Para este viernes en la mañana está citada una nueva reunión para de diálogo constituyente para resolver los pormenores del nuevo proceso, al que están llamadas diversas fuerzas políticas del amplio espectro nacional.

Las discusiones ya llevan varias semanas, y hasta el momento no han podido consensuar diversos aspectos necesarios para construir un órgano definitivo que redacte una nueva Carta Magna, y aunque no todo es desencuentro, pues algunos factores ya estarían medianamente acordados, la composición del mecanismo de redacción sería la mayor traba hasta el momento.

La fórmula que podría destrabar las conversaciones es la que originalmente planteó Chile Vamos, es decir, un órgano sin expertos designados y ciento por ciento electo, pero con solo 50 escaños.

Pese a que el diseño de los partidos de derecha dista bastante del centenar de miembros electos que el oficialismo pretendía al inicio de las negociaciones, en el sector asumieron que era preferible bajar el número de escaños a tener que incorporar expertos designados por el Congreso, como era la otra fórmula planteada por la oposición y sobre la que se estuvo buscando un consenso hasta inicios de semana.

“El valor de que una persona sea electa democráticamente es mayor al tamaño del órgano”, dijo el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, uno de los dirigentes más reticentes a abandonar la bandera de lucha por un ente 100% electo.

¿Y si finalmente resulta imposible aunar posiciones? Considerando que ya han pasado tres meses de negociaciones, desde sectores del oficialismo comenzaron a socializar la idea de convocar a un nuevo plebiscito de entrada donde la ciudadanía se pronuncie por el mecanismo.

“Que sea la ciudadanía la que decida quién quiere que redacte la nueva Constitución y cómo se va a constituir ese órgano. Se lo vamos a tener que preguntar a la ciudadanía”, dijo la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.