Mientras se vive el proceso de instalación del segundo gobierno de Sebastián Piñera, solo resta conocer los nombres de los nuevos embajadores que debe designar el mandatario, ítem que también genera revuelo al interior de los partidos de Chile Vamos.

 

Dos son los motivos. Primero, los cupos son escasos. Si bien las delegaciones diplomáticas son cerca de setenta, las representaciones ante organismos internacionales son alrededor de diez, además del consulado general en Bolivia. En rigor son veinte las plazas que estarían disponibles para dirigentes políticos y gente de confianza del jefe de Estado (amigos).

 

Las demás quedarían reservadas para los profesionales del servicio exterior, de acuerdo a las demandas de la Asociación de Diplomáticos de Carrera.

 

Y en segundo lugar, en el oficialismo quieren evitar que las embajadas sean “premios de consuelo” para exparlamentarios que fueron derrotados en las pasadas elecciones de noviembre, situación que en todo casi se viene repitiendo desde el retorno a la democracia, tanto en la centroizquierda (Concertación y Nueva Mayoría) como en la derecha.

 

Sea como sea, el desfile de “candidatos” está a la orden del día. Veamos.

 

 

Lily Pérez: Israel. Resistida en Renovación Nacional, su expartido, por liderar la renuncia de militantes para fundar Amplitud cuando era senadora por Valparaíso Cordillera. A favor cuenta su religión judía.

 

José Manuel Rojo Edwards (exRN): sin país claro. El exdiputado no contaría con el apoyo de los partidos tras su fallida candidatura senatorial por La Araucanía, aseguran en el sector. Misma situación recae para los exdiputados de la UDI Gustavo Hasbún, Claudia Nogueira, Andrea Molina y Marisol Turres, todos derrotados en las urnas en 2017.

 

Sergio Romero: Brasil. El exsenador de RN fue embajador en España en el primer gobierno de Piñera.

 

Germán Becker: Alemania. El exdiputado de RN fue derrotado en su candidatura a senador por la novena región. Maneja el idioma alemán, aseguran en su partido.

 

Hugo Ortiz de Filippi: sin país preciso: Fue senador y consejero regional de la UDI.

 

 

Pedro Pablo Díaz: El militante de RN es amigo personal de Piñera. De hecho, su hija Magdalena Díaz es la jefa de gabinete presidencial y por su parte fue embajador en Australia en el anterior gobierno. También suena en España, Argentina y el Vaticano, plaza última que habría sido solicitada también por Carlos Larraín, exsenador y extimonel de RN, tras rechazar Estados Unidos.

 

Rodrigo Hinzpeter: Quien fuera hombre de confianza de Piñera en su primera gestión (fue ministro del Interior y Defensa) se da para Washington, lugar en el que mencionó en diciembre pasado a Felipe Bulnes (RN), que ya estuvo en ese puesto después de ser ministro de Educación y Justicia.

 

Octavio Errázuriz: exembajador entre 2010 y 2014 y coordinador del equipo de política internacional de Piñera durante la campaña electoral de 2017 se lanza como casi seguro en la tierra del Tío Sam.

 

Hernán Salinas: excoordinador del equipo programático de Piñera y exasesor jurídico de la Cancillería es visto para la embajada de Chile en La Haya o representante chileno ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

 

Renato Sepúlveda: sin país claro. Fue embajador en El Salvador entre 2010 y 2014.

 

Ricardo Israel: sin país claro. Fue candidato presidencial del PRI en 2014 e integrante del equipo programático de Piñera en 2017. Hoy ejerce de director jurídico de la municipalidad de Ñuñoa.

 

 

Jorge Sandrock: Alemania. Es director de la fundación de la derecha germana Hans Seidel.

 

James Sinclair: Sin país claro. Ha hecho carrera en Relaciones Exteriores y fue parte de diversas comitivas en el primer gobierno de Piñera. Es rechazado por agrupaciones de DD.HH.

 

Milenko Skoknic: Organización de Naciones Unidas (ONU). Pertenece al servicio exterior y es funcionario de carrera.