En medio del intenso ajetreo de la crisis sanitaria por el coronavirus, sobre todo por las febles acciones económico-sociales por parte del Gobierno, el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín analiza el desarrollo de la política en el país. 

Y tiene intensa tarea por delante: hay plebiscito por una nueva Constitución en Octubre, elecciones de Alcaldes, Concejales, Gobernadores, Cores en Abril del 2021 y elecciones presidenciales, de la totalidad de los diputados y de la mitad del Senado a fines del mismo 2021. Y entre medio, elecciones de Constituyentes y las primarias de todas las elecciones.

 

Dice que en el tema de la crisis sanitaria, el Gobierno ha tenido de luces y sombras. 

Y en el tema político, no titubea en decir que la administración de Piñera, es el peor Gobierno desde el regreso a la democracia.

Y reitera a Cambio21 que para la elección presidencial, la DC tendrá un o una candidato/a a esa elección...

 

La gestión del gobierno ha sido de luces y sombras. Luces en cuando la cantidad de testeos, que nos sitúan en un lugar destacado de América Latina y debemos seguir aumentando, como también la oportunidad en que sentó a actores relevantes del mundo de la salud en la Mesa Social Covid, mejorando los criterios voluntaristas que exhibió los primeros días. Esto ha sido clave para lograr una baja tasa de letalidad. Sin embargo, han existido sombras y muchas: el discurso triunfalista del Gobierno rayó en lo irresponsable; las iniciativas poco planificadas y precipitadas como “la nueva normalidad” o el carnet covid, las peleas mediáticas innecesarias de Mañalich con el colegio médico, y los alcaldes. En fin, creo que siempre se debió tener un discurso cauto, preventivo, y no tanto optimismo y auto loa que terminó por relajar a los chilenos, hasta saltar las cifras de contagios a casi 30 mil. Un error indiscutible. Por último, creo que las medidas económico sociales han sido derechamente insuficientes, dejando fuera de su alcance a millones de personas que requieren apoyo urgente.

Sin duda este ha sido el peor gobierno desde el retorno a la democracia, políticamente confundido, sin entender lo que ha ocurrido en nuestra sociedad y que se expresó en las movilizaciones iniciadas el 18 de Octubre, incapaz de liderar una nuevo Pacto Económico Social que nos permita sentar las bases para recuperar el crecimiento económico, corregir las inaceptables desigualdades que sigue mostrando nuestra sociedad, enfrentando con decisión la concentración económica y poner fin a los abusos y privilegios de unos pocos. Su promesa de tiempos mejores claramente se esfumó. Por lo mismo, creo que el objetivo de la oposición no puede ser simplemente derrotar a un gobierno que ya lo está sino intentar dar pasos en el camino de la solución a los problemas que agobian a los chilenos y para eso se requiere dialogo y búsqueda de consensos, de lo contrario el país castiga a la política en su conjunto y sigue debilitándose la democracia y sus instituciones.

 

Digamos que el trabajo del Gabinete se ve eclipsado por un estilo del Presidente que quiere estar en todo y no perderse de nada. Salvo Mañalich en medio de la crisis sanitaria, los otros Ministros tienden a desaparecer. El problema es que los ministros nunca se han sentido empoderados para hacer su gestión porque al final Piñera quierE decidir y resolver todo a su antojo, puede cambiar el gabinete completo y las cosas no serán demasiado diferentes.

 

Considero injustas las críticas a la oposición en esta crisis, casi todos los proyectos enviados por el gobierno al congreso han sido aprobados por amplísima mayoría y en tiempo record, salvo el de Ingreso de Emergencia, que fue una propuesta DC y de otros partidos de oposición pero que buscaba una respuesta real a las familias desesperadas por no tener ingresos que aseguren su digna subsistencia durante la pandemia, esto va más allá que los más vulnerables ya que hay muchas familias de clase media que se han quedado sin ingresos. Sin embargo, el gobierno ha actuado con un dogmatismo extremo que deja a millones de chilenos sin apoyo y llegando a los que sí con un monto claramente insuficiente como son los 65 mil por persona en el mejor de los casos, ya que dicho monto disminuye según el nivel de vulnerabilidad y cada mes. La unidad como país es necesaria en las crisis, pero no puede entenderse como allanarse a todo lo que propone el gobierno, sino que debe ser fruto del dialogo y la participación donde se recojan las distintas miradas.

 

Sin dudas que hay varias oposiciones porque somos fuerzas políticas distintas, con historias y electorados diversos. Sin embargo, esto puede ser un gran activo si lo asumimos con realismo y tratamos de buscar objetivos en común y concordar un entendimiento estratégico sobre la base del respeto a la diversidad y la autonomía política y programática de cada partido en la búsqueda de esos objetivos compartidos. El problema es tratar de uniformar lo que es distinto, eso simplemente no resulta, nadie puede imponer a otro que sea algo diferente a su identidad en pos de una mal entendida unidad monocolor.

 

La DC siempre ha sido un partido de dialogo y búsqueda de consenso para avanzar hacia una sociedad con más justicia social y desarrollo humano, un partido de vanguardia y no de defensa del estatus quo. Creemos que la polarización es mala para Chile y estanca nuestras posibilidades de desarrollo. Por eso buscamos volver a interpretar a un electorado que desea ver a una fuerza política con carácter y personalidad que construya soluciones concretas, viables, responsables y bien diseñadas pero audaces y profundas que se hagan cargo de los viejos y nuevos problemas que tenemos como país. Ese electorado fue perdiendo la confianza en lo que hoy es la oposición y le dio un triunfo holgado a la derecha. Si la DC no cumple su rol, la oposición podría estar muy unida, pero sería siempre una minoría.

 

El próximo año hay elecciones presidenciales. ¿La DC va a llegar con un o una candidata presidencial?

Por supuesto que tendremos una candidatura presidencial que lidere un programa y una propuesta política para Chile. Espero que dicha candidatura compita en elecciones primarias de un pacto que defina un marco político en que la DC se sienta cómoda y respetada.

 

Evidentemente nuestro mundo más natural son los partidos de la ex concertación y Ciudadanos pero veo también liderazgos interesantes en algunos partidos del Frente Amplio que entienden que el mesianismo es mal consejero y se dan cuenta de que nadie es dueño de la verdad absoluta y de ahí la importancia del diálogo franco y la búsqueda de entendimientos.

 

 

Creo que el papelón de la oposición en la elección de la Mesa de la Cámara fue lapidario para su imagen en la crisis y quienes son los responsables de aquello no asumen su error. Yo me hago cargo de lo que ha hecho la DC, que desde antes de la crisis y, más aún en medio de ella, se ha caracterizado por ser un partido fiscalizador y propositivo, pero tenemos conciencia que cuesta comunicar las propuestas y muchas veces las disputas internas y el personalismo contribuyen en la invisibilización de nuestras iniciativas.

 

Esa frase de los 30 pesos y los 30 años es un error histórico, ¿acaso la dictadura que no sólo dejó violaciones sistemáticas a los DDHH sino una sociedad sumida en la pobreza y un Estado disminuido al máximo no existió previo a esos 30 años? Obvio que en todos los Gobiernos existen deudas y algunas grandes pero los logros de la Concertación, especialmente en sus primeros gobiernos son indiscutibles, a pesar del contexto político complejísimo en que le correspondió gobernar. La Concertación dio al país progreso y estabilidad más que cualquier otro grupo político en nuestra historia, pero en un principio porque no se pudo y después porque se perdió el impulso transformador inicial se fue perdiendo la épica de cambio y por qué no decirlo, también algunas veces la ética, pero achacarle todos los males del Chile de hoy y no reconocer sus enormes logros me parece injusto e ignorante.