La presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic , expresó su respaldo a la gestión del gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego (independiente, ex-DC), calificándola de “muy buena” y destacando que representa un liderazgo efectivo y comprometido. con los ciudadanos de la región.
En este contexto, Vodanovic manifestó su expectativa de que Orrego sea reelecto en la segunda vuelta del 24 de noviembre, donde se enfrentará al candidato de Renovación Nacional (RN), Francisco Orrego Gutiérrez .
Durante una entrevista en Radio Cooperativa , Vodanovic expresó: “Espero que finalmente tengamos a Orrego el bueno y no a Pancho malo de gobernador” , una declaración que algunos interpretan como una crítica a Francisco Orrego, haciendo una referencia indirecta a Francisco Muñoz , conocido como “Pancho Malo”.
Muñoz es un exbarrista de la Garra Blanca de Colo Colo y actual activista de ultraderecha, figura que ha cobrado notoriedad en los últimos años por su rol como líder del “Team Patriota” y por protagonizar múltiples manifestaciones de carácter confrontacional , principalmente en las afueras del Congreso en Santiago durante los procesos constituyentes.
Por otro lado, desde Chile Vamos han criticado en múltiples ocasiones dichas referencias a su candidato, calificándolas de “clasistas” y de un intento de desestimar la candidatura de Francisco Orrego Gutiérrez.
Líderes del sector señalaron que su candidato proviene de una “clase media amplia y esforzada” y representa una nueva generación de derecha, con una visión renovada y alejada de los estereotipos que buscan asociarse con figuras polémicas.
Es relevante señalar que Francisco Muñoz, a quien hace alusión Vodanovic en su declaración, fue líder de la Garra Blanca y cumplió una condena por homicidio hace dos décadas. Actualmente, como cabeza del “Team Patriota”, ha adquirido visibilidad por sus manifestaciones en apoyo a causas de extrema derecha , con un enfoque confrontacional que ha generado divisiones y críticas en la opinión pública.
La carrera electoral por la gobernación de la Región Metropolitana continúa marcada por estas tensiones, en una contienda que enfrenta visiones contrapuestas de liderazgo y gestión pública.