El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, afirmó que “lo que no puede haber es un diálogo bajo amenazas o ultimátums”, en referencia al plazo de 24 horas que el machi Celestino Córdova impuso al Gobierno antes de comenzar una huelga de hambre seca.

Córdova y otros mapuches presos en La Araucanía están en huelga de hambre y exigen poder cumplir sus penas en sus comunidades, basándose en el Convenio 169 de la OIT. Dicho convenio establece que, en el caso de condenados de pueblos originarios, el Estado debe considerar “sus características económicas, sociales y culturales” y “deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento”.

Galli afirmó en Radio Pauta que “las soluciones definitivas, las soluciones que nos permiten avanzar no se van a dar de un día para otro”.

“No se van a alcanzar mañana o en una semana más o incluso en un año más. Ya lo decía la ministra Rubilar, con quien fuimos a La Araucanía hace ya una semana y media, que aquí lo primero que hay que hacer es sentarse a dialogar para escuchar las posiciones y avanzar en las materias de fondo”, agregó.

Galli dijo que, tras el fallo de la Corte Suprema, desfavorable a las intenciones del comunero mapuche, “lo que corresponde es que cumpla la sentencia judicial tal como lo tendría que hacer cualquier persona, cualquiera sea su condición o clasificación”.

“Y por lo tanto, aquí hay un principio que es esencial: igualdad ante la ley. La igualdad es uno de los principios básicos de nuestra democracia”, dijo.