El jueves 19 de abril el Presidente Sebastián Piñera confirmó el nombramiento de su hermano Pablo como embajador de Chile en Argentina. Decisión que lo instaló en el centro del debate durante 10 días y que finalmente el Gobierno desistió ya que Contraloría se demoraría unos seis meses en entregar Respecto a su situación, comentó en conversación con "El Mercurio" que espera que a futuro "cuando se nombre a una persona en un cargo, se evalúe si tiene o no tiene los méritos para ocuparlo y que eso lo haga un ente independiente como, por ejemplo, la Alta Dirección Pública".
Consultado por las críticas de nepotismo, el hermano mayor del Mandatario concluye: "Hay odiosidad en la política chilena". Pero la decisión que debía tomar Contraloría -luego de un requerimiento por la legalidad de su designación realizada por los diputados Daniel Núñez (PC) y Leonardo Soto (PS)- provocó molestia en parte del Ejecutivo.
Buena parte del Gobierno esperaba que el organismo se tomara dos días en resolver: nunca estuvo en sus planes que lo extendiera seis meses.
La incomodidad también se extendió hacia Evópoli, que arremetió con un proyecto de ley que regulaba los vínculos familiares de quienes son contratados en cargos estatales.
En el partido insisten hasta hoy en que la iniciativa fue contemplada desde la candidatura presidencial del senador Felipe Kast y que, de haber estado regulado el tema, se podría haber blindado la designación del ex consejero del Banco Central a través del sistema de Alta Dirección Pública.