Foto: ex diputado y ex senador Mariano Ruíz Esquide
Por María Cristina Prudant
Mariano Ruiz-Esquide, médico, ex senador, militante demócrata cristiano, trabajó por más de 50 años junto a su camarada Andrés Aylwin, quien falleció a los 93 años. Ambos, junto a otros 11 personeros del partido, firmaron la carta de los 13 que rechazaba el golpe militar y que fue difundida 24 horas después del golpe militar de 1973.
De acuerdo a su relato a Cambio21 “eso fue firmado por un grupo de camaradas que ya veníamos conversando de qué iba a pasar en Chile cuál era nuestra función frente a la eventualidad de que hubiera un golpe, fuera militar o de ultra izquierda. Sabíamos todos que golpea había, esa es la primera cosa Nadie en Chile ignoraba que iba a haber un golpe de Estado. Nosotros tomamos la decisión de que el golpe viniera de donde viniera no nos íbamos a unir al golpe”
“Entonces, cuando se produjo nosotros ya veníamos preparados para eso. Teníamos claro lo que íbamos a hacer. Irnos a la casa de Bernardo Leighton para poder juntarnos. Cuando nos reunimos muy rápidamente en no más de 15 minutos, media hora hicimos la carta que se conoce. La decisión la tomamos muy rápidamente y todo el mundo supo en lo que estábamos. Salió la carta y la mandamos a Italia y después de eso, prácticamente la conoció todo el país”.
En cuanto a las represalias que podían sufrir, el médico, comenta que “estábamos absolutamente seguros que habrían represalias contra nosotros. Pero nuestra decisión era tan fuerte, que aún sabiendo eso la hicimos y en ese grupo estuvo la presencia de Andrés Aylwin, que estuvo siempre en esta posición y fue para nosotros un consejero
permanente”.
"Quedamos a la espera de lo que pasara, porque sabíamos que algo iba a suceder y en ese momento tuvimos conocimiento de que la junta militar había discutido qué hacer con estas 13 personas". "Había cuatro opiniones que correspondían a los cuatro miembros de la junta. Uno quería fusilarnos por traición a la Patria, otro quería mandarnos a (isla) Dawson, otro quería exiliarnos y el último quería mandarnos preso", recuerda
"Después de eso, al parecer, hubo gestiones entre la junta y algunos dirigentes nuestros, específicamente, Eduardo Frei Montalva, y no nos hicieron nada en ese momento", añade
También recuerda que “en ese momento no pasó nada, pero después todos sufrimos las consecuencias de la carta. Nunca pudimos comprobarlo pero, al parecer así fue que a través del ministro Oscar Bonilla, que fue edecán de Eduardo Frei Montalva habrían llegado a un acuerdo de no sancionarnos con el compromiso que el partido no nos nombrara en ningún cargo, ni representación. Y después de eso, prácticamente todos tuvieron una sanción”.
“A Andrés (Aylwin) lo mandaron al norte, a Fuentealba lo echaron del país y así todos fueron sufriendo golpes. A mí, en lo personal, no me pasó gran cosa, salvo que me dijeron que si quería seguir en el servicio público de salud, que había quedado muy desmantelado, me dijeron que me tenía que ir a Mulchén. Acepté porque no tenía ninguna otra posibilidad.
En Mulchén permaneció unos días porque en realidad para la cantidad de pacientes que recibía el hospital habían suficientes médicos, asi es que lo mandaron a Los Angeles donde estuvo tres años.
En cuanto a Andrés Aylwin, dice que “él estuvo un tiempo muy enfermo. Pero siempre estuvo con nosotros como un asistente, ayudándonos para todo lo que vino después. Creo que lo definiría como una especie de santo en vida porque siempre tuvo una sola postura”.