Hace 29 años, un día 5 de octubre de 1988, la naciente Concertación de Partidos por la Democracia logró el triunfo del “No” ante la opción “Sí” que encarnaba la continuidad del dictador Augusto Pinochet como presidente de facto.

 

Opacado por el encuentro de la selección chilena ante su similar de Ecuador, válido por la penúltima fecha de las clasificatorias para el Mundial de Rusia 2018, como también por las crecientes divisiones y conflictos que se han generado en la centroizquierda, esta significativa efeméride literalmente pasó al olvido al menos para la opinión pública.

 

Pedro García, exministro de Salud en el gobierno de Ricardo Lagos, y Eugenio Guzmán, director de la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, intentaron dar con la respuesta. Uno cree que puede ser recuperado el espíritu fundante del arcoíris y el otro lo dio por acabado para siempre. Adivine.

 

 

“Muchos nos sentimos orgullosos de la Concertación y no tan convencidos de la Nueva Mayoría”, dice de entrada García, candidato a diputado por la DC en el distrito de Santiago, Ñuñoa y Macul, quien expresó a Cambio21 que el arcoíris “era una comunidad política de propósitos, donde había respeto, equilibrio, interés solidario y búsqueda de fines comunes y de consolidar la democracia y generar crecimiento y equidad en Chile”.

 

“Hoy día la cosa está muy desordenada, y eso pasa porque tenemos diferencias que son profundas. Algunos creemos en una economía social de mercado, otros en el mercado total y los demás en una economía centralizada de corte marxista. Y esas diferencias deben quedar a la vista. No puede ser que parezcamos que somos lo mismo, porque no lo somos. Algunos piensan que Nicolás Maduro es un gran demócrata venezolano y otros creemos que es dictador”, manifestó.

 

 

En su opinión, “mientras algunos dicen que qué importa eso en Chile, yo les digo que sí importa, porque yo no quiero volver a tener nunca más a un Pinochet. Para no tener a un Pinochet, debo tener la suficiente validez moral de haber criticado a otros dictadores también, lo que es muy esencial”.

 

¿Hay piso para una nueva Concertación? Según el médico de profesión, “se puede llamar de otra forma, pero creo que una sociedad entre el socialcristianismo y la socialdemocracia no veo por qué no pueda repetirse”.

 

“Hay gente que tiene compromisos democráticos, lo que debe quedar a la vista. O sea, el señor (Eduardo) Artés dice que Corea del Norte es un paraíso, y la verdad es que yo no estoy ahí. O Beatriz Sánchez, que dice que prefiere no hablar de Venezuela, cuando la verdad es que no habla porque tiene partidarios que son seguidores del modelo venezolano. Y eso no es normal”, enfatizó.

 

 

Guzmán, en tanto, manifestó a este medio que “la derrota de 2009 fue un hito importante en la Concertación, al punto que se desfonda y aparece la Nueva Mayoría, que lo que ha hecho es deshacerse de toda esa generación. Al menos eso es lo que se vio en el PS”.

 

“Si bien no hay nadie que discuta la importancia del 5 de octubre, dentro del hito denominado retorno a la democracia, resulta que los que construyeron ese momento hoy están casi todos cuestionados por los nuevos grupos. Es más, están alejados y desafectados de ese sector”, insistió.

 

 

Para el académico y analista, “si hubiera que celebrar esta fecha tendrían que estar todos aquellos que precisamente han sido denostados. Y es muy fácil ponerle nombre a esto: desde las Marianas Aylwin hasta los Ricardo Lagos pasando por muchos otros”.

 

Raya para la suma: “para celebrar el 5 de octubre debería hacerlo la Concertación. Pero hoy la Concertación se haya muerta. Y la Nueva Mayoría ha hecho todo lo posible por dejarla morir”, sentenció.