Tras el cambio de mando presidencial en Valparaíso, los ministros salientes entregaron sus automóviles oficiales a los sucesores en los cargos. Por ende para regresar a Santiago, como cualquier ciudadano de a pie, ocuparon un bus de turismo, se supone que especialmente contratado.

Ya lejos de toda obligación y protocolo, hicieron un alto en el camino, pasada la ciudad de Curacaví en la Ruta 68.

El punto elegido fue una de las fruterías más tradicionales de la zona de la chicha y los dulces chilenos: "El Tito". 

Allí tranquilamente se les pudo ver comprando bebidas gaseosas. Más de una de las damas aprovechó la oportunidad para adquirir frutas y verduras.

Tras estirar un rato las piernas, volvieron a retomar el camino para concurrir al almuerzo de despedida al que la expresidenta Bachelet convocó en un restaurante de El Arrayán.