El acuerdo por la nueva constitución firmado en la madrugada del 15 de noviembre, abre la posibilidad de dejar atrás la carta fundamental vigente. El actual signatario del documento, el expresidente Ricardo Lagos, ha estado al tanto de los acontecimientos y se ha mostrado favorable al proceso constituyente. “Estamos todos conscientes que estábamos con una camisa de fuerza que era una constitución heredada, pétrea, que no se podía cambiar”, señaló en conversación con CNN.
“Entonces esta camisa de fuerza hizo que esta caldera, las demandas ciudadanas eran muy difíciles de satisfacer, y por lo tanto mientras existiera esa camisa, era imposible y todos sabíamos porqué existía esa camisa”, agregó.
Las palabras de Lagos van en línea con lo que escribió en su cuenta de Twitter, tras la firma del acuerdo. “Estoy optimista por el acuerdo alcanzado que inicia una nueva etapa. Después de tanto tiempo, comienza el camino hacia una nueva Constitución, la que debiera establecerse desde abajo hacia arriba, nutrirse de la experiencia institucional y del conocimiento acumulado en estos años”.
En su intervención en CNN, Lagos valoró la disposición de los grupos políticos por llegar a un acuerdo, a partir de la presión ciudadana e las calles. “El momento fue cuando los que había mantenido con tanta fuerza, durante 30 años, se dieron cuenta que haba llegado el momento de permitir que se pudiera hacer una nueva Constitución a partir de la voluntad de los ciudadanos”.
Respecto al manejo de la crisis por parte del presidente Sebastián Piñera, el líder socialista señaló que la decisión de declarar estado de excepción y sacar a los militares a la calle “fue un error, pero el primero fue decir que estábamos en guerra, creo que fue un error”. Pero también le concedió cierto margen debido a lo sorpresivo del estallido social, a un mes desde su primera jornada. “El rol de Piñera es que fue muy sorprendido por el estallido social. Yo estaba consiente que se iba a producir, pero no en esta magnitud”, agregó.
La constitución de 1980 fue reformada durante el mandato de Lagos en 2005, por tal razón lleva su firma hasta la actualidad. Entre los cambios más significativos estuvieron la eliminación de los senadores designados y vitalicios, se revocó la inamovilidad de los comandantes en jefe de las fuerzas armadas y la posibilidad de que el COSENA se pudiera autoconvocar.