El candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, debe ser una de las personas que con mayor fuerza divide los gustos. O lo siguen con pasión o lo rechazan con agresividad.

 

Esto ha quedado de manifiesto en el último tiempo, cuando en sus presentaciones públicas siempre ha sido victima de algún “recuerdo” por parte de sus opositores.

 

Reflexionar respecto a qué elementos se podrían articular como centrales para construir este rechazo ya se ha hecho desde que Sebastián Piñera determinó ser un personaje público. Sin embargo, él siempre se ha dedicado a “entregar” elementos que incrementan la desaprobación.

 

 

Hoy en día basta una foto para arruinar toda una vida. Da la impresión que Sebastián Piñera esto no lo sabe, mucho menos sus asesores; pero, se debe decir, la derecha política siempre se ha relacionado con lo más radical del conservadurismo y de ala fascista de la política chilena.

 

Esto, porque luego de recibir el respaldo a su candidatura por parte de un consistente y empoderado grupo de fanáticos religiosos y también por parte de la directiva de los camioneros, el siguiente nombre en relacionarse con Sebastián Piñera no debería extrañar.

 

 

Rodrigo Pérez, vocero de una agrupación nazi, se presenta como candidato a CORE por la UDI. Además, tiene el público apoyo de Sebastián Piñera.

 

Pérez saltó a la fama hace algunos años por decir que su organización “limpiaba las calles” y por estar estrechamente relacionado con Alexis López, quien tomara relevancia por ser líder del movimiento Nacional Socialista chileno. Llegando incluso a pensar en una candidatura presidencial.

 

 

Considerando las repercusiones que podría tener en una campaña presidencial aparecer apoyando la carrera de un candidato nazi, conversamos con el analista político Patricio Gajardo.

 

“Sinceramente a quien debería afectar con más fuerza el tipo de pensamiento que tenga el candidato, el impacto que podría generar afectaría principalmente a la UDI. Son los partidos políticos los que revisan y sesgan los antecedentes de sus candidatos, que Piñera aparezca abrazándolo no debería ser tan grave”, asegura Gajardo.

 

“El principal cuestionamiento, incluso no le llega al candidato, sino que al partido que lo lleva. La responsabilidad es del partido, y francamente muchas veces los candidatos presidenciales ni siquiera saben con quiénes se sacan las fotografías. Sin embargo, el manejo de la situación aún no se ha definido”, indica sobre la real responsabilidad de la candidatura.

 

“Se podría esperar que tenga repercusión en redes sociales y en parte de la opinión pública, pero si ha de tener consecuencias posteriores en un ámbito político, es algo que esta por verse. De seguro más de alguno buscará conseguir algo beneficioso de esta situación, pero insisto, el problemas principal es de la UDI”, concluye.

 

 

Por su parte, para el diputado socialista Leonardo Soto, la instancia es mucho más preocupante pues “se esta materializando la preocupación que existe en gran parte de la sociedad de que la candidatura de Sebastián Piñera esta buscando alianza con grupos intolerantes, homofóbicos y xenófobos”, explica el diputado.

 

Para el parlamentario la relación que se encuentra construyendo la candidatura de Sebastián Piñera se hace para “buscar una regresión en materia de derechos ciudadanos y, sobre lo que se ha avanzado en estos últimos años, sobre diversidad. Con la llegada de la democracia se pudo incrementar los derechos y las libertades de las minorías, lo que corre peligro”, indica el PS.

 

“Esta asociación que hace la candidatura de Sebastián Piñera con grupos de ultraderecha, cuya mirada es reducida en cuanto a muchos elementos que se ha progresado en nuestro país, se vuelve una seria amenaza para el camino que hemos podido construir en los últimos años”, finaliza el parlamentario.

 

Para Nelson Ávila, candidato al senado del Partido Radical Social Demócrata, el apoyo de Sebastián Piñera a Rodrigo Pérez evidencia una sola cosa: “Aquí queda la imagen de que se busca de todo. Salga lo que salga, lo único importante es alcanzar el objetivo. Con quiénes se consigue ese propósito es irrelevante”, confiesa el candidato.

 

“Todo lo que sume numéricamente vale, no importa lo que reste en otros campos como la ética. Se trata de elementos casi supersticiosos, el fin justificaría los medios. Es claro que el rol que jugó la UDI en la selección del candidato no cumplió con la selección que se espera. No repararon en nada”, observó.