La tercera cuenta del Presidente de la República ha tenido muy poco de cuenta y no ha dado las explicaciones indispensables de un año que ha sido profundamente negativo, especialmente en los últimos meses.
La realidad de la que debió informar al país Sebastián Piñera es que, a pesar de que se suponía bien preparado, este país está entre los más dañados en el mundo por la pandemia. Es cierto que todos los países tienen contagiados y lamentan muchos fallecidos; y esas cifras son muy altas en otros países. Pero en proporción a su número de habitantes Chile tiene más contagios y fallecimientos que casi todos ellos. Y eso hay que explicarlo; el Presidente no dio explicaciones de la mala estrategia sanitaria seguida, ni de la falta de transparencia en la información, ni de los vuelcos que provocaron mayores daños. Se limitó a explicar su nuevo diseño sin decir por que fracasaron los anteriores.
Tampoco dio el Presidente explicaciones por las insuficiencias en los proyectos de apoyo económico que se sucedieron y de su negativa inicial a adoptar una cobertura amplia para la mayor parte de los chilenos y chilenas que se quedaron sin ingresos, retornando muchos de ellos a una pobreza que creían superada. La mejor muestra de esos apoyos tardíos es que hoy celebramos como el mayor éxito de estos meses la conquista del derecho a retirar fondos previsionales que se produce en estos días.
El mensaje estuvo, al igual que los dos anteriores de este período, lleno de promesas cuantiosas que en el año que viene no se verifican. Esta vez hemos estado atentos y queremos asegurarnos sobre todo de que se cumplirá la promesa de devolver sus empleos a los mas de dos millones de trabajadores que los han perdido y del tercer millón que se encuentra a punto de perderlos. Tampoco explicó el Presidente porque Chile batió también muchos récords de desempleados por numero de trabajadores.
Celebro algunos compromisos sociales en materia de igualdad de género y atención a grupos vulnerables. Es de esperar que este año si se complete al menos la promesa de una verdadera reforma al sistema previsional que también se prometió en el Mensaje anterior y se bloqueó durante gran parte del año. Valoro también su compromiso de realizar el plebiscito Constituyente, que abrirá el camino a los cambios que el país requiere.
Hubiera esperado del Presidente, además, una palabra de aliento al menos para nuestras regiones, especialmente las más extremas. Arica y Parinacota enfrenta una grave situación sanitaria y social con altos niveles de contagio y desempleo, para la cual espera el apoyo de su gobierno,
Para la Unidad Nacional que el Presidente Piñera nos pide, siempre estaremos dispuestos, siempre que involucre cambios de fondo y se forje a través de un diálogo generoso, con proyectos consensuados y no con imposiciones unilaterales que el país ya no está dispuesto a aceptar.