todos los aparatos -cobro igualitario para todos-, la secretaria de Estado respondió que "así quedó estipulado en la ley", por lo tanto a quienes ya se les cambió o a quienes no lo quieren, deberán pagar igual.