Por María Cristina Prudant
La senadora Isabel Allende Bussi, es reconocida por ser una de las hijas del Presidente Salvador Allende que ha desarrollado una importante carrera política. Es socióloga de la Universidad de Chile, Master en Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otro de Ciencia Política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), también en México donde su familia estuvo exiliada tras el golpe cívico militar. Es militante del Partido Socialista, actualmente senadora por la 6ª Circunscripción, Región de Valparaíso, período 2018-2026. Fue la primera mujer en alcanzar el cargo de presidenta del Senado y la segunda en llegar a encabezar la Cámara de Diputados. Es directora general de la Fundación Salvador Allende.
¿Qué le pareció el último cambio o ajuste de gabinete de Piñera?
Es una muy buena expresión, como se ha dicho en la oposición, de sillas musicales. Hay dos enroques. Esto, aparte de tener un efecto muy limitado, creo que obedeció más bien a presiones internas políticas que tenía el Presidente y el gobierno. Renovación Nacional necesitaba estar presente en el Comité Político con más fuerza y esa fue la mejor salida que encontraron y por eso es tan acotado, tan limitado y no tiene nada que ver con la situación así más general y crítica que está viviendo el país. Sin embargo, yo creo también que es un intento de ver si hay mejor apertura para diálogo y ese rol supuestamente lo podría jugar Alvarado (nuevo ministro de la Segpres).
Se dice que el gobierno está presionado por su propia coalición y que esto fue muy notorio durante la discusión de la asignación familiar de emergencia.
Yo no sé si fue tanta presión. Yo creo que es una mirada que tiene el gobierno y en eso estamos en desacuerdo. Creo que todos estos proyectos tienen la misma característica, o sea, insuficientes, van decreciendo y además son excluyentes y creo que esta es una política que tiene el gobierno, porque la mirada que tiene el gobierno, como ellos han dicho con un lenguaje tan guerrero; “no todas las municiones”, “todos los pertrechos”, “no todos los cañones de una vez” etcétera, es una mirada de ellos que pretenden que lo que hay que hacer es a goteo, de a poco, ir viendo cómo evoluciona o guardando –comillas- estas municiones para después ver más adelante pensando en la reactivación.
Yo creo que este es el peor error que ha cometido el gobierno, no ha medido la profundidad de la crisis, parece no ser consciente, no solo sanitariamente sino que social y económicamente. Cuánto está afectando a la familia, no parecen tomar tanta constancia de que lo más grave de todo, a mi modo de ver, es que esta situación dramática que significa una pandemia a nivel mundial y nacional, la estamos agudizando en la medida que no le garantizamos un ingreso a la familia y obligamos a todos esos informales y a toda la gente que se quedó sin recursos a salir a la calle a sobrevivir. Entonces, me parece que es la peor estrategia y ha sido sordo, absolutamente incapaz de escuchar lo que le dicen los economistas, los ex ministros de Hacienda, los ex presidentes del Banco Central, las propuestas que hacen economistas que asesoraron al Colegio Médico. Entonces, más que presiones, es una mirada que tiene el gobierno y esa mirada es que: no hay que gastar, no hay espacio fiscal, no nos podemos endeudar y sí podemos endeudarnos y sí hay espacio fiscal.
En este sentido, ¿usted cree que el gobierno ha puesto a la misma altura las vidas humanas y el tema económico?
O sea, no ha comprendido que la única forma, de verdad, de proteger a la familia es que tengan ese ingreso básico como nosotros lo planteamos, un ingreso básico universal, como también se lo plantean estos economistas que asesoran al Colegio Médico. No lo ha entendido después de más de dos meses de discusión aceptó allanarse a un ingreso familiar de emergencia, pero este ingreso de $65 mil y disminuyendo en las siguientes cuotas, francamente es insuficiente. Está por debajo de la línea de la extrema pobreza y aquí es donde está la ceguera de este gobierno. Entonces, es impactante porque no logran entender, que la única forma era generar este ingreso universal por lo menos hasta el 80 % de las familias, porque no solo tenemos que cubrir los más vulnerables sino que incluso hoy día han surgido situaciones nuevas donde, evidentemente hay otros sectores que han perdido absolutamente los ingresos, pueden ser profesionales, honorarios u otros, que han quedado completamente excluidos.
Lo doloroso de este famoso ingreso familiar es que no solo es insuficiente. Resulta que hoy día lo que se está cubriendo es apenas un millón 700 mil personas. Está dejando fuera a más o menos un millón 300 mil personas que son del 40% más vulnerable. Si nos subimos al 60% más vulnerable que son aproximadamente 800 mil, está dejando a 600 mil afuera porque va a cubrir apenas unas 200 mil. Entonces, es muy dramático porque no solo es decreciente sino excluyente, pero además de eso, también muy grave, es que al gobierno le dijimos que no tratara de generar nuevos instrumentos, este índice socioeconómico para actualizar o ingresar a nuevas personas en el ingreso social de hogares, le dijimos que hubiera un pago automático, por lo menos hasta el 40 0 60% a través de las cuentas Rut.
También ha habido problemas con el crédito Fogape
Siempre es lo mismo, el Fogape, yo tengo todos los datos de la Región de Valparaíso, el clamor de la gente las cámaras de Comercio y Turismo, que no les llega a los pequeños, a los medianos a los micro, que se tiende siempre a favorecer a las grandes empresas, etcétera. Entonces, esto en el fondo, es esta, es la mirada que en el fondo tiene el gobierno que no entiende dónde tiene que poner la urgencia, la emergencia y ahora, no mañana, ahora debe proteger y salvar la vida. Ellos están con la obsesión que hay que guardar, que no nos podemos endeudar, que tenemos que pensar en el pasado mañana, pero para eso usted tiene que atender hoy. Qué hace con la gente que está con hambre, que hace con la gente que está saliendo a la calle, que arriesga su vida porque no tiene que comer, es una vergüenza.
Y las ollas comunes están proliferando y eso es una señal de pobreza
Por supuesto, de pobreza y de nuevas pobrezas que siempre dijimos de un sector medio muy vulnerable, que bastaba que alguien cayera con una enfermedad que no quedara cubierta u otra situación, evidentemente que era muy vulnerable y hoy día se está demostrando. Es muy fuerte, las ollas comunes aumenta y aumentan y es señal de pobreza multifuncional, como se ha revelado con la pandemia las desigualdades, pero esta pobreza emerge con una fuerza tremenda y hoy día la Cepal y otros organismos están diciendo que para América Latina y para nuestro país, que es dramática la situación que va a venir en torno a la insuficiencia alimentaria, o sea, pasar hambre, a la cesantía, en fin. Muy, muy tremendo.
Sin embargo, el ministro Briones ya ha preparado un proyecto para favorecer a las grandes empresas. ¿Qué opina usted?
Mire, además de lo que hemos hablado respecto a la mirada que tiene el gobierno, claramente hay señales muy contradictorias así como ha sido en términos sanitarios; nueva normalidad, salgan, trabajo seguro, tómense una cerveza, después no etcétera, o sea, un día sí otro no, que eso afecta a la credibilidad y la transparencia, otro tanto ocurre con estas medidas, que no solo son insuficientes y excluyentes sino que además, lo más grave en esto son las señales que se entregan. Esta famosa ley más corta que hicimos del seguro de cesantía donde, al final, se logró en la comisión mixta que las grandes empresas que se acogían a la Ley de protección del Empleo, implica suspender reducción laboral o reducir horario, no podían repartir dividendos, bueno, el gobierno se demoró 22 días para promulgar la ley y que apareciera en el diario oficial. Resultado, hay unos informes que indican que cinco grandes empresas constructoras se repartieron utilidades y dividendos, amparadas en que en el momento que se tomó la decisión todavía no era una ley promulgada, Entonces estas son las señales que entrega el gobierno. Resulta que las grandes empresas necesitan liquidez tenemos que apoyarlas, estamos discutiendo Latam sin siquiera revisar por qué tiene una deuda tan alta, porque es llamativo.
No creo que haya sido, francamente ahora en estos tres meses, que obviamente ha afectado a todas las líneas aéreas, pero no es solo eso porque es demasiado alta. Entonces, hay que preguntarse si tenía deudas de antes, que ha pasado, cuánto se le ha entregado en el pasado, y abrirse a discutir con seriedad. Esta es una empresa que tiene su sede en Caimanes, algo bastante llamativo, pero además de aquello habría que decir si hay que dar una señal, se les podrá evaluar si se queda con, porque si está apoyando a la empresa, tendrá que tener la garantía de quedarse con las acciones si está entregando recursos. Estas son todas señales contradictorias y esto es lo que a la gente le debe generar un dolor tremendo de ver que se entregan señales de que a las grandes empresas rápidamente respuestas, liquidez, cuando tienen más espaldas, tienen banca preferencial, cuando obviamente los bancos los prefieren porque tiene más posibilidades de pago.
¿Cuál es su opinión respecto al acuerdo o pacto por la emergencia?
Nosotros decidimos como Partido Socialista , como bancada de senadores que por supuesto íbamos a concurrir a un diálogo que no es un acuerdo social nacional como pretende presentarlo el gobierno. Es un diálogo acotado para, justamente hacer ver críticamente lo que a nuestro juicio han sido estas políticas erradas, de todos estos proyectos que han mandado que, al final, hemos aprobado porque no podemos dejar a la gente, por escasos que sean los recursos, sin estos aportes. Pero hay que rectificar, hay que considerar seriamente un marco de reflexión, por ejemplo, la propuesta de los economistas con 12.500 millones de dólares para los próximos 18 meses y con un gasto aproximado para los próximos meses sin decrecer de alrededor de 670 millones de dólares para cubrir el ingreso universal o familiar como quieran llamarlo.
Eso es lo interesante, hemos concurrido con buena voluntad, siempre y cuando el gobierno demuestre que quiere escuchar y eso sería que tiene que entender que sus políticas no están logrando lo más importante que es verdaderamente proteger a la familia, darle seguridades de que e puedan no solo alimentar, que puedan sobrevivir en esta crisis en condiciones de mayor dignidad, que este es el momento de gastar.
Entonces, hemos concurrido con ese ánimo, fue un diálogo acotado para lograr cómo efectivamente generamos protección social de verdad y también, por supuesto, en algún momento un horizonte más amplio pensando cómo se va a ir reactivando esta economía. Esas son las condiciones nuestras. Esto no es un gran acuerdo nacional porque no hay condiciones para eso y no hay ninguna necesidad además, demuestra una vez más el gobierno lo de siempre, que solo le interesan los titulares, no hay ninguna razón de eso porque el gobierno tiene todos los instrumentos para hacer las políticas que dese hacer, porque estamos en una situación de catástrofe, porque tienen todas las herramientas legales constitucionales y puede generar las políticas que quisiera, pero le falta, no es voluntad, sino que es una mirada diferente porque ellos creen que este momento no es para gastar.
Nadie ha dicho que vamos a ser irresponsables, pero hay espacio fiscal y el momento para endeudarse y por lo tanto esa es la política adecuada. Si no quiere cambiar el gobierno ya estamos en un problema mayor porque quiere decir que ni siquiera hay condiciones para rectificaciones de malas políticas, sanitarias económicas y sociales.
Se concretó el pacto para ayudar a las familias vulnerables durante la pandemia ¿cuál es su opinión?
El acuerdo alcanzado ayudará a las familias los próximos tres meses aumentando la cobertura y el monto. Lo respaldamos y a la vez muestra cuán equivocado estuvo el gobierno con sus 65.000 pesos sin dimensionar la magnitud de la crisis sanitaria y social.