La senadora DC. Carolina Goic cree que Chile ha sufrido grandes cambios pero presiente que “nunca más volverá a ser el mismo” La parlamentaria de la Región de Magallanes continúa en su lucha por conseguir una ley del cáncer y critica la falta de empatía del Presidente Piñera con quienes sufren esta enfermedad que puede llegar a convertirse en el país como la primera causa de muerte.
¿Cómo calificaría usted el año 2019 en el plano político y social?
Sin duda ha sido un año de cambios profundos e inesperados. Nadie al comienzo de 2019 podría haber adelantado lo que iba a ocurrir en octubre y creo que eso nos ha sorprendido a todos. Tengo la impresión que en muchos sentidos hemos dejado atrás un país que nunca más volverá a ser el mismo.
¿Cómo evalúa usted la gestión del Presidente Piñera en general, incluido el estallido social?
Hoy la gestión del mandatario es indisoluble de su manejo del estallido social y en ese sentido, sin duda, su gestión será recordada como una de las peores en nuestra historia republicana. Su manejo del estallido social ha sido paupérrimo y lo sigue siendo, pues a más de dos meses y medio del 18 de octubre aún no le presenta al país una hoja de ruta que se haga cargo de las legítimas demandas ciudadanas que requiere de profundos cambios en el sistema de pensiones, en una salud más digna para todas las personas independiente de sus ingresos económicos, en educación de calidad, entre otros muchos temas.

Piñera le dijo al mundo, en más de una entrevista internacional, que en Chile no se violan los derechos humanos y que hay montajes al respecto. Qué opina usted de su actuar?
Yo creo que el Presidente se equivocó rotundamente al hacer esas declaraciones porque todos hemos visto las imágenes que dan cuenta de excesos policiales que vulneran cualquier tipo de protocolo adecuado para el control de manifestaciones sociales. Acá hay personas que han perdido alguno de sus ojos o visto dañada su capacidad visual y casos dramáticos de quienes han quedado ciegos de por vida y eso no es aceptable en un país democrático.
¿Es suficiente con que después diga que como es humano puede cometer errores?
No es suficiente. Efectivamente todos somos humanos y podemos cometer errores, pero una cosa es equivocarse y otra muy distinta es negar la realidad.
¿El tema de las violaciones a los derechos humanos en el país es lo más grave de 2019?
Sin duda es de lo más grave que ha ocurrido en este año. Cuando la gente se manifiesta de manera pacífica la respuesta del Estado no puede ser que personas pierdan la vista, que sufran vejaciones por parte de carabineros o miembros de las FF.AA o que su dignidad sea vulnerada. También es grave la violencia irracional que hemos visto en los incendios al Metro y a infraestructura pública y privada que ha afectado también los derechos de pequeños emprendedores y emprendedoras de todo Chile, que han perdido años de duro trabajo y mucho esfuerzo.
¿En su opinión Piñera tiene una gran responsabilidad, al igual que el ministro Blumel en este tema por no controlar a carabineros?
El Presidente es la primera autoridad del país y en un país tan presidencialista como este y también considerando el estilo de Sebastián Piñera, a quien le cuesta delegar, evidentemente hay una cuota de responsabilidad. En el caso del ministro Blumel le tocó asumir en medio de un momento complejo tras la salida de Andrés Chadwick –cuya acusación constitucional voté a favor en el Senado- y creo que también se le ha hecho difícil controlar el accionar de carabineros. Esto me lleva a recordar una de mis propuestas de campaña que era dividir el Ministerio del Interior y Seguridad Pública en dos organismos separados. No es eficiente que el jefe político de un gobierno sea la misma persona que se haga cargo de los temas de seguridad y orden público.
¿Usted cree que carabineros actúa con mucha autonomía?
El estallido social sorprendió a carabineros en medio de su propia crisis institucional. Recordemos que a raíz del caso conocido como “pagogate”, de un sistema de mucha corrupción al interior de la policía uniformada, el alto mando de carabineros ya había sido descabezado dejando al mando de la institución a funcionarios que no contaban con experiencia en altos cargos. Pero en esto quiero ser muy clara, es evidente que carabineros necesita de una profunda reforma que eleve sus estándares de actuación con una profesionalización de sus tareas, con protocolos claros y conocidos por toda la ciudadanía y un fuerte énfasis en su formación sobre el respeto a los Derechos Humanos en las tareas de orden público.
Pero de igual manera se trata de una institución que debemos cuidar porque cumple una labor fundamental que es la presencia del Estado en lugares apartados y vulnerables que nadie más cumplirá.
Hay sectores que piden la renuncia de Mario Rozas porque se considera que no ha estado a la altura de lo que está ocurriendo en el país. Ha cometido errores como decirles a los carabineros, que estaban reprimiendo a la gente, que ninguno pagaría por nada. O sea, les ofreció impunidad. ¿Usted está de acuerdo con que renuncie?
El problema no es el general A o el general B, el problema es la profesionalización de carabineros. No creo que los problemas de la institución se solucionen con la salida del general Rozas. Hay que considerar que estamos en medio de una situación social muy compleja y con niveles de violencia que nunca habíamos visto y para mí lo que corresponde es que, entre todos, ayudemos a recomponer una institución que, insisto, es fundamental para cualquier sociedad. La pérdida del respeto a la autoridad es un tema que también debemos ver con atención porque es un problema.
El Intendente Guevara dispuso un “copamiento preventivo” en la plaza Italia y otros lugares, se prohíben todo tipo de manifestaciones. ¿Cómo califica usted esta actitud?
Desde el comienzo me pareció una mala estrategia porque fue como desafiar a los manifestantes más radicales a una suerte de guerra en la denominada “zona cero” que ha significado una merma importante en la calidad de vida de quienes viven allí y un trastorno al funcionamiento normal de una ciudad como Santiago.
¿Debería renunciar el intendente Guevara porque no está actuando de acuerdo a la ley?
Yo creo que el Intendente está errado en su estrategia, pero además lleva muy poco tiempo en el cargo. Yo nunca he sido partidaria de andar pidiendo cabezas porque creo que eso no soluciona los problemas que, muchas veces, tienen aristas diversas y complejas que van más allá de una persona en particular.
¿La derecha no demuestra mucha preocupación por los derechos humanos, les importa que se terminen las manifestaciones a cualquier precio?
Estoy segura que a mucha gente de derecha sí le importan los derechos humanos. Estos no son patrimonio de ningún sector político y eso es sano para el Chile que queremos construir. Yo creo que la mayoría de la ciudadanía espera que las expresiones violentas y radicales de las manifestaciones se acaben lo antes posible, sin que ello signifique dejar de manifestarse pacíficamente por las legítimas reivindicaciones sociales que todos compartimos.
¿Cómo ve usted que se está desarrollando el proceso constituyente?
Hemos dado los primeros pasos y es un proceso que debemos cuidar, pero quién crea que estará exento de tensiones está muy equivocado. Acá hay visiones de sociedad que entrarán en pugna pero al final la palabra la tendrán las personas. Yo espero que todos estemos a la altura y sea una discusión serena y basada en argumentos y no en ataques, prejuicios o “fake news”.

¿Usted es optimista frente a la alternativa que existe hoy de llegar a tener una nueva Constitución?
Estoy optimista. Creo que se impondrá la idea de tener una nueva Constitución que refleje de mejor manera a la sociedad chilena de hoy, que es más compleja y diversa.
¿Esa Constitución tiene que contar con paridad de género, cupos para los pueblos originarios y derechos para los independientes?
La paridad de género es primordial si queremos una nueva Constitución que represente fielmente a la sociedad, para mí es el piso. También estoy de acuerdo con cupos para todos los pueblos originarios y que también se garantice la participación igualitaria de los independientes.
Existe una alta probabilidad de un rebrote de violencia
¿Usted cree que puede haber un rebrote del estallido social, por la falta de parte del gobierno de una agenda social potente que contemple las demandas de la ciudadanía?
Creo que si el gobierno no presenta luego una hoja de ruta, una agenda social con plazos y metas establecidas existe una alta probabilidad que haya un rebrote de la violencia y eso no es bueno para nadie. Acá lo que debe haber es un cambio en la lógica del modelo, donde no puede ser que los temas de bienestar de las personas estén entregados a la lógica del mercado, de la oferta y la demanda.
El mercado debe operar en otras áreas pero en algunas como la salud o las pensiones no. Además espero que el gran empresariado entienda que también tiene un rol que cumplir en esta crisis y yo los he visto más bien ausentes, escondidos, callados.
¿Qué pasa con la ley del cáncer. En qué está?
El caso de la Ley Nacional del Cáncer es la demostración que el Gobierno no ha entendido la dimensión de la crisis. No puede ser que a más de seis meses de haberse aprobado el proyecto de ley en la comisión de Salud del Senado aún esté detenido en la comisión de Hacienda. Hemos visto cómo el ministro de Hacienda ha estado dispuesto a asignar recursos en pensiones y otros temas relevantes, entonces no puede ser que todavía las y los pacientes con cáncer estén esperando un tratamiento que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, o que les sigan rechazando las licencias médicas. Esto debiera ser prioritario si consideramos que este año el cáncer se puede convertir en la primera causa de muerte en Chile.
Cada hora de todos los días tres compatriotas mueren por esta causa y ya no hay argumentos para seguir dilatando la entrega de recursos para la Ley Nacional del Cáncer, que ha sido una demanda transversal de la ciudadanía en las manifestaciones.