Desde Vallenar, en su región de Atacama, en medio de reuniones por zoom y por otros sistemas de comunicación con dirigentes sociales de su región y también con dirigentes de Pymes, del mundo de la educación del resto del país; así también participando activamente en el debate político producto de la crisis sanitaria, social y económica, la senadora Yasna Provoste se da un espacio para conversar con los lectores de Cambio21 sobre la situación actual del país especialmente sobre la crisis social y económica que está sufriendo la mayoría de la población.

 

Esta crisis no tiene precedentes en la historia del país, ya que se origina en el ámbito sanitario, pero se expande rápidamente a la economía y se ha transformado en la crisis social más fuerte de los últimos 50 años; ante este escenario hemos visto a un gobierno de derecha que no dimensionó la profundidad de la triple crisis.

Aplicó en lo social una errada política del cuenta gotas, de bonos insuficientes, de escasa cobertura e incluso celebró en mayo pasado un apoyo decreciente como era el ingreso familiar de emergencia 1 de $65.000 para apenas 1,5 millones de familias, es decir al 70% del 40% de hogares más vulnerables.

 

A partir de ahí ha llegado tarde con la ayuda social para una sociedad que está sufriendo los estragos de la crisis -en silencio y con angustia- ya que no llega el apoyo gubernamental. Recién ahora con el IFE 2.0 se amplió el apoyo a las familias vulnerables, pero quedaron afuera miles de familias de clase media, que además están altamente endeudadas, que ante la ausencia de apoyo efectivo del gobierno está apoyando en las encuestas la fórmula especial y excepcional de retirar el 10% de los ahorros previsionales que están en las AFP’s.

Este gobierno abandonó a la clase media y sus propuestas son malas ya que sólo agudizan el endeudamiento, que hoy día no son solución porque la mayoría de las familias de clase media han visto caer sus ingresos laborales y esta además, sobre endeudada vía sus tarjetas de créditos.

La clase media ha sido abandonada en esta crisis y Gobierno sólo propone incrementar su endeudamiento o sea más deuda, eso es mala política para la clase media.

 

Esta moción ha obtenido un apoyo transversal en la Cámara de Diputados –que espero se ratifique en la votación en el Senado- producto de la incapacidad e indolencia del Gobierno al no apoyar a las familias de clase media.

Las familias de ingresos medios o sea más del 50% de la población NO (pide que lo recalquen) han recibido ningún apoyo para enfrentar para la crisis, con la excepción de alguna caja de alimentos, porque los que están en el seguro de cesantía en “suspensión laboral” están usando los ahorros de su cuenta individual de cesantía o sea se están “comiendo” sus propios ahorros.

Los 24 senadores de oposición firmamos una carta pública en que señalamos que tenemos la convicción de que el retiro de fondos de pensiones es una solución correcta y viable ante la ausencia de medidas y propuestas suficientes por parte del Gobierno para un número significativo de chilenos/as que han sido fuertemente afectados/as por la pandemia, estamos ante familias de clase media abandonadas y que no tienen ningún apoyo gubernamental para enfrentar su desempleo y su caída de ingresos.

 

La votación en la Cámara de Diputados marca un camino lleno de esperanzas para muchas familias en nuestro país que ven en la alternativa del retiro de hasta un 10% de sus ahorros individuales en las AFP, una solución para la difícil condición en la que hoy día están a partir del total abandono de este Gobierno.
La responsabilidad pasa al Senado y nosotros esperamos que cada uno de los senadores y senadoras pueda ratificar este compromiso con Chile y los chilenos.
Yo apoyo el retiro del 10% de las AFP para que la gente pueda enfrentar esta situación de crisis que estamos viviendo.

 

El apoyo para las personas que trabajan vía honorarios y entregan boletas de servicios entre abril 2019 y abril 2020 que debían postular vía www.sii.cl sólo lo han hecho 170.000 personas de casi 1,2 millones habilitadas o sea claramente la fórmula de apoyos vía créditos no están funcionando como apoyo a los grupos medios y aquí hay otro ejemplo del abandono que está sufriendo la clase media.

 

El Gobierno no entiende que las pensiones hoy son miserables, especialmente para las mujeres cuyas pensiones son inferiores a $200.000 promedio.

Critica el retiro del 10% del ahorro en las AFP’s porque impactaría negativamente las pensiones futuras –impacto que sería alrededor del 5%-, pero con la capitalización individual las pensiones seguirán siendo bajas y es urgente introducir la solidaridad intra e intergeneracional en el sistema de pensiones para que efectivamente mejoremos las pensiones.

Si persiste el ahorro individual sin solidaridad intergeneracional seguiremos teniendo pensiones miserables, esta opción parece ser la del gobierno y los partidos de derecha.

 

Hemos presentado un proyecto de ley para discutir el tema de fondo de pensiones en Chile, el fracaso es evidente, el propio informe de la OIT del año 2019 señaló que el sistema de cuentas de capitalización, impuesto en Chile en mayo del año 1981, como experimento de privatización ha fracasado, aspiramos a pensiones dignas y decentes para todos, y eso se logra en mi opinión, con una estructura institucional que combine aportes públicos y cotizaciones obligatorias de los empleadores y trabajadores con el fin de proteger a todas las personas, es decir un sistema solidario, universal y tripartito; a través de una institución pública, autónoma, sin fines de lucro y cuya función sea administrar un régimen de pensiones mediante transferencias solidarias intergeneracionales, de generaciones menores a generaciones mayores en edad de jubilar e intrageneracionales entre miembros de la misma generación con el fin de superar situaciones de discriminación como por ejemplo de género.

Creo que la oposición debiera exigir el debate de fondo y no seguir parchando un modelo fracasado que da bajas pensiones.

 

Si hay solidaridad previsional se podrá amortiguar en el mediano plazo el retiro actual del 10% en las pensiones futuras, pero esa vía no la quiere transitar la derecha. Insisto un sistema tipo AFP no es seguridad social.

El país no se va a derrumbar, el ahorro previsional debiera ayudar a nuevas y mejores inversiones, la campaña del terror de las AFP’s hablando de “errores históricos” no corresponde, porque el retiro actual aumentará el consumo a corto plazo y el efecto sistémico se amortiguará en el mediano plazo si avanzamos en la reforma solidaria al sistema de pensiones con una nueva cotización previsional íntegramente destinada a la solidaridad intra e intergeneracional.

 

Siento que el Gobierno, en especial el Ministro de Hacienda se ha equivocado al no dimensionar la crisis social y económica.

A nivel económico la ayuda del Fogape ha sido insuficiente.

Han obtenido créditos 140.000 empresas de 510.000 empresas bancarizadas según a Comisión para el Mercado Financiero (CMF), ello significa apenas un 27% del sistema productivo; además, en el caso de las pequeñas empresas se les da un crédito de un mes cuando la crisis y la paralización de la actividad económica a lo menos durará seis meses.

Hay otras miles de empresas que están quebrando, que nunca han sido bancarizadas y donde los organismos públicos como Corfo, Sercotec, Indap, Fosis no hacen nada en apoyar a las pequeñas empresas. Es lamentable la indolencia del Gobierno ante el drama y las quiebras de las pequeñas empresas y ahí hay otra cara del drama de las clases medias porque los que pudieron ser pequeña o micro empresas han sido abandonadas por el Gobierno de Piñera.

En el manejo de la crisis sanitaria también ha cometido errores como “el retorno seguro” y “la nueva normalidad” en el mes de mayo y ahora insisten con “leve mejoría” en apurar el proceso de normalización de la vida económica y social sin tener controlado el virus y sin tener un potente plan de trazabilidad que es la clave para esta parte según los expertos. Los expertos dicen que hay ciudades como Antofagasta, Tocopilla, Vallenar el virus sigue muy activo y en regiones en que se decreta desconfinamiento no hay diálogo con alcaldes como ocurre en los Ríos y Aysén.

 

Ya estamos viendo que los países están expuestos a los rebrotes y eso requiere tener la trazabilidad en la atención primaria y por otra parte ellos reclaman la falta de recursos para implementar esa nueva tarea.

En el plan de emergencia del 15 de junio pasado se acordó crear un Fondo Salud Covid19 por US$ 500 millones destinados a financiar la salud primaria, en especial el Plan de Trazabilidad y esto aún no se implementa, otra vez el gobierno llega tarde a lo urgente.

Eso ahonda la desconfianza ciudadana en este gobierno, pero lo grave es que se profundiza la orfandad de las familias chilenas, en especial, de las familias de clase media.

 

Es lamentable la actitud del Presidente Piñera de eliminar el artículo que concedía Internet gratuito a las alumnas y alumnos del sistema escolar y de la educación superior que pertenecieran a las familias del 60% más vulnerable.

Hoy más del 60% de alumnas y alumnos de colegios públicos del país no acceden a Internet o no tienen dispositivos por lo cual no acceden a la tele educación retrasando sus aprendizajes, lo que ahonda la desigualdad educacional y vemos como el Presidente de la República pretende eliminar ese avance en equidad porque prefiere sus acuerdos entre cuatro paredes con las empresas.

 

Chile no puede seguir gobernado vía telefonazos a lo Barrancones, se requiere respeto a la institucionalidad y que haya transparencia para la ciudadanía y para el Congreso. Además, nuestros equipos técnicos y los de la Ministra de Transportes y Telecomunicaciones trabajadores varios días y acordaron en su totalidad el texto aprobado en la ley y 30 días después el gobierno veta lo que ellos mismos concordaron. Esto es poco serio e inaceptable. Creo que deja en entredicho y en un muy mal pie a la ministra Hutt y como una interlocutora no habilitada para continuar tramitando proyectos de su cartera en el Congreso.

Pero lo grave es que una ley que otorga beneficios por estos 3 meses y Gobierno decide vetarlo para congraciarse con las empresas reguladas.

No es bueno para Chile un gobierno que defiende a las empresas y deja desamparada a las familias vulnerables.

 

En lo personal creo que es urgente que como oposición de centro izquierda entendamos que la unidad es clave para defender a las personas ante la pandemia, para impulsar la recuperación de la economía y de los empleos y que le podamos ofrecer a los chilenas y chilenas un modo de gobierno distinto tanto en lo municipal, regional y en noviembre del 2021.

 

Tendremos tasas de desempleo superiores al 15% en los próximos meses y se requerirá un potente Plan Fiscal de Recuperación Económica con mayor inversión pública en presupuesto 2021, con masivos subsidios a la contratación laboral especialmente para mujeres y jóvenes, con apoyos crediticios reales a las pequeñas empresas, con fomento a la innovación tecnológica debemos recuperar un país con mayor desarrollo y progreso pero también con mayor equidad y con bienes públicos de calidad como la educación y la salud pública.

 

Esa tarea no la pueden hacer minorías iluminadas se requiere un pacto para construir una mayoría política y social amplia y transversal que muestre que es posible recuperar un Chile distinto al de Piñera, donde trabajemos por disminuir la desigualdad, por tener mejores pensiones, donde la economía se recupere y genere empleos, eso sólo lo podremos realizar si recuperamos la unidad de la centro-izquierda y ese el desafío para los meses que vienen.

 

Llamo a los actores políticos y sociales a que trabajemos por esa unidad, que queden atrás los protagonismos personales y mostremos que somos capaces de proponer ideas comunes, modernas y masivas para recuperar Chile.

Ahora es responsabilidad nuestra que en la post pandemia mostremos que somos capaces de construir esa unidad política y social para que recuperemos la economía y los empleos, que tengamos educación y salud pública de salud y hagamos una reforma solidaria a las pensiones que son la base estructural de un Chile distinto al de Piñera y la derecha.

Ojalá hayamos aprendido esa lección y le podamos ofrecer a Chile un plan de recuperación para el futuro que viene.