En las últimas horas, el diputado Pablo Lorenzini renunció a la Democracia Cristiana (DC), tras 45 años de militancia. Al interior del partido, esta decisión causó gran sorpresa, incluso a su presidente, Fuad Chahín.
Chahín dijo que la salida “me parece súper sorpresiva. Yo con Pablo siempre he tenido muy buena relación, de hecho, me sorprendió no habernos enterado. Me mandó ayer un mensaje, me dijo que era un tema personal, que no tiene nada que ver con la directiva, que se quería tomar un café conmigo”.
“Lo que más me sorprende es que hasta la semana pasada él estaba buscando ser jefe de la bancada de la DC, sin embargo el certificado que acompañó a la cuenta de la Cámara para poder justificar su retiro de la bancada, se señala que al 31 de marzo ya no estaba militando”, explicó.
Todo esto, dijo, “me parece bastante inexplicable, pero Pablo tiene su personalidad y hay cosas que de verdad puede sorprender en cualquiera, menos en Pablo“.
Además, dijo no comprender el caso de Lorenzini, porque “si yo no me siento cómodo en un partido, no voy de candidatura a una presidencia (regional), no busco ser jefe de bancada de ese partido”.
Chahín negó exista una división con mayor profundidad al interior de la colectividad. Con “algunos senadores la relación es más fría, más distante, porque tenemos posiciones políticas distintas, que muchas veces cuando hay una conducción que gana, en lugar de ponerse todos detrás de ellos, hay algunos que simplemente toman una posición de disidencia o posición permanente, creo que eso debilita el partido” señaló a radio Agricultura.
Por otro lado, “con los diputados tenemos una relación bastante fluida con todos. Algunos tienen una posición más cercana a la línea política de la mesa y otros tiene una visión distinta, pero eso es legítimo en un partido democrático, pero eso no es así, creo que la relación con los parlamentarios ha sido bastante positiva”.